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Violencia en México: Verdades a medias

Violencia en México: Verdades a medias
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Juan Carlos Cal y Mayor Franco

“No hables mal de tu camello, porque un día lo tendrás que vender”
Proverbio Árabe

El 9 de mayo próximo pasado los medios de comunicación en México difundieron una nota donde según el informe anual del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés), México es, después de Siria, el país del mundo que vive una situación de violencia mayor en número de muertos. Dicho Instituto es una organización no gubernamental que se autodescribe como “Una organización benéfica registrada, con sede en Londres. La IISS también tiene oficinas en Washington, Singapur y Manama, Bahréin. El IISS es una organización no partidista, independiente del gobierno y de otros organismos. Su misión es promover la adopción de políticas sólidas para promover la paz y la seguridad mundiales y mantener relaciones internacionales civilizadas.”
Se trata pues de una ONG, como hay miles alrededor del mundo, cuyas opiniones no son vinculantes, no tienen ningún carácter “oficial”,  ni representan el criterio de organismos internacionales como la Organización de la Naciones Unidas, donde este tipo de veredictos, requieren estudios más serios y una mayor responsabilidad a la hora de emitirlos.
Claro que para los que tienen como deporte criticar al régimen político mexicano, es “carnita pura” para sacar raja y provecho político, sobre todo para aquellos que de cara a las elecciones del 2018 fomentan la polarización de la sociedad que luego compra la idea de que lo que dicen los medios de comunicación en nuestro país y organismos como IISS  con nombres rimbombantes merece ser signo de crédito. En su momento la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE) hizo las precisiones necesarias para desmentir dichas afirmaciones. Sobre todo si se considera que el número de muertos por las estadísticas de la violencia es proporcional al número de habitantes de un país como el nuestro que de acuerdo a estadísticas oficiales ocupa el onceavo lugar a nivel mundial con una población de alrededor de 123 millones de habitantes.
El asunto toma relevancia porque Donald Trump, desde su cuenta de Twitter, reabrió recientemente la polémica al señalar, de nueva cuenta, que México es el segundo país más violento después de Siria. La afirmación es un absurdo porque Siria vive, lamentablemente, una situación de guerra donde grupos terroristas como Al Qaeda y el estado islámico sostienen una confrontación armada  contra el régimen y recurren además a atentados violentos que nada tienen que ver con lo que sucede en nuestro país. Lo que sucede en México es completamente diferente porque las causas de la violencia están asociadas al combate contra la delincuencia organizada y donde las víctimas son producto del linchamiento entre grupos criminales o enfrentamientos contra las fuerzas armadas y policiacas que cumplen con su deber al combatir este flagelo contra la sociedad.
Mal hacen quienes retoman estas noticias como ciertas y las difunden en su afán de descalificar al gobierno. Así sucedió durante la administración de Felipe Calderón, al que denostaron igual que a la actual administración; como si fuera más conveniente pactar con los criminales y permitir que actúen a sus anchas a cambio de llevar la fiesta en paz. Es un dilema ético y sobre todo legal. Quienes pregonan y citan reiteradamente las estadísticas mortales en nuestro país parecieran ser cómplices de los criminales y de la idea de que el gobierno se haga de la vista gorda para no cargar con la culpa y ser juzgados por genocidas lo cual resulta una afirmación que nada tiene que ver con los casos reales que ha vivido la humanidad, como sucedió con el régimen Nazi. El genocidio es la “aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos”. Y eso no está pasando en México. En Siria, que vive una situación de guerra y conflicto armado, las cifras redundan entre 250 y hasta 400 mil muertos. En Irak, Palestina o Afganistán las víctimas son producto del fratricidio y la intervención militar de potencias extranjeras. Por eso la comparación es absurda.
La SRE reconoció que México tiene un problema significativo de violencia, sin embargo, negó que sea el segundo país más violento del mundo. Según la ONU, países como Honduras, Venezuela, Belice, Colombia y Brasil tienen tasas de homicidio de 90.4, 53.7, 44.7, 30.8 y 25.2 por cada 100 mil habitantes, respectivamente, mientras que en México la tasa es de 16.4.
Según datos del Banco de México, nuestro país cerró el año pasado con casi 30 millones de turistas extranjeros, dato que ubica a México en el décimo lugar del ranking mundial. Dar por ciertas y propalar –en algunos casos pareciera que hasta festinar sus aviesos fines políticos- este tipo de noticias, afecta seriamente a la economía de nuestro país donde el sector turístico es el mayor  generador con 3.8 millones de empleos.
A nadie se le ocurriría pasar vacaciones en Siria en este momento, a pesar de contar con extraordinarios sitios arqueológicos declarados patrimonio mundial de la humanidad. Aceptar que México ocupa el segundo lugar como país más violento, es ahuyentar a inversionistas y a todos esos millones de turistas que hoy son fundamentales para la economía en nuestro país. No es así y punto.

jccymf@yahoo.com

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