+ En peligro la autonomía de la institución…
+ La historia de intromisión gubernamental…
+ Un asunto recurrente en los Estados…
Ruperto Portela Alvarado.
DDHH EN CHIAPAS, LETRA MUERTA…
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Domingo 17 de Noviembre de 2019.- Retornar a los viejos tiempos de la vulneración de los derechos naturales e inalienables de los ciudadanos, es un atentado a la vida y a la dignidad de los seres humanos, como está sucediendo en el presente de los mexicanos y chiapanecos en particular.
“La Comisión Nacional de los Derechos Humanos es la principal entidad gubernamental mexicana responsable de promover y proteger los derechos humanos, en especial ante la perpetración de abusos por parte de funcionarios públicos o del Estado. Según el artículo 102 B de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es de carácter federal y posee autonomía de gestión y presupuestaria, así como personalidad jurídica y patrimonio propios. La institución, está acreditada ante las Naciones Unidas con el estatus “A” por el Comité Internacional de Coordinación de las Instituciones Nacionales para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos”.
Por eso, imponer una Presidenta de la Comisión Nacional de Derechos humano por consigna del Presidente de la República y estrechamente vinculada a las siglas del partido en el poder, es ilegal, de mala fe, con una intención perversa; irreverente, aberrante e irrespetuosa a la sociedad misma a la que debe servir.
Confrontar a los partidos y legisladores en aras de que “por la fuerza” y de la manera más grotesca e ilegal los senadores de Morena con la complicidad –al fin—del Movimiento Ciudadano, PRI, el Verde Ecologistas y del PT se hayan plegado al capricho de LÓPEZ OBRADOR para quedar bien con doña ROSARIO IBARRA DE PIEDRA a quien también le otorgó la medalla “Belisario Domínguez Palencia”, es una mala señal para la defensoría de los derechos humanos en México.
ROSARIO PIEDRA IBARRA –al margen de su calidad personal y activismo social—no es garantía de respeto a los derechos humanos ni digna de la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos por la forma en que llegó a la institución y fue nominada, además de sus nexos innegables con el Presidente ANDRÉS MANUEL, la filiación a Morena y la 4ª Transformación. Son muchos los negativos que la Señora, hoy responsable de la defensoría de las violaciones de los derechos humanos de los ciudadanos por parte del gobierno, carga en su currícula, y por lo tanto, no es garante ni confiable en el deber encargado.
LA HISTORIA DE LOS DDHH EN CHIAPAS…
Seguramente Chiapas ha sido personero de las decisiones del gobierno central y siempre ha aparejado a la voz de ya, lo que allá se hace, se dice o se ordena. Acá en el “Rancho Amado” que decía el “Gran Jefe Pluma Firme”, don GERVASIO GRAJALES, en todo tiempo ha sido laboratorio político, económico y social.
En Chiapas se han puesto en marcha los experimentos políticos (electorales), también económicos-sociales, como los de la Cruzada Nacional contra la Pobreza que luego se llamó “contra el hambre”. Inmediatamente que se creó el Instituto Federal Electoral (IFE) acá se creó su similar, antes que en ninguna otra parte. Somos la cola de todo; en rezago, retraso y en pobreza.
Pero el tema es el de los derechos humanos que durante el Gobierno Federal de CARLOS SALINAS DE GORTARI, por presión social y el fraude electoral de 1998, se creó el 6 de junio de 1990 (hace 29 años) la Comisión Nacional de Derechos Humanos que inauguró el doctor JORGE CARPIZO McGREGOR. Desde entonces, si las cosas no fueron muy bien, tampoco podemos decir que mal.
En Chiapas las luces de respeto a los derechos humanos tuvo su nacimiento con la visión del entonces Gobernador del Estado, JOSÉ PATROCINIO GONZÁLEZ BLANCO GARRIDO y la nominación como Presidente de la CEDH, –porque fue un nombramiento desde dentro del poder— del jurisconsulto ALBERTO DE LA ROSA SALAZAR, quien por falta presupuestal para su operatividad, renunció al cargo que le fue encomendado de manera inmediata y segunda en la historia de esa institución, a la licenciada YESMÍN LIMA ADAM en 1993, quien por cierto y por alguna razón repitió en la CEDH en el gobierno de PABLO SALAZAR MENDIGUCHÍA, desde el 15 de noviembre de 2004.
Pero no hay que hacerse guaje en la creencia de la autonomía de los consejos o comisiones –como se le ha denominado—de los Derechos Humanos pues han sido nominaciones del Ejecutivo Estatal en turno por conducto del Congreso del Estado, que siempre ha sido palero institucional. Podría ser que solo PEDRO RAÚL LÓPEZ HERNÁNDEZ haya cumplido una parte de su responsabilidad y autonomía de la CEDH, pero en el “pecado llevó la penitencia” con la intromisión del entonces gobernador PABLO SALAZAR que no le permitió tal osadía.
Otro zafarrancho por la disputa de la instancia defensora de los derechos humanos en Chiapas fue en el gobierno de ROBERTO ARMANDO ALBORES GUILLÉN quien impuso “a chaleco” a su amigo, FLORENCIO MADARIAGA GRANADOS quien antes había sido Secretario del Consejo Estatal de Seguridad Pública de donde le sacaron una averiguación previa por peculado que utilizó PABLO SALAZAR para mantenerlo más de dos años privado de su libertad en España y otros tres en Chiapas.
Pero MADARIAGA GRANADOS –actual Notario Público—es “ave de tempestades” y como tal quiso manejar el Consejo Estatal de Derechos Humanos entrando en conflicto con los consejeros, en especial con el Secretario Ejecutivo, DIEGO CADENAS GORDILLO, provocando un cismas al interior de la instancia que llevó a su desaparición y creación de la actual “Comisión” que con JUAN SABINES GUERRERO tuvo una nueva reinvención.
LA ERA DE JUAN JOSÉ ZEPEDA BERMÚDEZ…
Con toda esa introducción de lo que ha sido el “Consejo” o “Comisión” Estatal de los Derechos Humanos en Chiapas, a la conclusión que quiero llegar es a lo mismo que dice en un artículo el abogado y actual Síndico del Ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas, MIGUEL ÁNGEL DE LOS SANTOS: “Los derechos humanos suelen ser apropiados por los gobiernos para adornar sus informes y discursos políticos. En la materia, es mucho más fácil hablar de derechos humanos que trabajar por ellos…o respetarlos. La cuestión en Chiapas es que no sucede ni lo uno ni lo otro”.
Bueno, la historia es que entre la imposición y la degradación de la propia instancia defensora de los derechos humanos han “aterrizado” personajes que no tienen ni la más mínima noción de la materia y la ley que le tutela, y en esa presunción cae la figura política de JUAN OSCAR TRINIDAD PALACIOS –actual Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia—y su sucesor, JUAN JOSÉ ZEPEDA BERMÚDEZ, un empresario metido a la política por sus relaciones sociales y amistades íntimamente ligadas con el círculo del poder.
El Presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Chiapas, JUAN JOSÉ ZEPEDA BERMÚDEZ llegó al cargo el 15 de marzo de 2018 –después de ser el Secretario de Planeación y Desarrollo del Gobierno del Estado– por imposición del entonces Gobernador MANUEL VELASCO COELLO y la recomendación de su amigo JUAN CARLOS GÓMEZ ARANDA, Secretario General de Gobierno, a quien había sustituido en su anterior cargo. Su designación provoco una serie controversias y amparos que llevó a la sentencia de la autoridad federal de reponer el procedimiento que la LXVI y ahora la LXVII Legislatura hizo caso omiso.
Entiendo que “así han sido siempre las cosas desde la oficialidad” y que el gobernador en turno ha impuesto a su alfil, pero llegaron al extremo con ZEPEDA BERMÚDEZ porque hasta donde sé, ni licenciado en derecho es. Además, siempre ha sido integrante de la “gran sociedad chiapaneca”, vinculado a los cacicazgos que han gobernado esta tierra del retraso y rezago político, social y económico.
Lo cierto es que con JUAN OSCAR TRINIDAD PALACIOS y ahora con JUAN JOSÉ ZEPEDA BERMÚDEZ se inauguró una nueva forma de simulación de defensoría de los derechos humanos como sucede en otras instancias donde han creado oficinas para tal fin, como el Tribunal Superior de Justicia, la Fiscalía General de Justicia y la Secretaría General de Gobierno que no cuentan con una política seria en esta materia.
Por supuesto que JUAN JOSÉ ZEPEDA BERMÚDEZ es parte de ese entramado y “no le queda de otra” que ser un apéndice del Gobierno como lo fue con MANUEL VELASCO COELLO y ahora con RUTILIO CRUZ ESCANDÓN CADENAS, porque ejercer el poder desde una instancia que debiera estar inclinada a lo social y ciudadano, con tufo oficialista, es solo por “cuidar la chuleta” y ser “florero” de la gubernatura, como dijera el Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Dedicarse a firmar convenios de colaboración; organizar conferencias temáticas de derechos humanos o inherentes, “no es criticable”, pero deja entrever que el Presidente de la CEDH en Chiapas se distrae demasiado en menesteres que no abonan en mucho a la defensoría de los derechos humanos en la entidad pero que “como relaciones públicas y políticas”, le ha redituado demasiados dividendos, que sin lugar a dudas ha sabido aprovechar.
Lo que no se le pude perdonar a ZEPEDA BERMÚDEZ es que haya convertido a las CEDH en una dependencia burocrática que exhibe sus deficiencias donde se han quistado sus “preferidos/as” para gozar de las prebendas que da el cargo, los puestos y las plazas con destacadas precepciones económicas, que muchos ciudadanos de a pie ya quisieran. Se las dejo para el análisis y sus reflexiones…
Se acabó el mecate… Y ES TODO…
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MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DE COLUMNISTAS CHIAPANECOS. A. C.
