+ Chiapas en la tragedia: 1982; México, 2020…
+ El país en emergencia, 38 años después…
+ Influenza A-H1N1, otra situación de peligro…
+ Rezago, retraso y pobreza, el sello…
Ruperto Portela Alvarado.
¿QUÉ MÁS FALTA; OTRO TEMBLOR?…
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Domingo 05 de Abril de 2020.- Uno de los Estados de la República Mexicana con más calamidad social que ha padecido a través de la historia, es Chiapas. ¡Vamos!, desde la Anexión el 14 de septiembre 1824 en que se daban las “tiendas de raya” y “acasillados” en haciendas que duraron más allá del medio siglo XX. Donde los caciques sentaron sus reales, que hoy todavía son dueños de tierras, cargos públicos y representación popular.
Somos parte de las estadísticas de pobreza que va en aumento con el 78% de habitantes en estado de crisis económica-social, y vulnerables en los ocho rangos en que se clasifica este flagelo. Hemos sido damnificados de muchos desastres naturales como el Huracán Herminia que azotó a los Estados de Veracruz, Guerrero, Oaxaca y Chiapas el 24 de septiembre de 1980, haciendo estragos particularmente en los municipios de Cintalapa y Jiquipilas que fue atendido por quien era gobernador, JUAN SABINES GUTIÉRREZ.
Podemos mencionar el “Huracán Larry” del 7 de octubre de 2003, como el “Huracán Stan” del 4 de octubre de 2005 que afectó 41 municipios y desbordó más de 80 ríos en Chiapas; quedando aún resquicios de los daños a miles de damnificados que todavía exigen reparación de sus viviendas y por lo que se ha acusado mediática, judicial e insistentemente al ex Gobernador PABLO ABNER SALAZAR MENDIGUCHÍA de abusar del presupuesto de reconstrucción –11 mil millones de pesos— para su enriquecimiento.
No menos daños causaron los huracanes “Manuel” e “Ingrid” en septiembre de 2013, que como dice el “Mesías Presidente” AMLO, “les vino como anillo al dedo” al entonces gobernador MANUEL VELASCO COELLO para desviar recursos públicos estatales y federales o justificar gastos que fueron directamente a sus bolsillos. Habría que recordar la tragedia del 5 de noviembre de 2007, cuando intensas lluvias provocaron el deslizamiento de tierra de un cerro que cayó sobre el Río Grijalva activando una ola de más de 50 metros de altura tipo tsunami que desapareció el Poblado Juan de Grijalva en el municipio de Ostuacán, ocho kilómetros arriba de la Presa Peñitas en el norte del Estado. Era Gobernador de la entidad, JUAN JOSÉ SABINES GUERRERO.
Este 4 y 5 de abril estamos a 38 años de distancia de la erupción del “Volcán Chichonal” que hizo su primera emisión de piedra, gases y cenizas la madrugada del domingo 28 de marzo de 1982. Insisto, luego hubo otra el 2 de abril y las más violentas que sepultaron toda la cabecera municipal de Francisco León, fue la del 4 de abril y la del día siguiente 5 de abril, cuya actividad volcánica duró más de 45 minutos. Las cenizas nublaron el territorio chiapaneco como también parte de Centroamérica, México y Estados Unidos de Norteamérica.
Era año en que JUAN SABINES GUTIÉRREZ terminaba su gobierno interino –del interino don SALOMÓN GONZÁLEZ BLANCO, cuyo sexenio había iniciado JORGE DE LA VEGA DOMÍNGUEZ—y andaba en campaña para la gubernatura de Chiapas, el General ABSALÓN CASTELLANOS DOMÍNGUEZ, quienes se encontraron en la cabecera municipal de Pichucalco el 2 de abril cuando se dio la más funesta de las erupciones. Yo estaba en el lugar como enviado del diario “Número Uno” a cubrir la información.
Recuerdo esa tarde-noche cuando se oyó el rugido del volcán y se encendieron la luces como fuegos artificiales. Una escena del cielo multicolor que pude “disfrutar” –si así se puede decir del fatídico evento del Chichonal—junto con la extraordinaria fotógrafa francesa, ELEANE CASORLA.
Entonces estuvimos en emergencia y una situación de estancamiento económico como en muchas otras fechas provocadas por los desastres naturales señalados anteriormente. Es cierto, México y Chiapas han estado en esa delicada situación de parálisis económica, social y política en diversas ocasiones, pero esta vez, las condiciones son diferentes y podemos considerar que hasta más graves con la pandemia del Coronavirus.
No se podría tener el escenario completo de los momentos de angustia y “emergencia sanitaria” sino recordamos la epidemia de “Influenza A-H1N1 de 2009” que puso en riesgo la salud de los mexicanos y chiapanecos, como también la economía. Fueron meses aciagos que hoy volvemos a padecer con la pandemia del Coronavirus.
Podrán decir que en México y principalmente en Chiapas siempre estamos en recesión económica y en “emergencia sanitaria” por el decadente sistema de salud que tenemos y el nulo crecimiento de la economía; pues si no es la chincuncunya es el dengue; pero lo que siempre más duele es la falta de trabajo y escases de dinero para paliar las ingentes necesidades de la “canasta básica” y otros apremios.
Hace 38 años estábamos en emergencia. Nos cubríamos con tapabocas para no aspirar los residuos de cenizas y a la vez se habían suspendido diversas actividades oficiales y de la iniciativa privada por la situación sanitaria provocada por el “Volcán Chichonal”, al igual que lo vivimos a causa de los diversos huracanes que nos han puesto en la orilla del precipicio.
No quiero decir que solo los “desastres naturales” han sido causa de emergencia en Chiapas, sino más bien, que los habitantes del Estado de Chiapas y los chiapanecos hemos tenido muy mala suerte con sus gobernadores y presidentes municipales, al grado de estar siempre en la barandilla de la pobreza, el atraso y rezago social, económico y político. Hoy otra vez somos “el patio trasero” del país y para colmo de la suerte, también de los Estados Unidos de Norteamérica que nos vinieron a dejar el muro de contención de los migrantes a esta frontera sur…
Se acabó el mecate… Y ES TODO…
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MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DE COLUMNISTAS CHIAPANECOS. A. C.
