+ El dicho del saludo; ¡órale mi loco!…
+ Un estigma que no se debe aplicar…
+ Unos locos que han sido muy cuerdos…
Ruperto Portela Alvarado
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Sábado 03 de Octubre de 2020.-Estigmatizar a una persona con el calificativo de “loco”, es discriminarlo de entrada y desconocer sus posibles talentos en el sentido amplio de la palabra. A veces sin siquiera conocerlos y reconocerle lo que sabe y lo que hace.
Esa mácula o sello con que se marca a las personas por ciertas características que no son iguales a la mayoría de“anormales” que somos nosotros, me parece irracional e incongruente, entre quienes nos jactamos de racionales y los seres más inteligentes de la tierra.
Claro que esa es la parte seria del tema; pero en Alvarado, decir “loco” a alguien, muchas veces no es tan peyorativo ni ofende al interpelado; porque nuestra idiosincrasia nos permite llevarnos así y poner el sobre nombre que creemos que cada alvaradeño se merece. “Loco”solo es una palabra, un apodo o una forma festiva, amigable o folclórica de llamar a una persona.
¡Órale mi loco! es una expresión muy coloquial y reiterativa en Alvarado, que muestra afinidad, cariño y cercanía con el nombrado por el término verbal. No hay ofensa. Es más, a algunos, ya se le quedó el prefijo “loco” al nombre de pila, y muchas veces el nombre asentado en el acta de nacimiento ni conocemos, como sucede con muchos alvaradeños a los que solo identificamos por su apodo.
EL “LOCO CANO” Y “SALVADOR EL LOCO”…
Pero ¡imagínense!, que a mi amigo Reyes Cano Santos, le quitáramos el “Loco” y más el “Cano” que lo identifica entre todos como el famoso “Loco Cano”, pues ya no sería nadie o simplemente ni él mismo. Porque hay que reconocer que este personaje muy alvaradeño ha sido bueno o excelente como buzo; un tanto como beisbolista y pitcher de buen brazo y mejor en el arte de tocar la guitarra; requintear que no es cualquier cosa y cantar. “Un Loco con Talento”.
Yo quiero redimir –sin entrar en lo solemne–, esa estatura intelectual y de talento que le caracterizaron por ejemplo a donSalvador Chávez, más conocido como “Salvador El Loco”, un próspero comerciante de los que poco podrán contar una historia de éxitos como él. Tenía su tienda en la calle Galeana, casi llegando a Juan Soto, a dos casas de la“Nevería Tío Luis”.
Le decían “Salvador El Loco”, que de loco solo tenía –si acaso– que era muy nervioso y un acelerado. Demostró que tenía talento y capacidad empresarial; sabía de números y de cuentas al instante para vender o hacer una transacción de mercancías; cobrar con medidas y pesos en la báscula y la caja registradora y vuelto exacto del costo.
RODOLFO RUIZ “FITO LOCO”…
¿Podemos llamarle “Fito Loco”, por ejemplo a un virtuoso de la música y único en su tiempo para tocar magistralmente un instrumento de carpintería como el serrucho?. Definitivamente no. El señor Rodolfo Ruiz que era su nombre de pila, nos hacía sentir felices con su música a través de tocar hermosas melodías con el sonar de un serrucho y un“bolillo” que él mismo forjaba con un trozo de madera y ligas envueltas alrededor.
Don Rodolfo Ruiz a quién en Alvarado le decían “Fito Loco”, fue un personaje genial y singular, a quien le debemos respeto y guardar un recuerdo honorable. Una persona que enternecía con su música y las mañanitas que le dedicaba a alguien en Alvarado cuando sabía de su cumpleaños. Llegaba temprano, a las siete de la mañana con su serrucho a cuestas. Un excelente detalle.
Yo no sé si le decían “Fito Loco”, por esa constante temblorina que le provocaba la maldita enfermedad del Parkinson. Más eso no le impedía tocar magistralmente su serrucho, que pocos en Alvarado le reconocieron en su tiempo esa virtud y tampoco nadie la pudo tener. Don Rodolfo Ruiz, conocido como “Fito Loco” y al que no me gusta llamarle por ese despectivo apodo, fue un hombre honesto, gentil, amable y participativo.
Tenía otras virtudes y cualidades; divertía a los niños en sus cumpleaños con las mañanitas y en cualquier evento o momento, proyectando imágenes de sombra con las manos, que para ese arte, era extraordinario, como también como dibujante. Don Rodolfo Ruiz fue ampliamente conocido a nivel nacional e internacional por las gentes y turistas que pasaban por Alvarado y obligadamente esperaban cruzar el río a través la panga o el ferry.
Ahí, en el atracadero, los deleitaba con sus notas musicales que salían con excelente maestría musical de su serrucho, ante la admiración de los espectadores. Quiero pensar que de eso vivía o quizá además, de la atención dispensada por sus familiares. Para él, todo mi reconocimiento.
RAFAEL NOVEROLA “TORO LOCO”…
No me cabe en la cabeza todavía, como a un hombre con la inteligencia de don Rafael Noverola o Noguerola le pudieran asestar el apodo de “Toro Loco”. Bueno, lo entiendo por la misma idiosincrasia de mis paisanos alvaradeños que a todo le cambian de nombre o le ponen un apodo.
Aunque no conocí de cerca ni traté nunca a don Rafael Noverola (insisto, Noguerola) hoy quiero referirme a él, como un distinguido alvaradeño; al que no se le ha sabido dar en el recuerdo y la historia mundana de Alvarado, su exacta dimensión por su capacidad creativa y conocimientos diversos. Siempre he querido tener del personaje “Toro Loco”, datos biográficos más algunas anécdotas, para poner en alto relieve su vida y obra, que me parecen muy interesantes.
Hasta donde sé –de oídas—el señor a quien más conocen como “Toro Loco”, fue el primero que tuvo una motocicleta (Harley Davidson) con batea, que él mismo diseñó y armó con sus conocimientos de mecánica. No tengo bien la idea si don Rafael Noverola fue pintor de lienzos, aunque me explican que lo era y muy bueno con el pincel. Lo que no se puede negar es que tuvo una imaginación e ingenio de manera extraordinaria y gran talento para la mecánica, la carpintería, el dibujo y el ingenio para construir y diseñar.
No recuerdo bien o me lo estoy inventando a lo lejos del tiempo; quizá alguien me lo dijo, que don Rafael Noverola, construyó dentro de su casa, una réplica de un barco a escala, y que luego para sacarla tuvo que tirar las paredes o como cuentan que también diseñó y armó un papalote tan grande, que no lo pudo sacar de su vivienda hasta mover algunas láminas del techo.
Algunas de esas historias mundanas son las que en Alvarado se cuentan de donRafael Noverola o Noguerola; pero yo me voy más por su talento, inteligencia, ingenio de constructor, mecánico, carpintero y quizá, nunca lo he sabido, de pintor en lienzos.
Como corolario de este pensamiento loco –de mi parte—quiero mencionar a otros alvaradeños a los que le han endilgado en Alvarado el apodo de “Loco”, como a Felipe Tiburcio Enríquez, conocido como “Felipe El Loco”; un personaje que posiblemente fue un tanto folclórico y dicharacheros, pero amable, alegre y divertido, que se dedicó al ganado y la venta de carne de res.
Puede que también el ímpetu de Salvador Zamudio Román (que otros dicen se apellida Hernández o Norberto, no sé) haya servido para clavarle el apodo de “Chava El Loco”. Nadie tampoco se merece un apodo, pero los alvaradeños somos así, y esa tradición, ya nadie nos la quita. Por cierto,Chava es un hombre de fortaleza y condición física a prueba, como muchos paisanos.
Quiero decir que yo conocí a Salvador o como le dicen “Chava El Loco”, como un buen jugador de béisbol y un pitcher con buen brazo y quizá en su tiempo bastante controlado. Era un fildeador considerable y corredor de bases con bastante velocidad. Jugó en el “equipo grande” de Alvarado, en aquellos tiempos de la “Liga del Bajo Papaloapan” y la “Liga de Catemaco”, en la región de Los Tuxtlas.
Claro que, “hay de locos a locos” y en esta ocasión no me refiero a aquellos que lo pudieran ser por sus capacidades diferentes –que merecen todo nuestro respeto– que esta vez no quiero mencionar a ninguno de los muy conocidos, para no herir susceptibilidades, además de que este no es el tema que hoy nos ocupa…
Con un saludo desde la Ciudad del Caos, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, tierra del pozol, el nucú, la papausa y la chincuya…
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MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DE COLUMNISTAS CHIAPANECOS. A. C.
