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Aprender a vivir sin presupuesto / Comentando la noticia

Aprender a vivir sin presupuesto / Comentando la noticia
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Alfonso Carbonell Chávez

 

Escuchaba por ahí en un programa de radio vía internet, tocaban el tema de la nueva realidad que el gobierno de la 4T,  a raíz de una nueva estrategia de comunicación como la política de austeridad republicana, coincidían que ahora los medios de comunicación  privados, tendrían que aprender a vivir sin el presupuesto de gobierno. Y creo que no les falta razón, sobre todo ahora que muchos de éstos y me refiero a los grandes consorcios de medios que abarcan prensa, radio y televisión, en un país de desigualdad en todas sus actividades y beneficios, se llevaban la mayor parte del presupuesto que durante el último año gobierno de Peña, al menos de lo que se tiene registro documentado, se ejercieron 10 mil millones de pesos cifra que en total durante el sexenio sabe ya, alcanzó poco más de los 65 mil millones.

 

Por ello quienes analizaban el tema sobre la nueva forma de comunicar y de las benditas redes, este en el que disertaban  abiertamente contra del actual gobierno, no perdieron la oportunidad de lanzar ácidas consideraciones sobre la postura que el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha asumido en cuanto a caracterizar a un grupo de medios y periodistas en lo particular como “conservadores o fifís”, y que valdría insistir aclarar no se refiere a todos sus críticos, sino de algunos prominentes y de casta. Así que no se estén apuntando. Pero decía, eso claro que les ha podido y por ello no se cansan en estarle señalando un día el otro y el que sigue, que su gobierno está llevando al país al fracaso, a la ruina económica.

 

Así entre lo que dicen las calificadoras y los prominentes analistas de plumas “Montblanc”, medios y periodistas de los que ya dije, publican a ocho columnas que retoman los comentocratas en sus espacios usando,  precisamente, los argumentos de estas casas calificadoras y los “especialistas”, que sin ningún rigor periodístico mucho menos ética, repiten como loros y hacen suyos los pronósticos pero jamás o casi nunca, se permiten contrastarlo con lo que el propio presidente informa incluso con “otros datos”. Se anclan en insistir en las estimaciones del bajo crecimiento económico pero no reparan, como ya dije ni contrastan, que el crecimiento per sé de la economía incluso a promedios bajos como los registrados en los últimos años, no significan nada cuando la pobreza aumenta y las desigualdades se acentúan. Que el crecimiento por sí mismo no es medida de bienestar de la población; crecer sí pero con desarrollo. Crecer sí pero con redistribución del ingreso. Crecimiento sí pero con justicia social y no sólo crecimiento de una clase política y empresarial que lo único que les ha importado es amasar fortunas con dinero público. Y en medio de toda esa andanada de críticas e inconformidades de medios y periodistas conservadores, subyace la añoranza temprana aún de los grandes negocios y privilegios que un gobierno corrupto manejado por una clase depredadora y apátrida, les permitía obtener jugosos dividendos con la sola condición de ver y calificar el crecimiento económico, sin su correlación directa y paralela a la curva de crecimiento de la corrupción. Ni más ni menos.

 

Y sí, creo que la lectura de quienes consideraron que los tiempos ya cambiaron para los medios y periodistas, no puede ser más cercana a su propia realidad. Por ello también resumir que ahora los medios y periodistas tendrán que aprender a subsistir sin los recursos del presupuesto, también es congruente y realista. No quiere decir y eso lo sabemos en Chiapas pero igual en Sonora que Quintana Roo pasando por la CdMex, que los apoyos por publicidad oficial seguirá siendo el principal sostén de medios y periodistas. Que ya no van a ser las cantidades que se escondían tras la complicidad del silencio o el manto de la alabanza, pues, estimo tampoco se dan ya. Por ello y con esto concluyo, me causa cierto escozor leer a muchos compas que a diario por no decir a cada rato, se dedican a reproducir o compartir “sesudos análisis” por ejemplo de Pablo Hiriart o de Riva Palacio bueno hasta del jefe Diego, señalándole en contra todo de lo que hace el gobierno de Andrés Manuel. Cuando éstos y muchos más, fueron siempre beneficiarios de un sistema de privilegios y corrupción. Pero los de aquí de la aldea común, no tienen y es fácil deducir, ni puta idea de lo que dicen ni entienden la información que comparten. ¡Ah pero eso sí!, se sienten muy “fifís” y hasta se envalentonan ninguneando al presidente y hasta sindicarlo de autoritario, corrupto y hasta de pendejo. Pena ajena dan. Me cae. Pero aun  así y aunque no se justifica su grado de estulticia, es correcto y sigo sosteniendo que es mil veces preferible el libertinaje que la represión o mordaza a la libertad de expresión. Creo y así lo he sostenido, que el tiempo nos pondrá a cada quien en su lugar. Y si bien es importante ejercer la crítica, no es menos considerar y reflexionar seriamente, que mientras al presidente lo señalan como provocador al enfrentar incluso confrontar a la sociedad con los medios, lo que provocan a través de sus burdas críticas al gobierno y al presidente, es precisamente lo que dicen criticar. Es decir confrontan. Por lo pronto lo que escuché en la radio no puede resultar más certero: Aprender a vivir sin presupuesto gubernamental. Me queda claro.

 

Ya de salida

 

¡Gozo de cabal salud!, responde el presidente ante planteamientos de un periodista que le pide, bueno sugiere respetuosamente, le baje a su ritmo de trabajo. Sin ser textual y no sin hacer la parábola acostumbrada de su lucha, insiste en que está requetebién de salud pese y lo recuerda, ya sufrió un infarto y padece hipertensión. Esta es mi responsabilidad, gobernar para conseguir la transformación de la vida pública del país. Llevamos prisa porque queremos dejar sentadas las bases del nuevo régimen. Espero, reitera el mandatario, que para diciembre de este año ya estén sentadas las bases de la transformación; ya con todos los programas de bienestar social en marcha al cien. Las becas a 10 millones de estudiantes de educación básica. La pensión a más de 9 millones de adultos mayores, el programa Jóvenes construyendo el futuro que se estima capacitar a 2.4 millones de entre 19 y 29 años recibiendo 3,500 pesos al mes. Del programa Sembrando vida con un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables. De estar ya en marcha el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, la rehabilitación de otras siete refinerías y el Tren Transístmico. Y por supuesto el tema de seguridad, educación y salud con avances notorios en el país. Y de ahí, consolidar los cambios en lo que nos resta del sexenio que concluirá, ahora, a finales de septiembre de 2024. Pero mi gran legado será -insisto no textual-, haber acabado con la corrupción y la impunidad. ¡Sí! me siento bien y bateando por los 400, pero no pienso reelegirme; por principios, por convicción y por respeto al pueblo de México…// ¡Me queda claro! Salu2

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