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Entre la coca cola y el agua

Entre la coca cola y el agua
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Carlos Perola Burguete

Gracias amigo Juan Carlos Cal y Mayor por el envío personal de tu columna periodística “A Estribor.” Lo abordaremos en lo particular, como en lo público. Sabiendo de la madurez política que hemos tenido en nuestras conversaciones, algunas de estas públicas, porque considero tienen visiones e implicaciones políticas del desarrollo de los modelos en el país, que tú y yo vemos, como del estado donde vivimos; Chiapas.

Curioso el abordaje que desde la popa haces a una de las empresas embotelladora trasnacional más importante en México, y en Chiapas, mirando desde el estribor el comportamiento de una de las figuras deportiva más popular a nivel mundial, Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro, quien desprecio públicamente una Coca Cola, sin que ello causara aspaviento. La empresa “Coca Cola (solo) optó por decir que también vendía Coca Cola Zero y agua embotellada.”

Curioso también, porque hace meses el Dr. Subsecretario Hugo López-Gatell Ramírez, desde la proa, abordó los del refresquera diciendo “¿Para qué necesitamos el veneno embotellado? Chiapas, donde más Coca-Cola se bebe”, y los medios nacionales e internacionales, hicieron una campaña sensacionalista acusándolo hasta de comunista.

Oportuno abordaje para señalar “las enfermedades que provoca la alta ingesta de contenidos calóricos” a partir del consumo de refrescos, pero también para señalar el limitado o poco alcance que tuvo la iniciativa mexicana, para no señalar al partido, legislada y aprobada en el congreso nacional, etiquetando “con la advertencia de las enfermedades que provoca la alta ingesta de contenidos calóricos, contenidos en productos de consumo cotidiano,” comparado con las medidas tomadas, como usted señala, en “países más desarrollados y mejor educados” como Noruega o Costa Rica, para asumir, digo yo, los costosos precios, impuestos, de “hasta 300 pesos” por una lata de Coca Cola. A diferencia de la eliminación de la dieta en Francia o como Bolivia, que expulsó a la Coca Cola de su territorio, reconociendo lo dañino que era el consumo de la Coca Cola para su pueblo.

Puntualizar de mi parte, la abismal diferencia comparativa entre países “más desarrollados y mejor educados” y los costos que usted señala por una Coca Cola, tiene que ver más, con advertir la medida que dicha empresa tiene para un municipio indígena y la ciudad turística de San Cristóbal de Las Casas. El costo de una Coca Cola en el municipio indígena, es doblemente más económico, que en el segundo municipio, y nada tiene que ver que San Cristóbal sea destino turístico y que por lo tanto pueda consumir más producto. No. Al contrario, el altísimo volumen consumido por el municipio indígena, abarata el costo de una Coca Cola.

Pero, además, habrá que tomar en cuenta la cultura autonómica de los municipios indígenas, donde la costumbre está por encima de cualquier medida enunciativa, así sea está constitucional. El uso de la Coca Cola en las ceremonias sociales, religiosas, políticas o de tratos, es una tradición, curiosamente arraigada, compartirla, con bebidas, entre estas, el refresco embotellado, y si es Coca Cola, es mejor visto el evento.

Pretender que una medida de advertencia enunciativa, escrita en la botella, sea respetada o mínimamente acatada, en uno de los municipios con mayor número de analfabetos, no es para nada, motivo de celebrar, que sea una medida inteligente de las y los diputados que promovieron la iniciativa de “etiquetar los productos con la advertencia de las enfermedades que provoca la alta ingesta de contenidos calóricos, contenidos en productos” como la Coca Cola, pensando que con ello se evitaría el consumo de ese producto.

Ahora bien. Las causas reales de las altas cifras de consumo del fresco en los municipios indígenas de los altos de Chiapas, debió ser parte de los datos que el Médico debió advertirle. Si bien tiene que ver con lo que arriba expuse, la principal causa es por la limitada presencia o total ausencia del agua en la región altos. Históricamente, muchas son las batallas y muertes que ha causado la disputa del control de los vertedores y afluentes de agua, entre comunidades de los diferentes municipios que integran la región Altos.

Entre las tensiones creativas territoriales, el control del agua, ha sido una de las principales controversias territoriales que mantiene tensa las relaciones intercomunitarias en la región. Sendas investigaciones, documentos, controversias judiciales, minutas de gobernabilidad, son parte de este permanentemente conflicto, y que queramos o no, incide en el “necesario” consumo del líquido embotellado por las poblaciones y comunidades de los altos de Chiapas. La empresa lo sabe, al igual que las y los funcionarios del presente y pasados gobiernos.

Las consecuencias en la salud y en la economía para atender los efectos del consumo de los refrescos y las aguas contaminadas, que expone el Médico, son acertadas, y de mucha preocupación para el caso de las actividades comerciales, turísticas y de calidad de vida de la población de San Cristóbal. Situación que va a ser un explosivo detonante, próximamente, cuando las comunidades empiecen a tomar conciencia de las causas y los problemas que les genera en su salud y calidad de vida.

Olvidaste tocar la contaminación que provoca en los humedales, fuente principal del 70% de abastecimiento de agua para la ciudad de San Cristóbal, cuando los rebalses de los ríos Chamula, Fogótico y Amarillo, que ciertamente como señalas, son un drenaje a cielo abierto, principalmente porque la ciudad cabecera del municipio de Chamula, hace desembocar, sin excepción, todos sus drenajes domiciliarios al río Chamula, que pasa por medio San Cristóbal, contaminando, agua, aire, y media ambiente del pueblo, con altos costos económicos en la cura permanente de infecciones oculares, nasales, respiratorias y de piel. Muy caro es para el Gobierno atender estas faltas de atención y resolución, a esas aguas que desembocan al río Grijalva, y pasan por la Ciudad de Chiapa de Corzo, hasta llegar a reposar a las aguas represadas por un tiempo, para seguir su curso con rumbo al mar del golfo.

Déjame decirte, para tu conocimiento, que en la agenda social ambiental de lucha de la ciudadanía chiapaneca, está presente mucho de lo que tú y yo exponemos, pero para las y los funcionarías de los tres niveles de gobierno, o no conocen, y si saben, se hacen y se han hecho, los occisos, literalmente, tanto los pasados como los presentes. Tus afirmaciones son las pruebas más fehacientes.

Difiero sobre el color gris con el que pintas le Futuro de Chiapas, tenemos colores bellos, para cambiar ese pálido color. Prueba de ello, es el servicio del agua en las cuatro presas en Chiapas, fueron de gran aporte, ahora que faltó energía de los EEUU. Tan significativo fue, que cambió el parecer y la visión que tenía el Presidente sobre el uso de la producción y almacenamiento del agua desde las presas en Chiapas. Pero no de los promotores, que no empresarios con capital y visión empresarial, asentados en Chiapas.

Finalmente, voy a coincidir en la limitada intervención, tanto de los sectores empresariales, como de la clase social acomodada, propietaria de la mayor parte de tierra chiapaneca, y de las y los funcionarios de gobierno, del pasado y presente.

Salud y estamos pendientes a compartir pareceres coincidentes o disensos, en las políticas públicas y de gobierno, tanto en Chiapas, cono en lo Nacional.

Material informativo al respecto.
“¿Para qué necesitamos el veneno embotellado? Dice Gatell, en Chiapas, donde más Coca-Cola se bebe” https://www.noroeste.com.mx/nacional/para-que-necesitamos-el-veneno-embotellado-dice-gatell-en-chiapas-donde-mas-coca-cola-se-bebe-OYNO1202387

La información proviene de la investigación realizada por Jaime Page Pliego, doctor en Antropología por el CIMSUR. https://www.sinembargo.mx/16-10-2019/3662434

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