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Debido al cierre de las fronteras levantado por Guatemala desde el 17 de Marzo, más de 400 migrantes provenientes de El Salvador, Honduras, Guatemala, entre otros, se quedaron estancados en la frontera del sur de México.
El Instituto Nacional de Migración (Inami) fue quien estuvo al mando de realizar el traslado de los migrantes en contradicción con las políticas públicas que tomó el país de Guatemala, con respecto a cerrar sus fronteras para prevenir la propagación del COVID-19.
Originalmente el grupo provenía de la estación migratoria de Acayucan, Veracruz, así como de las estaciones migratorias de Matamoros y Tamaulipas. De dichos sitios fueron trasladados a la frontera sur a bordo de varios autobuses, hasta que llegaron a la frontera y se les fue denegado el acceso.
Por su parte los habitantes de Talisman bloquearon calles y avenidas con piedras y troncos para evitar el paso de los migrantes, lo que provocó la intervención de la Guardia Nacional (GN).
Las lugareños afirmaron que después de dialogar con agentes de la GN, los guatemaltecos, salvadoreños y hondureños fueron subidos de nuevo a los autobuses para trasladarlos a Tapachula.
