Carlos Álvarez
El Consejo Nacional de Población analizó los efectos derivados de variaciones en la fecundidad, mortalidad y migración con base en indicadores demográficos y económicos, además de los requerimientos futuros en materia de educación, empleo, vivienda y salud; algunos de las estimaciones son que la tasa de mortalidad infantil disminuirá a 6.9 en 2050, y un estancamiento de la esperanza de vida que se prolongaría por más de dos décadas; llama la atención la disminución de la fecundidad de 0.56 hijos por mujer, además que la tasa de fecundidad temprana se seguirá centrando en mujeres entre 20 y 24 años.
El CONAPO presentó la colección “Proyecciones de la población de México y en las entidades federativas 2016-2050”, en él se revela que se espera una diminución constante de la fecundidad en Chiapas: aproximadamente 2.48 hijos en 2030 a 2.26 hijos en 2050.
La estructura seguirá teniendo un patrón temprano, esto es que el promedio se centrará en mujeres entre 20 y 24 años, reduciéndose de 157.7 a 136.9 nacimientos por cada mil mujeres entre 2015 y 2030.
El promedio de hijos y/o hijas que una mujer chiapaneca tiene en promedio, entre los 15 y los 49 años, ronda entre los 2.82 hijos en 2015. Sin embargo, esto refiere un descenso pues de 1970 a 2015 el promedio ha decrecido aproximadamente 4.63 hijos por mujer, es decir de 7.45 hijos en 1970 a 2.82 en 2015.
Desde el 2002 la esperanza de vida de los chiapanecos se ha estancado en 74.1 años, sin embargo, enfermedades crónico degenerativas, siendo mínima la variación pues para 2030 se espera una esperanza de vida de 73.2 años en hombres y 76.3 en 2050; para las mujeres 78.7 años en 2030 y 82 años en 2050.
De acuerdo a la CONAPO el descenso de la fecundidad en Chiapas se debe a los limitados servicios de salud en materia de reproducción. El deseo de jóvenes, hombres y mujeres, en no tener descendencia ha aumentado derivado de la falta de empleo remuneradores, acompañado de la casi nula planificación familiar predominante en las nuevas generaciones.
