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CARTA A MARIANA, CON FESTEJO / ARENILLA

CARTA A MARIANA, CON FESTEJO / ARENILLA
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Querida Mariana: Raúl Espinosa Mijangos, el caricaturista comiteco, me dijo que en este 2023 Comitán celebra dos fechas simbólicas: el trigésimo aniversario de la fundación de la UNACH y del Archivo Histórico.
En fechas pasadas, el Archivo hizo un guateque en sus instalaciones y ya en estos días la UNACH celebra por lo alto.
Platiqué un rato con el director del archivo, el buen amigo Emmanuel Guillén (quien es nieto del gran bohemio Fidel Castañeda) y él me enseñó un documento que colocaron en una vitrina de exhibición, el documento (ya muy gastado) es del año 1957. Es un documento oficial que expide el licenciado Javier Aguilar Torres, quien fue presidente municipal de Comitán en ese año.
Muchos comitecos conocieron al licenciado Javier Aguilar, ya te conté que él es papá de mi querido compadre Javier Aguilar Carboney. Tuve el privilegio de estar cerca del notario en los años setenta, la bendición de conocer su casa, bueno, con decirte que tuve la gloria de beber trago en su sala y salir medio totoreco de ahí, en las reuniones que teníamos los amigos.
Pero, como siempre, ya me desvié del tema, pero no pude evitar, al ver el documento, recordar la imagen del notario, siempre metódico, hombre cabal.
¿Qué trata el documento? Algo que tiene relación directa con nuestra identidad. Recordá que, en esos años, en el parque central del pueblo existía una pérgola, con una cafetería. Las fotos muestran cómo existía un arco donde transitaba la gente y en el interior mesas con sillas para tomar un café, un refresco o un helado.
Quien atendió la cafetería fue Don Adolfo Argüello Guerrero. En el citado documento el “Licenciado Javier Aguilar Torres, como presidente municipal constitucional (…) certifica que con fecha cinco de noviembre del año mil novecientos cincuenta y siete celebró contrato de arrendamiento de la pérgola del parque central de esta ciudad con el señor Adolfo Argüello Guerrero…”
El documento tiene anotaciones hechas a mano donde aparece que esta fecha indica la prórroga del contrato que, aparentemente, se celebró con el ayuntamiento 1953 – 1955.
Lo que llamó mi atención, tal vez también la tuya, es que el citado documento expresa que en lugar de pagar una renta en efectivo, Don Adolfo se comprometía a “cuidar por todo el tiempo del contrato los jardines…”
Como ya dije, el documento está dañado, pero puede advertirse que la autoridad municipal estaba muy atenta al cuidado de los jardines del parque ya que menciona un “Comité Pro-Belleza del parque Benito Juárez, integrado por señoritas que, a invitación de la presidencia se hará cargo de ello”.
¿Mirás qué prodigio? Ah, el Comitán de los años cincuenta. Nada, ¡qué pena!, tiene que ver con el Comitán de 2023. Ya te he contado que ahora en el parque central, en el mero corazón de Comitán, la autoridad permite que un grupo de putitas tenga ahí su oficina, donde hacen el trato antes de ir a las posadas de la cercanía.
Un día la autoridad botó la pérgola y con ella se fue la cafetería, en su lugar hubo una fuentecita muy coqueta, luego construyeron un kiosco que fue cambiado por otro, que es el que permanece en el centro del parque ampliado.
Muchos ciudadanos recuerdan la pérgola mencionada, cuentan que en la parte alta y en la gradería celebraban actos cívicos y culturales; y, en la cafetería, echaban la chorcha y alguno que otro enamoramiento tuvo ahí su inicio.
Posdata: tengo entendido que fue en la administración del ingeniero Javier Utrilla Alvarado que se creó el Archivo Histórico. Varios directores han pasado por ahí, cada uno ha cumplido con la encomienda, pero si debemos ser honestos hay que decir que la licenciada Fabiola Aguilar fue quien puso orden al amontonamiento de papeles viejos. La licenciada Faby ahora trabaja en el archivo de la Facultad de Arquitectura, de la UNAM. ¡Nadita! Esto es ejemplo del conocimiento que tiene del manejo de archivos históricos.
Hoy, el licenciado Emmanuel también trata de dignificar el lugar, que no es el más adecuado, pero mientras no exista una autoridad que le dé la importancia que merece, la historia de Comitán seguirá en ese lugar que es muy húmedo y oscuro.
¡Tzatz Comitán!

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