Home Columnas OBSERVANDO Y SUGIRIENDO

OBSERVANDO Y SUGIRIENDO

OBSERVANDO Y SUGIRIENDO
0
0

POR: SHEILA GARZA

Es mas o menos el mediodía del primer día de junio. Tomo el primer taxi que se anima a detenerse con tanta gente caminando a prisa alrededor del tan vapuleado y maltratado Parque Central ante conatos de violencia nuevamente.

-A tal dirección por favor y de preferencia no irse por la vía del Libramiento Norte- señalo al chofer de la unidad.

-¿Sabe usted señorita si ya volvieron a cerrar el acceso allá por la Mactu? – pregunta el señor de cubrebocas negro que pintaba algunas canas.

-Mire la verdad es que no lo sé, pero si de este lado ya empezaron con el relajo mejor ni nos arriesgamos- asiento con firmeza.

-¡Tiene usted razón licenciada!, no vayan a querer golpear el carro, o peor, lastimarnos. Sobre todo a usted que es una damita que parece muy cuidada y educada- comenta sin parecer grosero, ni coqueto, sino mas bien haciendo referencia a esa edad, a esa época de caballerosidad andada.

-¡Gracias por sus palabras! Lo digo para evitarnos problemas y cuidarnos. Luego uno nunca sabe el ánimo de los manifestantes y cuántos cohetones andan paseando-manifiesto en tono un tanto burlón, pero tan en serio y tan real.

-Lo dirá Usted de broma, pero esos ya no son unos niños inocentes, ni lo que pudiéramos llamar estudiantes o buenas personas. Ya están muy maleados y sus jefes nomás se aprovechan de su ignorancia para manipularlos.

¿Dónde está la autoridad para poner orden?, ¿dónde están los papás de esos disque estudiantes para aplicarles un correctivo?. Yo no soy ni letrado porque ganas de estudiar no me faltaron, tuve que trabajar desde muy chamaco. Tampoco fui funcionario de gobierno para aprender de mañas, ni narco para ganar dinero fácil. Pero mire usted que tiempos tan descompuestos estamos viviendo, en una sociedad sin moral, educación o valores.-

El taxista nomás asienta la cabeza mientras sigue manejando y le noto unos ojos de tristeza o desesperanza que no puede mas con ellos.

-¿Cómo se llama Usted? Le pregunto sin pensarlo.

-Miguel Apolinar y algo, en estos momentos en que me arrepiento de no haber anotado bien su nombre completo al no pensar en una plática de enseñanza. Eso si, los nombres no se me olvidan porque al decírmelo recordé el nombre del hermano menor de mi madre y el del Apolo que conocí en la NASA.

-Don Miguel ¿por qué dice eso? Le cuestiono sin titubeos.

-Mire, uno como taxista se entera de tantas cosas, buenas y malas, pero conforme pasa el tiempo me doy cuenta que vamos de mal en peor como sociedad. Uno nomás escucha, mira y calla porque ni conoce uno al pasaje, sólo que es bien triste darse cuenta de las cosas y de cómo la sociedad empeora. Le doy unos ejemplos bien fáciles para que se dé una idea de lo que le digo.-

El varón al volante abre la guantera de la unidad de pasajeros y hay una bolsa llena de cubrebocas KN95 o N95 de color blanco y con una leyenda al parecer de algún candidato en contienda.

-Estos me los acaban de regalar un grupo de muchachos que andaban repartiendo en la calle disque a favor de un candidato. Son de los finos, la chamba según ellos era dar uno por persona. Pues se les hizo muy fácil darme una gran cantidad y luego acercarse a un contenedor de basura aquí en el centro para remover la porquería y echar al bote los que todavía . Yo lo vi, no me lo contaron señorita. ¿Qué valor le dieron a su trabajo?, ¿y la gente que no tiene dinero para comprar de esos y cuidarse del mentado COVID? Ya se ganaron sus doscientos, quinientos o mil pesos sin haber hecho lo correcto.- asienta en tono algo decepcionado.

-Luego cuando las vacunas para matar el COVID, entre 2 pasajeros que subí venían platicando sobre muchos casos, que hubo desorden y descontrol en el estado para el proceso porque estaba todo desorganizado. Que muchos ni maestros, ni personas de la tercera edad eran pero se hicieron pasar o los hicieron pasar para ser los primeros.- en tono mas molesto don Miguel hablando de ese tema.

-Oiga, pero ¿por qué le enoja?.

-Mmmmm señorita, porque somos un relajo. Ya no hay valores, ni respeto, ni gente honrada como antes. Mire, otro ejemplo, antes no había tantas mujeres, niños y hombres en la calle pidiendo limosna en lugar de pedir trabajo para ganarse unos pesos, o peor, tanto extorsionista exigiendo dinero al gobierno para no hacer nada y andar de mantenidos, o condicionar hacer lo que el gobierno les dice sin antes recibir paga. Ahora es mas bien gente floja, que no quiere trabajar la tierra, que quiere el camino fácil, que condiciona su voto o chantajea porque el mismo gobierno les dio alas y poder para hacer de las suyas y ahora… ¿Quién los detiene, quién los para? Pero a nosotros que si trabajamos bien que nos lleve el tren. No señorita, antes la gente era mas gente. Ahora hay muchos bandidos y aprovechados. – voz de decepción propia de una edad algo decadente.

-Pero oiga, no todo es malo. Usted sabe que debemos trabajar, que debemos buscar el pan, que nuestro asunto es darle todos los días para tener al menos lo básico que es comida y techo. Ya esos problemas son asuntos de ellos.- diciéndole como para darle una luz de esperanza a don Apolinar.

-¡Ay señorita! Ojalá nomás fuera así como lo dice, pero es que había antes gente mas honorable, mas decente, mas buena. Y estos con su relajo, aunque no tengamos vela en el entierro, nos pasan a fregar nuestro día.

Aparte antes los padres estábamos presentes y educábamos mejor a nuestros hijos que nos debían obediencia, que no nos cuestionaban. Ahora, parece que los chamacos mandan sobre su mamá y su papá, y que les da lo mismo faltarle a la gente mayor que por ser de más edad ameritaban mejor atención, cuidado y vanagloriedad- en palabras del mismo personaje que durante un recorrido dijo tanto y expresó el pensar quizás de muchas personas en temas distintos.

El trayecto acabó y sólo me restó expresarle que fue una plática con mucho sentido, aún sin preparación académica alguna, mas si una gran experiencia de vida con el caminar de los años.

Una bolsa con uvas y una manzana sin comer además de la tarifa cobrada le entregué. Espero un poco de alivió hacia un alma cansada, agobiada, estresada y convencida de que su sociedad le había fallado.

Hoy cierre de campaña en el Estado, mas manifestaciones de los normalistas y compañía, la veda electoral y un rezo para que se tranquilicen las aguas los próximos días.

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *