César Trujillo
La estrategia que crearon en el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (Coneculta) de rodearse de gente capaz en los diferentes espacios es acertada. Dar cabida a quienes conocen del tema, y que están frescos tras no haber ocupado puestos en los otros sexenios, es algo que le rendirá frutos a su titular Cecilia Flores y, por supuesto, al mismo gobernador Rutilio Escandón Cadenas: quien a finales del año pasado tuvo un acercamiento con parte de la comunidad de artistas.
La idea de renovar los espacios, de oxigenarlos, de transformar las ideas, de revolucionar lo que se viene haciendo y cambiar las fórmulas, confieso, era ya un bien necesario para mostrar que el rumbo de este nuevo gobierno sería diferente, y que nuevos senderos se estaban alistando en estos tiempos de la llamada Cuarta Transformación: a la que muchos le exigen de manera inmediata los cambios con apenas un mes en el poder.
El primer paso fue dar la oportunidad a una mujer como la maestra Cecilia Flores, exalcaldesa de San Cristóbal de Las Casas, para tener las riendas del Consejo de Cultura de la entidad (un tema que conoce perfectamente), quien rápido ubicó a quienes serían parte de su equipo, algunos excolaboradores en su paso por el ayuntamiento coleto (y otros nuevecitos), pero eso sí: que traen relaciones con la comunidad artística de la entidad y en los demás estados, lo cual es de suma importancia para la encomienda.
Por ello, entre esos nombramientos, a título personal, me congratula saber que el Centro Cultural Rosario Castellanos, en el municipio de Comitán de Domínguez, ha caído en las manos del poeta y artista plástico Arbey Rivera, con quien tengo el gusto de compartir no sólo el amor por la poesía y la pintura (yo no dibujo ni un garabato pero él sí), sino una amistad entrañable y una camaradería que se ha fortalecido con el paso de los años en el que hemos coincidido en diferentes eventos y reuniones.
Y digo que me da mucho gusto no sólo porque se trata de uno de mis amigos, sino porque Arbey se ha ganado a pulso ese espacio: soy testigo de su esfuerzo y su ímpetu en cada uno de los proyectos que ha comenzado, y sé de su capacidad operativa, la cual es necesaria para ese tipo de labores.
Los años de trayectoria como pintor, como poeta y como promotor cultural respaldan ese caminar que no ha sido fácil y varios hemos sido testigo de ello. Sin embargo, no lo he visto claudicar y eso, tarde o temprano, rinde sus frutos. Quien siembra, tarde que temprano levantará su cosecha, decía mi abuelo en estos casos.
Porque si usted aún no lo sabe, el amor que Arbey tiene al arte lo ha llevado a sostener el Puente Cultural: un espacio acogedor donde mantiene un taller de creación literaria que ahora está ya en su segunda generación y que cuenta, incluso, con una antología de los mejores trabajos de la primera camada.
Y no es todo, pues a la par de esto Arbey puso en marcha, de la misma manera, un festival de arte y literatura al que bautizó como Balún Canán y que ha sacado adelante con mucho esfuerzo y con ayuda de varios de sus amigos: luego de que los gobiernos anteriores le dieran la espalda y priorizaran otro tipo de cosas (nada raro en Chiapas).
De lo que sí estoy seguro es que con la visión que el poeta tiene podrá echar a andar un sinnúmero de eventos en donde el Centro Cultural, que porta el nombre de una de las grandes escritoras mexicanas, sea el punto de encuentro para los ciudadanos con la cultura y el arte.
En muchas ocasiones hemos señalado que sólo el arte puede salvarnos y que una de las formas de lograrlo es acercándolo a la gente, con la oportunidad de apertura de espacios en donde se tenga el respaldo del gobierno (pues éste es quien tiene el capital económico, guste o no) y el trabajo de los ciudadanos. Hoy, parece que esos espacios están siendo apuntalados y podrán ser empleados para eso.
Ya estaremos pendientes de todo lo que venga. Siempre hemos dicho que cada espacio debe ser ocupado por méritos propios y en el caso de Arbey estos sobran. ¡Enhorabuena, querido amigo! ¡Muchos éxitos en esta nueva aventura!
Manjar
En estos tiempos he visto a muchos que eran loadores del exgobernador Manuel Velasco Coello volverse sus más ínfimos detractores. Lo acusan de todo aquello que se les ocurra y se llenan la boca de justicia. Se creen paladines y apuntalan la hoguera con más leña. Ponen dedo en la herida y la adornan con sal. Fingen demencia de que ellos formaron parte de eso mismo que acusan, como si no recordáramos que se dieron la gran vida, que se sirvieron con la cuchara más grande, y hoy que ven a su mecenas fuera de la jugada, que saben que ha perdido la corona, lo crucifican buscando congraciarse con el nuevo gobierno: fingen ser críticos cuando sólo es una de sus últimas jugarretas para ver si alcanzan teta. De cínicos, interesados y lenguas larga están llenos los reinos de las redes, no cabe duda. #AQuiénLeQuedeElSaco // “Qué lástima que pase el tiempo ¿verdad?, qué lástima que nos muramos y que nos hagamos viejos y que las cosas buenas se vayan alejando de nosotros al galope.” Roberto Bolaño. #LaFrase // La recomendación de hoy es el libro La política como vocación de Max Weber y el disco Core de Stone Temple Pilots. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.
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