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Acecha cólera a Copoya / Código Nucú

Acecha cólera a Copoya / Código Nucú
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César Trujillo

Fue el 13 de enero del presente año cuando el exdirector de Protección Contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud, Rafael Domínguez Cortés, dio a conocer que tras la implementación de mecanismos para clorar el agua en comunidades de Chiapas, no existían ya casos de cólera. Sin embargo, ayer, en los pasillos del Ayuntamiento capitalino, un grupo de personas del Ejido Copoya denunció que tras diferentes pruebas han descubierto que dos pozos (que abastecen del vital líquido a más de 500 habitantes) se encuentran contaminados con la bacteria Vibrio Cholerae, misma que provoca la enfermedad infecciosa del cólera.

La denuncia dejó en claro la apatía de los encargados del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapa) y la del mismo presidente municipal, Fernando Castellanos Cal y Mayor (y su cuerpo de regidores), toda vez que los ejidatarios han acudido en repetidas ocasiones (desde marzo de este año) a buscar el apoyo de las autoridades que han hecho caso omiso a este severo problema de contaminación del agua que tiene en vilo a los usuarios y que desmiente aquella burda declaración de que: “Chiapas es el primer estado que cumple con las medidas de OPS-OMS para vigilar que los Ayuntamientos se encuentren dentro de las normas de cloración del  agua y cumplan con los estándares para el consumo”.

Con casos severos de diarreas infecciosas, dolores estomacales y vómito, los ejidatarios han denunciado que tanto los niños como adultos mayores de Copoya se encuentran en riesgo de muerte al no existir las medidas necesarias en cuanto al agua de los pozos uno y dos, mismos que se hallan ya contaminados y que cuentan con los estudios que lo comprueban.

Resulta curioso que, a la par de la verborragia que prevalece desde las dependencias, la Secretaría de Salud se mantenga omisa ante este serio problema que representa un foco rojo que podría detonar una pandemia de dicha enfermedad en la zona y cobrar la vida de varios habitantes.

No pasemos por alto que los especialistas han remarcado que la forma más habitual de contagio del cólera es “por beber agua o comer alimentos contaminados por heces humanas”, tal y como está pasando con los usuarios del pozo uno y dos, mismos que reciben la contaminación de los drenajes de la zona que, afirman, no reciben el mantenimiento adecuado, aunado a que la supuesta planta de tratamiento es inoperante y el Smapa se ha negado, incluso, a entregar cloro para que se traten dichos pozos.

Es importante señalar que la bacteria Vibrio Cholerae “sobrevive en la superficie de todos los alimentos durante cinco días a temperatura ambiente y hasta diez días si la temperatura se mantiene entre 5 y 10 grados”. Es más, los estudios afirman que ésta “sobrevive a la congelación”, aunque es más difícil su proliferación (la enfermedad requiere cuarentena y es de declaración obligatoria nacional e internacionalmente). Asimismo, debemos entender que son indispensables las medidas de salud pública como el abastecimiento de agua limpia, las instalaciones adecuadas para la eliminación de aguas fecales, la mejora del estado de nutrición de la población y cambios en las normas de manipulación y conservación de los alimentos, lo cual en Copoya es simplemente inexistente mientras usen el agua contaminada.

Cada sexenio, los gobiernos han salido a ponderar la erradicación de enfermedades para mostrarse como comprometidos con la ciudadanía, lo cual es sólo un chiste mal contado. Imposible pasar por alto que en el periodo del gobierno de Juan José Sabines Guerrero, el entonces secretario de Salud, James Gómez Montes, había afirmado que la dependencia a su cargo estaba tomando “las medidas preventivas necesarias para evitar enfermos de cólera, cuyo último caso en la entidad se registró en 1997”, es decir, hace 20 años.

Incluso, fue el mismo Gómez Montes quien afirmaba que en el 2011 la dependencia de Salud “levantaba muestras ambientales mediante las técnicas Isopos de Moore (para aguas corrientes) e Isopos de Spira (para aguas estancadas), que se realizan en drenajes, clínicas públicas y privadas, y otros lugares estratégicos”. Sin embargo, hoy nuevamente ese fantasma aparece y amenaza con pasar facturas a la inoperancia del gobierno municipal y del estado.

Es inadmisible que, en pleno siglo XXI, los habitantes de la capital del estado se mantengan angustiados y suplicando porque las autoridades de salud, y las del Ayuntamiento, les brinden el apoyo requerido, lo cual es su obligación.

Manjar

Hoy el Diario Contra Poder está de manteles largos celebrando su 4º aniversario bajo la dirección del doctor José Adriano. Larga vida a este medio de comunicación que ha sabido surfear con inteligencia los embates de este nuevo siglo. ¡Enhorabuena! #Estamosdefiesta // La recomendación de hoy es Hasta aquí de Hernán Bravo Varela y el disco Born Under A Bad Sign de Albert King. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

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César Trujillo

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