Home Columnas Covid y elecciones / A Estribor

Covid y elecciones / A Estribor

Covid y elecciones / A Estribor
0
0

Juan Carlos Cal y Mayor

A propios y extraños tiene sorprendidos el manejo que se está dando en nuestro país a la crisis sanitaria. Las televisoras extranjeras y diversos medios muestran su sorpresa por la manera en que el presidente mexicano se está tomando el riesgo de haber aplazado la cancelación de eventos masivos y continuar con sus giras al interior del país.  El hecho en particular de que él presidente siga repartiendo saludos, abrazos, besos y apapachos cuando en la mayoría de los países del mundo se han decretado cuarentenas para evitar los contagios.

El gobernador de California, Gavin Newson, ordenó el confinamiento obligatorio para más de 40 millones de personas. En Argentina Chile y Perú lo mismo. Encuarentenados todos.  Honduras ha declarado estado de sitio y al igual que el Salvador han cerrado sus fronteras. La alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri, ordenó cerrar con vehículos municipales la pista del aeropuerto de su ciudad para impedir el aterrizaje de un vuelo de Iberia cuyo objetivo era la evacuación de ciudadanos españoles a los que la crisis del coronavirus habría sorprendido en aquel el país.

La mayoría de los países están reaccionando siendo que sus sistemas de salud son insuficientes para atender a la población afectada. México no será la excepción. Hay que decirlo con toda claridad. No estamos preparados para atender en la denominada fase 2, que es el contagio comunitario, a una población que se volverá demandante de servicios hospitalarios que ya de por si se encuentran rebasados. Recién se canceló el Seguro Popular y la implementación del INSABI ha resultado un fiasco. Según la CIA World Factbook, México ocupa el lugar 125 del mundo respecto del numero de camas por cada 1,000 habitantes. Mónaco ocupa el primer lugar con 13.8, Japón el 2do con 13.4 y México tiene 1.5.

Las autoridades de Salud calculan que en México unas 250 mil 656 personas se podrían contagiar de COVID-19, y de ellas 10,528 requerirían terapia intensiva, al estar en estado crítico.  Se estima que la “tasa de ataque” en México sea de 0.2% tomando como referencia a China, aunque la cifra ha variado por país. De esa cantidad, unas 140,367 solo requerirían tratamiento ambulatorio, es decir, en su hogar, sin requerir ser hospitalizadas.         En cuanto a pacientes que sí requerirían hospitalización, aunque sin requerir terapia intensiva, el cálculo es de 24,564 personas. La red de hospitales públicos de todo el país dispone de alrededor de 3 mil camas para cuidados intensivos de pacientes que se encuentren gravemente enfermos. Ateniendo a las cifras es entonces probable que 2 de cada 3 personas no podran ser atendidos. Salvo que suceda otra cosa, no es agradable decir a grosso modo, que probablemente morirán unas 6 mil personas en el país aunque no deja de ser una mera proyección matemática.

Todo esto lo debe tener muy claro el presidente. Más allá de los amuletos y dejar el destino, incluso el suyo propio, en manos de Dios, lo que están tratando es administrar la crisis y enfrentar como viene el trancazo de la fase fuerte de propagación. No tienen de otra. Vendrá una guerra de cifras porque seguramente muchos casos no quedarán documentados. Los conspiranoicos seguirán diciendo que la oposición quiere sacar raja de las desgracias que se avecinan.

Tienen también muy claro el grave impacto en la economía. La recesión será mundial, pero a México en particular lo toma desprevenido. No hay margen de maniobra para apoyar con recursos a la economía informal ni a las pequeñas y medianas empresas. Habrá desempleo y carencia de recursos para solventar lo mínimo requerido para la subsistencia de las familias. Se antoja pensar que el gobierno podría cancelar cuando menos el Tren Maya. Podría salvarlo la reapertura de inversiones en el sector energético, pero eso no va suceder.

¿Qué es lo viene entonces? Ya dieron la primera señal. Se dio el adelanto por 4 meses al apoyo para los adultos mayores. Se endeudará al país hasta por 180 mmp, ya lo autorizó el Congreso para dar apoyo a las familias más necesitadas. No se fomentará el empleo sino la dependencia de un nuevo programa social para atender la emergencia. Tienen la mira las elecciones del próximo año. Saben que la popularidad del presidente va en picada. La apuesta será por el reparto de dinero y asegurar con eso, listas en mano, mantener su mayoría en el congreso. Ya lo veremos…

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *