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La Feria / Orgullo de México

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Sr. López

 

Las fuerzas armadas de México se componen del Ejército Mexicano, la Fuerza Aérea Mexicana y la Marina Armada de México. Vamos a hablar de eso. Vamos a hablar en serio: es lo último respetable que le queda al país.

 

Sin rubores: el enorme escándalo por el video en que aparentemente un militar ejecutó el 3 de mayo pasado a un civil tendido boca abajo en el suelo, ha provocado una montaña de afirmaciones en contra de nuestras fuerzas armadas que son una canallada.

 

La sola lectura de titulares (‘cabezas’), sobre ese hecho, deja en el lector promedio la impresión de que ha sido probado que nuestras fuerzas armadas andan asesinando ciudadanos, en todo caso, ‘presuntos’ delincuentes; hay que leer las notas completas para enterarse que no fue así… pero dejando sembrada la duda. Y eso es una canallada.

 

Sin poder saber la verdad (al menos hasta ahora), aceptemos que un militar sí asesinó a un civil. ¿Y…? Si así fue, eso está muy mal, eso no se hace… ¿y…? De ese hecho (si fuera rigurosamente cierto), no se concluye que nuestras fuerzas armadas anden exterminando mexicanos: un soldado cometió un delito, nada más. O más soldados… nada más.

 

En once años de guerra, la Comisión de Derechos Humanos (CNDH), ha presentado 125 denuncias que involucraron a 389 militares que fueron investigados y de los que fueron juzgados se encontró culpables a 53, ya sentenciados y purgando condena…frente a 3,916 combates entre las fuerzas armadas y las bandas criminales (al 13 de diciembre de 2016; dato oficial obtenido por El Universal, vía Ley de Transparencia), y más de un millón de operativos de seguridad de todos tipos, de retenes a recorridos, de rastreos a investigaciones, de erradicación de plantíos a revisiones de transporte público, más de un millón en estos once años (cifra tomada de declaraciones de Javier Oliva, investigador de la UNAM).

 

Un ejército que realiza operativos a esa escala, libra casi cuatro mil combates y tiene 53 elementos culpables de conductas ilícitas, no es sino un ejército disciplinado, muy bien entrenado y que no tiene órdenes de arrasar. Ya lo habrían hecho. Y por cierto, nuestro ejército no anda tras unos desesperados que cometen delitos por hambre y andan a salto de mata: solo en los primeros 10 años de esta guerra, decomisó a los narcos más de 91 mil armas largas, casi 59 mil cortas, cerca de 10 mil granadas, más de 500 lanzagranadas, 98 lanzacohetes y arriba de 4 millones de cartuchos.

 

Tan no está nuestro ejército exterminando mexicanos que de los capos del narcotráfico han detenido y entregado a 82 y aparte, han muerto 14 al enfrentarlos, no ejecutados… 14 frente a 718 militares muertos del 2000 al 29 de agosto de 2016 (499 soldados rasos, 14 mandos, 204 oficiales y un cadete).

 

Y también hay otros videos: Noticias de Milenio subió en 2012 un video en que aparecen siendo torturados terriblemente cuatro soldados; y el 14 de julio de 2015, los narcos subieron a las redes el video de las bárbaras torturas que sufrieron hasta morir dos soldados, cuya identidad confirmó el general Carlos René Aguilar Páez, comandante de la VI Región Militar. Sí, hay de otros videos, pero no hay los mismos escándalos, ni los mismos comentarios de súbitos críticos y especialistas de ocasión.   

 

Por otro lado y para contrastar, los enfrentamientos entre narcos y de ellos contra la ciudadanía común, autodefensas y la autoridad, arrojan 174,652 fallecimientos en los mismos 11 años (dato del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública), y casi 30 mil desaparecidos. Pero tan el ejército no tiene instrucciones de matar lo que se le plante enfrente, que por eso hay 72,384 detenidos relacionados con el narco sujetos a proceso (al 13 de diciembre de 2016; dato oficial obtenido por El Universal, vía Ley de Transparencia). Y lo mismo aplica para los cuerpos policiacos, que si quisieran, ya hubieran formado escuadrones de la muerte. Y nada de eso pasa en México.

 

Otra cosa que debe señalarse es que por derechos humanos, las fuerzas armadas, nuestras fuerzas armadas, no pueden usar armamento pesado, ni calibres considerados excesivos, cosa que ratificó el general Ricardo Trevilla, vocero de la Secretaría de la Defensa:

 

“El armamento colectivo -el pesado- no lo podemos utilizar contra el crimen organizado, por apego, por respeto a los derechos humanos, es decir, nosotros tenemos lanzacohetes, pero no los utilizamos -por ejemplo- en una casa de seguridad donde sabemos que hay delincuentes (…) puede haber alguien secuestrado, también el uso proporcional de la fuerza debe establecerse (…)’. Éste es nuestro ejército.

 

Y agregó el general Trevilla: ‘(…) al final es una desventaja que ha causado pérdida de  vidas, personal militar ha muerto por apegarse a esta normatividad, así debe ser y la cumplimos’. ‘Así debe ser’, dijo…

 

Insisto: éste es nuestro ejército, que es el mismo que siempre acude a apoyar a la población en inundaciones, terremotos, incendios y cualquier tragedia. Y como la memoria es corta nada más le recuerdo cuando se inundó el 70% del territorio de Tabasco… fue nuestro ejército el que le entró a eso, con ingenieros, maquinaria pesada, puentes portátiles, 32 toneladas de medicamentos, vacunación a la ciudadanía y casi 22 mil consultas médicas.

 

Por eso es que siguen siendo lo más respetado por la gente, aunque haya prensa y gente de prensa ávida de nota escandalosa, le cueste a quien le cueste y le pese a quien le pese, sin mentir y mintiendo.

 

Merecen que se les pida disculpen el mal trato que hoy reciben de esos pocos. Disculpen ustedes.

 

Sin negar (ni querer negarlo), que hay casos de abusos, debe decirse: no son ni de lejos, lo general, ni la norma ni los mandos lo toleran. Lo general es que sean lo que son y por eso, contra la gritería de los que viven de gritar, son, siguen siendo, no tengan duda, el orgullo de México.

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