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Fallos y fallas / A Estribor

Fallos y fallas  / A Estribor
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Juan Carlos Cal y Mayor
 
La próxima cámara de diputados debería analizar el desempeño de los magistrados del Tribunal Electoral de la Federación. Han actuado en renombrados casos de manera muy cuestionable. O son ignorantes del derecho o creen saber lo suficiente para darle forma a contentillo a sus resoluciones. Los tribunales de segunda instancia resultan cada vez más obsoletos porque la mayoría de sus resoluciones terminan elevándose a la última y definitiva instancia que son los tribunales federales. Dicho sea de paso, se toman todo el tiempo del mundo para emitir sus fallos, incluso un día antes de que rindan protesta los funcionarios electos. Esto mantiene en vilo la gobernabilidad y ralentiza la transición administrativa que debe existir entre gobiernos entrantes y salientes.  
 
A falta de un debate que debería estarse librando en la cámara de senadores o diputados y todo porque los señores ya empacaron maletas y concluyó el periodo de sesiones, es increíble la omisión o la nula e imperceptible presencia de las dirigencias partidistas nacionales  en la defensa política y jurídica de sus candidatos.
 
Y vaya que lo mismo le ha tocado a candidatos de Morena, perder en los tribunales en el estado de México o el caso irresuelto de Puebla en una elección bastante cuestionada, como a candidatos del PAN perder importantes alcaldías en Nuevo León. El caso reciente más patético fue pretender anular la elección al senado por la impugnación al candidato Samuel García  de Movimiento Ciudadano. Se arguye  que por rebasar los topes de campaña al utilizar una playera del equipo de futbol Tigres y otros emblemas comerciales.  Basándose en el supuesto uso ilegal de las marcas y la omisión de reportar gastos de campaña. El haber realizado modificaciones de las playeras deportivas del equipo de fútbol, agregando el logo, eslogan y “hashtag” de la campaña, así como el nombre y cargo de candidato. El uniforme deportivo, junto con las imágenes que se publicaron en las redes sociales, según el juzgador, pasó a ser un elemento más de propaganda electoral, que aprovechó la empatía de la población con los equipos. También se reportó el aprovechamiento de otras marcas, como “Star Wars”, “The Home Depot”, “Tecate”, “AFIRME”, “Telcel”, “Coca-Cola” o “Adidas”.
 
Se habla de aprovechamiento de la propiedad intelectual sin que mediara demanda alguna por parte de los propietarios de las marcas. Es una laxa interpretación que de sentar precedentes modificaría las campañas políticas al exceso de tener que auto censurar imágenes, comenzando hasta por la ropa de los candidatos.
  
Al menos José Antonio Meade, Ricardo Anaya y el Bronco, utilizaron la playera de la selección nacional durante su campaña, que empalmaba con los partidos en el mundial de Futbol. El mismo López Obrador se ha puesto la playera de los Dodgers, su equipo favorito en las grandes ligas. El TRIFE  ordena ahora  al INE emitir una nueva resolución y, por ende, actualizar el gasto de campaña en los dictámenes de fiscalización. Es decir, le pide algo materialmente imposible de determinar. A menos que hubiera demandas cuantificadas y determinadas en un juicio sobre propiedad intelectual, lo cual no sucedió, es imposible estimar un rebase de topes de campaña en base a este supuesto. Ojo, un caso distinto hubiese sido patrocinar al equipo de futbol y no reportar ese gasto.
 
Como en botica, hemos visto de todo en el actuar del TRIFE. Del absurdo a lo ridículo. Pero en este caso (y otros más) de plano, se volaron la barda.
 
ACELERADOR AL NAIM
 
El ingeniero Jiménez Espriú, próximo Secretario de la SCT, entregó documentos y solicitó a un grupo de “ingenieros nacionales”  emitir su opinión sobre el proyecto del Nuevo Aeropuerto antes del 5 de septiembre. También sostuvo una reunión con el Consejo Coordinador Empresarial y seguro sostendrá más en los próximos días.
 
El tema es que Jimenez Spriú fue un opositor al proyecto, pero ahora ya no puede ser juez y parte. Ahora sostiene que, como el tiempo apremia, si el nuevo aeropuerto sigue, se hará con austeridad e incluso podrían cancelarse obras relacionadas. Spriú a dicho que “Si se decidiera continuar con el nuevo proyecto, vamos a revisar para quitarle oropeles, lujos, etcéteras”, “Vamos a llegar a un aeropuerto, ése o el que sea, vamos a llegar a un aeropuerto digno, funcional y austero”.
 
¿Que opinará Miguel Torrúco, el próximo secretario de turismo, de tener un aeropuerto “austero”? ¿Dejaremos de lado al turismo First Class y toda la derrama económica que representa? ¿No han dicho acaso que el tren Maya tendrá camarotes de lujo y con vistas panorámicas? ¿Por qué no hacer un tren austero, sin lujos ni oropeles? Si alguien les entiende, por favor avisen, porque yo, ya me perdí….

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