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Tuxtla, la inseguridad y los tuxtlecos / Código Nucú

Tuxtla, la inseguridad y los tuxtlecos / Código Nucú
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César Trujillo

Tuxtla es una ciudad insegura. El mismo Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, lo ha revelado en varias ocasiones. Los mismos habitantes de la capital del estado lo consideran y exponen cada que son encuestados. Las noticias en los medios lo respaldan, cuando los intereses así convienen.

Desde el 2012, a la fecha, la ciudad vive inmersa en los delitos de alto impacto, pese a las declaraciones infladas de las corporaciones de seguridad (municipal y estatal). Tuxtla Gutiérrez, por ejemplo, se caracteriza por la proliferación de los delitos de Robo a Vehículos, Robo a Casa-Habitación, Robo a Negocio y Lesiones. Parecen estos ser el pan de cada día: el ataque a un velador en el fraccionamiento Las Flores este fin de semana, por una supuesta postura de racismo, es una de las tantas muestras de lo que vive la ciudad día a día: violencia e inseguridad juntas.

Yo mismo he sido víctima de asalto en dos ocasiones: una el año pasado, casi frente a mi domicilio, cuando dos sujetos me arrebataron el teléfono y se echaron a correr sin pudor alguno. Me mostraron un arma y supe que no había necesidad de arriesgarse por nada y cedí al asalto. La segunda ocasión fue el día viernes por la noche. Sí, este fin de semana que apenas terminó. Los asaltantes llegaron de la nada en un tsuru color blanco, se bajaron (tres jóvenes y una jovencita; el chofer se quedó con el vehículo encendido) y sin mediar palabra me agredieron y amedrentaron, usaron improperios, me pusieron unas patadas, me quitaron la cartera y el teléfono celular, y se marcharon campantes. Caminé desubicado por el susto (lo confieso). Sólo se me ocurrió tomar un taxi y llegar a casa. No quería nada más. Afortunadamente no me hicieron daño y creo, que aunque suene mal, uno agradece salir vivo de este tipo de eventos desafortunados.

Y no soy el único que ha pasado por estas experiencias negativas. Hace unos meses a mi amiga “La Güera” la alcanzaron a las 11 de la mañana dos sujetos a bordo de una motocicleta. Con una pistola que le pusieron en la cabeza la despojaron de su bolsa donde llevaba más de 8 mil pesos que iba a entregar de una tanda, más los dos teléfonos celulares y la cartera con sus documentos. Sí, se siguen llevando todas las pertenencias aunque no les sirvan para nada. Sí, siguen portando armas en la ciudad que dicen sí es segura, aunque los ciudadanos seamos los que, por las malas experiencias, sepamos que no es así.

A esto le puedo sumar los asaltos a las tiendas cercanas a mi domicilio, incluyendo una clínica dental. Todas asaltadas a la luz del día. Nuestro mismo hogar fue asaltado por tres sujetos con armas de fuego: amedrentaron a la familia que estaba viendo unos videos en la laptop. Se llevaron la computadora, los teléfonos celulares y dinero en efectivo. Llamamos a la policía. Sí, sí llegaron. Una hora después, pero llegaron. Anotaron en una libreta. Preguntaron lo mismo dos o tres veces. Se les dio santo y seña. Se marcharon con la promesa de traer información en breve. No, no, nunca regresaron. Nunca.

El mismo Oxxo que queda a tres cuadras de la casa ha sido asaltado en tres ocasiones este mismo año. La policía responde a los llamados, pero no pasa nada. Caen dos ladronzuelos y surgen pandillas y pandillas que se dedican a lo mismo. La inseguridad nos ha rebasado a todos y no se ve cómo este mal pueda corregirse. No puedo pasar por alto que la semana pasada a la hija de un amigo columnista le tocó ser víctima de otro asalto. Policías cerca y nada de seguridad. Las cámaras permitieron dar con los asaltantes y probar un poco de justicia.

¿Esta es la ciudad segura?, ¿este es el Tuxtla que nos toca tener? Entiendo perfectamente el crecimiento demográfico e, incluso, el éxodo de muchas personas de los municipios a la ciudad, sin embargo, eso no justifica la negativa de los tres órdenes de gobierno de no aceptar que sí existe un serio problema de inseguridad. Me ha tocado ver asaltos a plena luz del día en el primer cuadro de la ciudad. ¿El 066? No, ese simplemente no responde, no como se requiere. Esperemos, pues, que las cosas mejoren. Tuxtla y sus tuxtlecos no aguantamos más.

Manjar

Dicen las malas lenguas que el Frente Ciudadano por México en Chiapas no se dará. Que en su lugar se van a aliar esos mismos con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y otros más. La rumorología crece y crece. Lo cierto es que en la entidad el Frente parece estar en pañales y no se ve si esa mezcla vaya a cuajar. Ya veremos que dicen los consejeros y los líderes del PRD y el PAN. Ya veremos que dicen todos los demás. #TiemposDeValsUnDosTresUnDosTres // La recomendación de hoy es Psicoterapia y humanismo de Viktor E. Frnkl y el disco N otra vida de Édgar Oceránsky. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

@C_T1

palabrasdeotro@gmail.com

César Trujillo

9611678707

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