Carlos Álvarez
La esperanza de vida en México ha aumento desde el 2012, sin embargo, en el panorama estatal se observan claras disparidades, un ejemplo de esto es Chiapas que con una esperanza de vida de poco menos de 73 años es equiparable a la de Medio Oriente y el norte de África, países como Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Egipto y Sudán.
Las tasas de mortalidad pueden no coincidir con el índice de desarrollo humano, pues la Ciudad de México y Sonora, estados con tasas altas, no se encuentran dentro de los estados más pobres del país. No es el caso en Chiapas, en la entidad la esperanza de vida y el índice de desarrollo humano se encuentran a la par, es decir como los peores del país.
De acuerdo al reporte “El estado, los estados y ¿la gente?, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO)Chiapas, hasta el 2016, también tuvo la mayor tasa de mortalidad materna, junto a la Ciudad de México y Sonora con una tasa de 45.9 muertes por cada 100 mil niños nacidos vivos.
El IMCO sostiene que existe falta de coordinación para la elaboración de estrategias eficientes, además destaco dos hipótesis respecto al sistema de salud de México: 1) Las carencias del sistema de salud
afectan más a quienes tienen un menor nivel socioeconómico y 2) El sistema de salud está fragmentado y se ofrecen calidades de servicios muy dispares a nivel regional, incluso al interior de cada institución.
Además de tener la esperanza de vida más baja, Chiapas se encuentra dentro de las cinco entidades, al menos en el 2015, con menores personas ocupadas con acceso a instituciones de salud, solo por encima de Puebla, Oaxaca, Tlaxcala y Guerrero.
