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Apesta / La Feria

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Sr. López

El domingo pasado fue el segundo debate presidencial. Si usted lo vio, este menda no le va a faltar al respeto diciéndole qué vio. Y si no lo vio, no piensa contarle de qué se perdió, porque no le interesa (y a lo mejor hace bien).

Lo cierto es que el debate lo ganó (si ‘ganar’ describe el resultado de estos ejercicios), lo ganó, repito, quien es la favorita de cada quien (don Álvarez, usted sonría). Que ganó doña Sheinbaum, que ganó doña Xóchitl. El que perdió fue el respetable (dos horas mirando algo del todo inútil respecto de los comicios).

Algo es muy cierto: doña Sheinbaum tuvo mucha suerte. O doña Xóchitl tuvo piedad o se distrajo, cuando hacia el final del debate, llamó a doña Sheinbaum, narco-candidata. Pero ahí quedó la cosa, dañando más a Morena que a la #LadyPalacio.

A doña Xóchitl se le ocurrió decir que su adversaria es una narco-candidata porque representa a Morena, partido según ella, apoyado por los narcos, a los queprotege. Mmm… no era así doña Xóchitl.

Imagine usted que alguien de la calaña del primo Pepe (el más impresentable primo que tenerse pueda), hubiera estado en el atril de doña Xóchitl. Ese gandalla ‘summa cum laude’ de entrada, le hubiera preguntado a la candidata presidencial del Presidente si podía recordar quien dijo en la XL Reunión Plenaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina, ante representantes de 29 países:

“A México le ha explotado una bomba en el jardín, desde 2019 ó 2020, México dejó la transición democrática y está iniciando una reversión autoritaria con un nuevo rey de la selva: el crimen organizado. El presidente López Obrador piensa que puede heredar al siguiente gobierno su asociación con los delincuentes. Yo le llamo narco-Estado, yo le llamo narco-gobierno”.

Ante el seguro silencio displicente de doña Sheinbaum, el primo Pepe hubiera insistido:

“A ver si atina quién lo dijo: fue parte del gobierno en seis sexenios, tres veces diputado federal, una vez senador y otra, diputado del Congreso Constituyente de la Ciudad de México. Fundador en 1986 de la Corriente Democrática del PRI, con Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez, y junto con ellos y Heberto Castillo, fundador del PRD, que presidió de 1993 a 1996. Protagonista en la creación del entonces IFE, hoy INE. En el 2006, presidente del Consejo Consultivo del entonces candidato presidencial del PRD, Andrés Manuel López Obrador. Cofundador de Morena. Es considerado un personaje central de la política mexicana por más de 70 años. Como Presidente de la Cámara de Diputados, el 1 de septiembre de 2018, entregó la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador. ¿Ya se orienta usted, Claudia?… 

Ante alguna de sus frases evasivas, el primo Pepe le hubiera asestado: se trata de Porfirio Muñoz Ledo… él aseguró que tenemos un narco-Estado, un narco-gobierno y un Presidente asociado con los delincuentes.

Y el infame Pepe, le hubiera seguido: ¿Qué le dice a la gente sobre esto?, no son acusaciones de adversarios, sino de uno de ustedes, que muchos, muchos años, anduvo con López Obrador como el mismo Presidente dijo en un mensaje por X (tuiter),cuando supo de su muerte en julio del año pasado: “Lamento el fallecimiento de Porfirio Muñoz Ledo, con quien por mucho tiempo tuve coincidencias (…)”.

Impío el Pepe no hubiera sacado el dedo de la llaga: ¿Qué quiere decirle a la gente cuando ofrece seguir con las políticas del actual gobierno y construir el segundo piso?… ¿eso incluye el segundo piso de la relación con los narcos?

Y cuando doña Sheinbaum contestara con algún subterfugio modelo: ‘eso ya lo explicó el Presidente, con todo respeto, don Porfirio estaba senil’. Bueno, en ese momento el inicuo Pepe le hubiera sacado la lista de quienes dicen lo mismo, periodistas nacionales y extranjeros, miembros de la DEA, testigos del narco (que no son de fiar, excepto cuando sirven para enchiquerar a personajes como García Luna).

Claro que doña Sheinbaum, que no es tonta, hubiera respondido con las exactas palabras del Presidente: no tienen pruebas. Y eso es una verdad como un templo: no hay pruebas (parece, porque hay por ahí algunos malandrines que dicen tener unos videos de plano muy feos).

Pero, sí, no hay pruebas y no habiendo pruebas sino dichos de gente de poco fiar, uno se pregunta: ¿por qué les gustó el presidente López Obrador para acusarlo de tamaña barbaridad? Porque es un hecho indiscutible que nunca antes a ningún Presidente de México, nadie lo ha acusado de algo siquiera parecido desde medios de comunicación de enorme prestigio. ¿Insinúa este su texto servidor que entonces son ciertas las acusaciones?, no, de ninguna manera y menos las que salen de los EUA… pero que alguien le responda a Muñoz Ledo, porque eso dicho por quien era, sí cala.

Dejando eso de lado, olvidando los ‘abrazos no balazos’, las visitas a Badiraguato, el saludo a la mamá del principal narcotraficante del país, las felicitaciones al narco por su buen comportamiento, y muchas cosas más, todas ‘inusuales’ por no decir aberrantes, para mala suerte de doña Sheinbaum, en México las elecciones presidenciales se contaminan por los resultados del gobierno saliente y este gobierno menguante, no tiene resultados que presumir, ninguno en seguridad, educación, salud, crecimiento económico, respeto al medio ambiente, ala prensa, los contrapesos al poder; ni los programas sociales con su tufo electorero, ni el alza al salario mínimo, impuesta por el gobierno de los EUA, para equilibrar la oferta mexicana de mano de obra barata.

Y para complicar más todo, ayer en la tarde, la Conferencia del Episcopado Mexicano informó de la desaparición del obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, desde el 27 de abril, exigiendo a los tres órdenes de gobierno su localización, sano y salvo. Esto es de la mayor gravedad. En cualquier país del mundo civilizado sería una alarma general.

Ahora que está de moda, viene al pelo repetir: algo huele mal en Dinamarca… apesta.

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