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Código Nucú / Melgar y las promesas vacías

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César Trujillo

La desesperada búsqueda por figurar en la carrera rumbo a la gubernatura ha hecho decir cosas fuera de toda lógica al senador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Luis Armando Melgar Bravo. En su visita a la localidad de Tzalatón, perteneciente a San Juan Chamula —donde recorrió la zona ataviado del tradicional chuj—, por ejemplo, se comprometió a subsanar el daño que ha sufrido el ojo de agua como si el daño de los mantos freáticos y los vertientes de esa zona (que padecen el saqueo indiscriminado de la Coca Cola desde San Cristóbal) se fuese a acabar con promesas y buenas voluntades.
Lo peor del caso es que sigue aplicando la máxima de la política en México: el uso indiscriminado —bajo una evolución irracional— de la mentira del “yo sí puedo”, o lo que es igual a su frase risible y mediática del “¡Tenemos con qué!”. Y aquí deberíamos detenernos a tratar de analizar qué quiere decirnos, porque trae muchas lecturas: quizá esté hablando del capital de su patrón, Ricardo Salinas Pliego, que va a apoyarlo y que, en ese caso, sus contrincantes deberán buscar padrinos poderosos que también los ayude en esta competencia de ver quién derrocha más dinero en las campañas. O bien, se refiere a que él conoce la fórmula de “Juanito y los frijoles mágicos”, misma que lo pone muy por encima de los demás (es chiste).
Lo cierto es que Luis Armando Melgar sigue aplicando la vieja estrategia política: prometer sin control. Yo me pregunto ¿cómo piensa regresar el agua a ese vertiente? ¿cómo va a cumplir todos los acuerdos y pactos que está forjando si no cumple con lo que ahora firma? Alguien debería explicarle que los manantiales, si son sobreexplotados o contaminados, terminan feneciendo. Todo es un proceso lógico. Debería por empezar a cumplir sus pronunciamientos como senador, los que ha hecho envalentonado y atrabancado, dos características que lo acompaña y definen perfectamente.
Porque si se le olvidó, deje le recuerdo senador que habló de exigir una sanción a Proactiva y no se ve qué esto vaya a llegar. El predio San Martín Mujular, de Héctor Montesinos, perdió ya el manantial por la excesiva contaminación de lixiviados y ni el senador, ni ningún otro de los políticos que han recorrido la zona y que han llegado sólo a tomarse fotos para luego recular, le han dado seguimiento, porque, de seguro, toca intereses en los que ellos terminan estando involucrados.
Llenar de botecitos tatuados con su apellido las playas y las palapas de Chiapas es su máxima. Filmar videos y tomar fotos de los basureros, de las zonas contaminadas, emitir panfletos risibles, pagar a sus troles para que aplaudan sus publicaciones y amenace a quien los critica, es a lo más que ha llegado el senador que anhela ser el sucesor de Manuel Velasco Coello, y que usa al medio ambiente como bandera electoral.
Pactar con mujeres y hombres de los pueblos indígenas, prometerles cambios de vida, recursos y apoyos —estrategia viejísima en política y que ahora es del equipo del senador— no es lo que se requiere. Menos que tras sólo recorrer la zona suba un post insulso señalando que la honestidad, confianza y resultados llegaron por arte de magia tras su visita por #SanJuanChamula. Los pueblos indígenas ya deberían saber que los políticos solamente los ven como un botín electorero y una fábrica de votos, y Luis Melgar es lo que está haciendo en Chiapas: recorrer los parajes indígenas y hacer promesas fuera de toda lógica. No. Melgar no tiene con qué. No es más que un político del montón que repite las mismas viejas estrategias que usara el Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde hace mucho tiempo. Si Melgar tuviese con qué y tuviese ganas de hacer algo por Chiapas Proactiva ya estaría fuera de nuestro estado, la Calera de Chiapa de Corzo ya hubiese dejado de dañar al Cañón y estaría luchando y denunciando los desabastos de medicamentos, luchando contra el despojo de los pueblos zoques y contra la minería. No. Melgar no tiene con qué y lo sabe. Como bien diría mi abuelo:
—No, hijito. Ese badulaque es más que un farol alumbrando el desierto en tormenta de arena.

Manjar
México ha rechazado categóricamente estar a la altura de violencia de Siria. Curioso que el mismo día se filtre un video en las redes donde militares rafaguean a unos supuestos ladrones y ejecutan a uno de ellos cuando ya estaba entregado y sin armas, el gobierno quiera defender ese calificativo. #Peorescosasseverán // La recomendación de hoy es “Los cretinos” de Roald Dahl y el disco “Artaud” de Pescado Rabioso. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

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