Juan Carlos Cal y Mayor
Es poco probable en lo local que alguien se tome el tiempo de analizar lo que ha pasado a 30 años de la irrupción zapatista en Chiapas. De qué manera el zapatismo modificó el curso de nuestra historia. Hay que recordar que simultáneamente entró en vigor el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, conocido por sus siglas de entonces como TLCAN. No fue casualidad que entre las consignas del EZLN estaba su oposición al neoliberalismo, al imperialismo, a los conservadores a los que históricamente clasificaba como lo hace ahora el actual régimen, los liberales de la época, así como la izquierda mexicana desde la promulgación de las leyes de reforma.
LOS SUCESOS DE 1994
El suceso le aguó la fiesta al entonces presidente Salinas, aunado al terrible asesinato tres meses después del entonces candidato presidencial Luis Donaldo Colosio. Las primeras escenas de la asonada zapatista en San Cristóbal de las Casas recorrieron los noticieros y las portadas del mundo. Los enfrentamientos duraron apenas 12 días en los que se declaró por parte del gobierno federal un cese al fuego y la consecuente amnistía para provocar el diálogo con los sublevados para lo cual se nombraron comisionados de una y otra parte.
DIÁLOGO
A partir de ahí comenzó un diálogo que parecía interminable, aunque puso a Chiapas en los ojos de buena parte de Europa. Al mismo tiempo el gobierno iniciaba una campaña multimillonaria en recursos para disuadir que otras comunidades indígenas se sumaran a los reclamos del grupo armado. Varias organizaciones sociales de izquierda aprovecharon la coyuntura para invadir y saquear propiedades que tiempo después les fueron compradas y entregadas por el gobierno federal. El asunto se atoró con las pretendidas reformas constitucionales derivadas de los Acuerdos de San Andrés, todo un mamotreto de textos políticos que no podían ser incluidos tal cual, en la constitución, si acaso en leyes secundarias.
LA TRANSICIÓN
Cosa curiosa es que, de ahí junto con otros eventos como el asesinato de Colosio, los escándalos de corrupción de Raúl Salinas el hermano del presidente, devino ya con Zedillo la transición política del país y el fin del partido hegemónico que había gobernado por 70 años al país. Lo mismo pasó en Chiapas donde una alianza opositora conformada por 8 partidos arrebató al PRI la gubernatura.
CRECIMIENTO DESIGUAL
El TLC ahora ratificado por el actual gobierno con el nombre de T-Mec, es un asunto vital para nuestra economía. Sobre todo, porque nos hemos convertido en el principal socio comercial de Estados Unidos con un intercambio comercial entre importaciones y exportaciones de un 80%. Dio pie además a que México firmara otros tratados comerciales lo cual ha representado una mejora sustantiva y un desarrollo económico y estructural en algunas regiones del centro y norte del país que supera al de cualquier urbe latinoamericana.
ASISTENCIALISMO
El problema es que mientras una parte de México se integraba comercialmente con América del Norte, particularmente el sur del país ha permanecido desde entonces en los últimos lugares del desarrollo. Y no es que no se haya hecho nada. La inversión ha sido cuantiosa, pero no equiparable al crecimiento económico de otras regiones. La apuesta por los programas sociales para atender la extrema pobreza comenzó desde Salinas con Solidaridad, luego con el Progresa, después Oportunidades y ahora Bienestar, distintos nombres, pero la misma política asistencialista.
PRESUPUESTO
Por citar algunos datos, el presupuesto de egresos en 1994 era de 4 mil millones, 4 años después de 16 mil millones y durante los últimos 25 años escalando hasta 100 mil para llegar hoy día a los 123 mil millones de pesos. Chiapas es el estado que tiene más de dos décadas ocupando el 5to lugar en el presupuesto de egresos de la federación solo después de la CDMX, el Edomex, Jalisco y Nuevo León, los estados con mayor PIB y aportaciones al presupuesto federal. La pobreza se ha reducido gradualmente y de manera general alcanzado hoy un 36%, solo que Chiapas sigue ocupando el último lugar con 67% (la cifra más conservadora).
No se le puede reprochar a la federación la falta de apoyo. Más de 2 millones de familias reciben en promedio apoyos económicos directos (ahora con tarjetas de débito del Bienestar). La pregunta ¿es porqué entonces seguimos siendo los más pobres? Una respuesta común es porque se han robado el dinero, pero más allá de eso, ¿Estaremos aplicando una política económica correcta?
¿RECETAS EQUIVOCADAS?
He escuchado a personas informadas decir que Chiapas está sobrediagnosticado, pero no concuerdo con ello. Y si se han hecho los diagnósticos correctos, ¿Por qué no hemos aplicado la receta correcta? Ese es y ha sido el gran reto de cada administración. Ha habido avances, pero nada que resuelva las necesidades crecientes. Nuestra población crece al doble de la media nacional (más del 4%) y por ello tenemos el porcentaje de población más joven de todo el país.
MAS NECESIDADES, MENOS DINERO
Con esas tasas de crecimiento y con la misma política asistencial de siempre, las necesidades serán infinitas solo que los recursos son finitos. No habrá dinero que alcance. Estamos condenando a los jóvenes a migrar en busca de oportunidades que no somos capaces de generar. Hoy ya somos el 4to lugar en remesas (más de 3 mil mdd) y antes ni pintábamos. Gastamos 4 de cada 10 pesos en educación, pero ocupamos el último lugar en los exámenes de Ceneval. No tenemos capital humano con capacidades competenciales ni tecnológicas para poder atraer inversiones y desarrollar industrias.
EROSIÓN CIUDADANA
La dependencia del asistencialismo ha erosionado cualquier atisbo de ciudadanía. Nos hemos convertido en súbditos de la federación, prestos eso sí ha contribuir cuantiosa y garantizádamente con nuestros votos al servicio del poder en turno. Nuestras Pymes transitan en la informalidad, nuestro salario promedio real es inferior al mínimo. Nuestras pocas empresas e industrias exitosas empequeñecen a lado de las grandes corporaciones del país.
ESPERANZA
Los retos son enormes. Por eso cada sexenio resurge la esperanza de que suceda algo distinto para que nuestras nuevas generaciones no tengan que migrar en busca de mejores oportunidades de vida. Lo peor es que hemos perdido la tranquilidad de convivir en paz. El crimen organizado ha conquistado territorio y como si fuera metástasis se integra veladamente en nuestras entrañas. La inmigración está fuera de control. Deambulan por nuestras ciudades miles de migrantes sin un destino cierto.
Yo tengo fe en que el nuevo gobierno que seguramente encabezará Eduardo Ramírez, haga un esfuerzo adicional para buscar soluciones de fondo (aunque tomen más tiempo) y no se conforme con administrar la papa caliente de la conflictiva social. Esperemos que así sea. La esperanza viene de esperar. Es una actitud o un estado de ánimo realista pero optimista, la creencia de que un cambio positivo es posible.