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OBSERVANDO Y SUGIRIENDO

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POR: SHEILA GARZA

Chiapas está que arde a catorce días de la jornada electoral, se corre el riesgo natural de ser sobrepasado. ¿Acaso es un foco rojo?

Aún con la firma del “Pacto de Civilidad para el Proceso Electoral Ordinario 2021” entre presidentes y representantes de partidos políticos en días pasados, debemos recordar que no sólo de estos actores dependerá que la próximas elecciones sean exitosas, pero sobre todo, que se den en un marco de seguridad y paz. El llamado es a toda la sociedad en general porque todos cumplimos y ocupamos roles activos de manera directa o indirecta.

Salir a sufragar el voto es importante, pero el riesgo para no participar es latente mientras las condiciones en algunas zonas del estado sean difíciles, incluida la capital del estado que en los últimos días también ha sido afectada.

Es urgente mantener el orden, el equilibrio, el estado de derecho, la gobernabilidad para que las cosas funcionen y regrese la estabilidad que tanto se necesita. Obviamente los ojos están bien puestos en algunos municipios, en donde se puede tener acceso y ni hablar en las comunidades donde la ley y la figura de la autoridad impera entre los propios habitantes, regidos por sus usos y costumbres desde siempre, lo cual para promover positivamente su cultura y tradición es perfectamente comprensible y aplaudible, pero para corresponder a la legalidad a veces cuestionable, si se trata de fomentar conductas que transgredan los derechos humanos elementales o cometer delitos por ejemplo, como la participación de las mujeres en la toma de decisiones o el robo de unidades de transporte que no pueden ser recuperadas para evitar confrontaciones respectivamente.

Evidentemente están identificados o localizados los municipios con sus comunidades donde están incrementándose los hechos de violencia. Algunos grupos de sus pobladores argumentan temas sobre despojos de tierras, de origen religioso, de reclamo de derechos sociales, de mejorar condiciones laborales, de incrementar apoyos al campo, de recibir más recursos al sector educativo, de construir vías de comunicación, entre otros; sin embargo, por la cercanía en tiempos con la jornada electoral se hacen más presentes y son las banderas para levantarse creando caos, perjudicando a terceros, afectando la vida de las personas ajenas a sus movimientos, pero sobre todo y lo que observo más importante de momento, poniendo en riesgo la seguridad o la integridad de otros y de ellos mismos, sin importar colocar a niños o mujeres en la primer línea de batalla.

Aún cuando en su mayoría se tratara de municipios indígenas como San Cristóbal de las Casas, Frontera Comalapa, Pantheló, Chamula, Ocosingo, Venustiano Carranza por ejemplo también debe prestarse atención a lugares más grandes y poblados como la propia capital del estado Tuxtla Gutiérrez o Chiapa de Corzo que en los últimos días fueron afectados severamente.

Pero entonces, ¿qué se puede hacer para evitar confrontaciones y estar en paz el día de las elecciones? La suma de voluntades es la respuesta.
Para los que participan directamente, llámese IEPC, funcionarios de los tres órdenes de Gobierno y los líderes de partidos,echar a andar todos los recursos propios del sistema político para lograr el objetivo. No olvidar que desde hace varias administraciones tenemos un “Sistema Político Disfuncional” porque se volvió complejo, se quebró en su estructura y se deterioró por las malas decisiones, acciones y resultados.

Así también quienes encabezan grupos de personas dentro de asociaciones civiles, organizaciones sociales y sindicatos laborales cuya finalidad es obtener un beneficio personal (un botín político) en las jornadas electorales recordar que crear caos y fomentar actos de violencia mediante adoctrinamientos radicales ya no será aceptada por la sociedad harta y perjudicada que hoy mayormente los reprueba y los condena. Que su nivel de influencia sobre quienes integran sus grupos sea para lograr una participación correcta y civilizada.
A la ciudadanía en general, ejercer el derecho de sufragar su voto vale la pena, porque tomar decisiones como estas en un momento tan complicado para todos en general puede marcar la diferencia para exigir que se haga mejor el trabajo de quienes nos representarán y administrarán los recursos públicos destinados para servicios, seguridad, salud, educación, infraestructura y demás rubros para la población.

Así que a calmar el fuego entre todos ya que un ambiente polarizado y ríspido entre nosotros no nos conviene, ni nos beneficia, sino todo lo contrario.

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