Juan Carlos Cal y Mayor
Arrancaron en tercer lugar en las encuestas y de ahí no va a pasar. Hoy alquilan y reclutan personal para zarandear banderas del PAN pretendiendo capitalizar, según ellos, el voto duro. Lo mismo podrían estar haciendo si se tratara de promover descuentos en una pizzería. Simulan ignorar que los liderazgos que le dieron sus mejores triunfos al PAN hoy ya no están más ahí. Son ellos, los de las tortillas, así serán recordados.
Dos de los tres alcaldes que hicieron de Tuxtla una de las 10 mejores ciudades para vivir hasta el 2004 hoy cierran filas con Paco Rojas, uno de ellos. Cerré filas yo, para acompañarlo por la diputación federal, para sumarme a una alternativa real contra el desaseo con el que estropearon la posibilidad de una alianza verdaderamente competitiva. Manuel Sobrino uno de los mejores activos que tenía el PRI, también quemó sus naves, lo menospreciaron. Por eso hoy representamos una alternativa verdaderamente ciudadana. En el cabildo de Paco Rojas, no figura ni un solo militante de algún partido. No hubo el tráfico de cuotas que se acostumbra.
No tengo duda de que va a haber un voto de castigo para Morena el 6 de junio. De la esperanza se ha pasado a la desesperanza. Lo escuchamos, lo palpamos en la gente que les dio su confianza porque les dijeron que estarían mejor. Es probable que algunos se abstengan, pero ya no se repetirá el fenómeno del 2018. No sólo porque Amlo no va en la boleta, sino porque su propia popularidad ha caído. Muchos gobiernos emanados de Morena no han dado los resultados esperados. El gobierno federal les cerró la llave del presupuesto y con saliva no se gobierna. Hay además un enorme descontento en lo que fueron las bases simpatizantes de ese partido por el opaco proceso de selección interna de sus candidatos. La imposición de Salgado Macedonio ahora a través de hija y el trágico accidente en la línea 12 del metro, son un golpe en la línea de flotación de Morena a nivel nacional.
En ese escenario se han modificado las tendencias. Morena va en franco decrecimiento. En varios estados del norte sus candidatos a la gubernatura van a la baja, pero no solo ahí. En mucho dependerá del peso de las candidaturas locales. Hay descontento por la crisis económica y eso no lo perdonan los electores. La inseguridad se incrementa en la misma proporción. Por eso lo que pretende ahora la Alianza es descarrilar a Movimiento Ciudadano porque resulta que les está comiendo el mandado. La dupla del joven Colosio y Samuel García en Nuevo León se fue hasta arriba en poco menos de un mes. Ese crecimiento es ascendente en algunas parte del país. Nayarit, Colima y Campeche pueden dar también la sorpresa. Y Movimiento Ciudadano no es el Verde. Suena más empático con la ciudadanía en este momento de descrédito de los partidos tradicionales.
La campaña desleal consiste en tratar de ubicar a Movimiento Ciudadano como un aliado de Morena. Es una falacia y un despropósito porque la postura del partido ha sido clara y abiertamente desafiante a la 4t. Para el caso de Tuxtla veo muy factible que Movimiento Ciudadano pueda ganar con la fórmula que representamos porque los escenarios se han modificado. La luna de miel ya pasó. Los votantes que esperaban un cambio verdadero están viviendo la resaca de la decepción. Ya no basta con culpar al pasado. La gente quiere respuestas. Les dijeron que estarían mejor y cada vez están peor. Y no, no es culpa de la pandemia, sino de las malas decisiones económicas del gobierno. El derroche de recursos en los megaproyectos son infructuosos cuando estamos inmersos en una emergencia económica sin precedentes. Y los programas sociales resultaron placebos que solo mantienen esperanzados a unos cuantos.
Caligula ya no puede imponer a su caballo como cónsul. Ya le perdonaron todos sus excesos, pero más no se puede. Los facinerosos que rodean al inquilino de palacio no se atreven a desmentirlo, pero lucran a sus espaldas. Sabotean la renovación moralina con sus excesos. El pueblo no es tonto. Ya se hartó de todo y de todos, pero no puede renunciar a su derecho a elegir a lo mejor o lo menos peor. El pueblo perdona casi todo pero no que lo dejen en la calle sobreviviendo con los mendrugos que le obsequia el poder. De saliva de no se vive. Y eso, créanmelo, se vera reflejado el próximo seis de junio. Se llevarán una sorpresa. Una de ellas en Tuxtla con Movimiento Ciudadano.
