+ Gobierno de simbolismos y ocurrencias…
+ “Yo tengo otros datos”; “primero los pobres”…
+ La fijación en el poder y las elecciones…
+ “Una Curva Plana, con Ascenso Lento, Lento”…
Ruperto Portela Alvarado
“CÓMO ANILLO AL DEDO”…
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Uno de los límites que impone la mente es mantenerse en la realidad y lejos de la locura. En esa premisa política, hay que prepararse para llegar y ejercer el poder con visión equilibrada y sensata; con visión del entorno y los sucesos, y no dentro de la mentalidad obnubilada y obtusa que produce el poder mismo.
Tener una fijación por el poder, es olvidarse del objetivo para el que se obtuvo la autoridad temporal, en este caso del gobierno presidencial es de un sexenio, 2 mil 190 días, 312 semanas o 72 meses como lo consigna la Constitución General de la República, y “este cuate” ya lleva 20 meses. Se trata de gobernar con apego a las leyes, no a las ocurrencias, caprichos e imposiciones o como dijera WINSTON CHURCHILL: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. “A yo me hablás”, como dijera el tonalteco.
El caso de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, su proyecto de la “Cuarta Transformación” y el gobierno en funciones, tiene una disyuntiva, seguir como va o cambiar para bien de él y los mexicanos. Hasta hoy, ha sido una administración de corte mediático, de simbolismo y frases acomodadas del reconocido acervo cultural del Presidente, quien han hecho de su investidura presidencial, un cúmulo de burlas, memes, canciones y críticas que no le benefician en nada. Terco y obstinado en una forma de gobernar, sin fondo social, político y económico, están conduciendo al fracaso.
“Primero los pobres” es una frase electoral que no se ha traducido en mejores estadios de vida de los mexicanos más vulnerables, porque el reparto indiscriminado, desordenado, sin reglas de operación es seguir prohijando pobreza y un acto de campaña anticipada a las elecciones del 2021 como también sucede con “Jóvenes Construyendo el Futuro”, las “Becas Benito Juárez” y el apoyo a los “Adultos Mayores”. Un acto descarado de clientelismo y compra de votos.
Es el caso de los “Servidores de la Nación” que se dedican a levantar censos y padrones de afiliados a los programas sociales de la 4T, son en realidad incondicionales partidarios de la política obradorista que se dedican a acumular datos de presuntos militantes de Morena que, seguramente tendrán un fin nada lícito en las elecciones del 2021 y 2024. Las dádivas de los programa sociales también tienen ese objetivo. Fue el caso –en su momento— llamar “Municipios de la Esperanza” a aquellos que estaban exentos de la pandemia del virus Covid-19.
“Austeridad Republicana” (Franciscana), es un pretexto para reducir presupuestos a sectores prioritarios como la educación, la salud y el empleo; una irresponsabilidad en el trato económico a las instituciones, sus titulares, trabajadores y beneficiarios como el Instituto Nacional de Cancerología, por ejemplo. Reducir el 75% de presupuesto a las partidas mil y dos mil a todas las dependencias, es un abuso de autoridad y falta de visión administrativa.
Las frases: “yo tengo otros datos” y “nos cayó como anillo al dedo”pasarán a la posteridad histórica y han tenido una respuesta negativa por el uso que el mismo Presidente AMLO les dio. Son partes de sus errores y arrogancia que, como dice el doctor JAVIER CASTELLANOS COUTIÑO: “la soberbia solo sirve para obstaculizar cualquier inteligencia y que usan los ineptos para esconder sus frustraciones”. Porque no te puede “caer como anillo al dedo”, algo que lastima y ofende a tus gobernados.
LÓPEZ OBRADOR no puede “tener otros datos” frente a los que le desmiente la realidad y la de los de expertos en la materia, como la economía y la estadística social como le indica el Banco de México y el CONEVAL. Esa es una actitud y conducta soberbia, autocrática y dictatorial, como la misma expresión acusadora de “conservadores”, “fifís”, “neoliberales” que divide y confronta a los mexicanos, o “la mafia del poder” que confunde cuando en su gabinete y colaboradores los tiene incrustados o protege aún bajo el signo de corrupción que los persigue.
“El Combate a la Corrupción” es una falacia que el Presidente ha dicho “ya se acabó” en su gobierno y la 4T. Yo digo que no es cierto, a reserva de lo que diga la concurrencia. Los ejemplos de corrupción en el seno del gobierno “López-Obradorismo”, están a la vista de todos; no lo pueden negar, pero lo hacen con toda desfachatez argumentando: “no somos iguales”, aunque pareciera que son peores, enarbolando la bandera de “la honestidad valiente”.
La cereza del pastel han sido las frases del “científico epidemiólogo”, HUGO LÓPEZ-GATELL RAMÍREZ, encargado del asunto de la pandemia del Coronavirus, quien en una de esas dijo que, “el presidente puede dar abrazos y besos, porque su fuerza no es de contagio, sino moral”. El subordinado médico ha cumplido muy bien su rol de “complicado fraseólogo” y “queda bien” con su “Patrón”. Se creyó lo del meme donde sale con la banda presidencial y se dedicó a hacer política, pero lo más reciente es su frase relacionada con la pandemia: “estamos en una curva plana, con ascenso lento, lento, lento”…
LOS HECHOS Y DESHECHOS…
El engaño, la burla y los desatinos del Presidente son reiterados. Se resiste a reconocer que se han equivocado y hasta mienten en aspectos tan delicados como la salud al asegurar que hay medicinas, equipo y material médico en los hospitales, que los propios trabajadores desmienten.
Las conferencias mañaneras se han convertido en el púlpito de sacramentación de los colaboradores corruptos y exaltación de la figura propia del Presidente que vive en Palacio Nacional por igualarse al “Benemérito de las Américas”, aspirando pasar a la historia. Es tiempo perdido el mañanero que utiliza ANDRÉS MANUEL para “desinformar”, acusar o enfrentar a sus “enemigos” de molinos de viento. Ya se le exige que se ponga a gobernar, dejar de hacer campaña y confrontar a los “neoliberales” y “conservadores”. La pregunta es: ¿a qué o quién le teme el Presidente?¿A sus propios fantasmas?.
¿Venganza o celos, fue lo que lo llevó a cancelar el proyecto del aeropuerto de Texcoco?, o solo un capricho, porque si era por el daño al medio ambiente, ese ya estaba hecho con miles de toneladas de cemento tirados en las bases del cimiento ya fraguadas. Ahora están vendiendo los fierros y estructuras, contratando a las mismas empresas que les quitó la obra, para construir el aeropuerto “Felipe Ángeles” de Santa Lucía. ¿Incongruencias o corrupción?.
“El Avión, el Avión”, es otra de las faramallas, mentiras y engaños con que opera el Presidente y la 4T. Van a rifar un avión que “no se va a rifar”, pero que aparece en los billetes de la lotería, de los que programaron vender 6 millones de cachitos y solo llevan adjudicados 500 mil con una recaudación de 750 millones de pesos, de un total de 3 mil millones. De esa cantidad se tendrán que pagar –a razón de 20 millones de pesos a 100 ganadores— dos mil millones de pesos. Le quedarán mil millones, de los que tendrán que pagar gastos de operación, distribución, comisiones y el restante para la liquidación del avión que no es del gobierno mexicano y, que no les alcanzará el dinero. ¡Otro Fraude!.
Y como “yo tengo otros datos” que faltaron comentar, dejo a la libre expresión y de pensamiento, la calificación, punto de vista y comentarios a mis lectores o, “un aplauso al fracaso”…
Se acabó el mecate… Y ES TODO…
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MIEBRO DE LA ASOCIACIÓN DE COLUMNISTAS CHIAPANECOS. A. C.
