Por Rodulfo Reyes
“Lo he estado observando: se ha vuelto hosco con los medios, con las cámaras; ha cambiado Adán (Augusto López Hernández), se ha vuelto como repelente, se ve, lo siento, lo percibo prepotente, como que flota; a mi buen personal opinión se ha convertido en algunas de las cosas que él criticó y lo que muy pocos quieren ser, ojalá que me esté equivocando, pero por lo menos es mi percepción”.
Quien así describe al ex secretario de Gobernación no es un “conservador” ni un periodista crítico de esos que él ningunea hasta considerarlo poco menos que persona, en un rasgo que lo pinta en su exacta dimensión humana.
No, esa definición del estado emocional que guarda el aún gobernador con licencia de Tabasco corre a cargo de Jesús Sibilla Oropeza, el comunicador más respetado del edén de los últimos años, hasta donde recuerda la memoria del autor de esta columna.
Importa recobrar esa crítica ácida lanzada desde el programa semanal A Fondo que conduce el popular Chuy en la XEVT, porque esta estación, de la que él es propietario junto con sus hermanos, se encuentra en el centro del debate entre los equipos de Adán López y de la abanderada presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo.
Esta última acusa a la ex corcholata tabasqueña de enderezarle una descarga mediática desde las ondas de la más importante radiodifusora choca.
Y la prueba de que el lopezobradorismo tiene clavada en la mente esa idea, es que hace poco en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, un presunto periodista le planteó al dueño de ese tribunal de fusilamiento que Adán López era socio de la XEVT, donde, le dijo, leyendo un guion, que lo estaban calumniando a él y a su familia por una nota que aseguraba que sus hijos tenían negocios en Pemex.
Con su respuesta asintiendo que la radiodifusora lo estaba difamando, el de Macuspana avaló la versión de que Adán López tiene intereses en esa empresa; sobra decir que en la mañanera todas las preguntas que se le hacen al Presidente pasan por un filtro (menos las de los verdaderos periodistas, claro).
Lo hosco (como sinónimo de intratable) que le ve Chuy a López Hernández tiene una causa lógica: gracias a los medios que tanto desprecia, la ex corcholata quedó en cuarto lugar en la encuesta de Morena por la candidatura presidencial. La arrastrada que le puso Sheinbaum no fue solo a nivel nacional, sino también en su propia tierra.
Con la desbarrancada en el proceso interno, sus correligionarios y el régimen vinotinto le demostraron que los medios son importantes en una campaña.
Y él, en 2019 que arrancó su gobierno en Villahermosa, lo primero que hizo fue desaparecer la coordinación general de Comunicación Social con el argumento de que era un dinero desperdiciado el invertido en la difusión de obras oficiales.
Pero no solo eso: también violó la autonomía universitaria al ordenarle a la UJAT que cancelara sus convenios publicitarios con los medios de información tradicionales.
López Hernández quiso, pero no pudo, llenar el vacío informativo producido por su administración, que desde el arranque cerró todas las oficinas de prensa y dejó de enviar comunicados a periódicos y periodistas, con una supuesta mañanera mensual que ofrecía desde la estación de radio que ahora está en la mira del grupo de Sheinbaum.
En su columna Juegos de Poder del lunes pasado, publicada en Excélsior, bajo el título ¿Quién es Claudia?, el analista Leo Zuckerman dice en torno a la relación entre Adán López y la XEVA:
“En julio pasado, cuando ya estaban los aspirantes de Morena dizque compitiendo por la candidatura presidencial, Claudia visitó Tabasco, estado controlado por Adán Augusto López. Un periodista local, probablemente simpatizante del exgobernador, le hizo una serie de preguntas bastante naturales sobre el involucramiento de AMLO en el proceso electoral interno de Morena. De mecha corta, Sheinbaum reaccionó negativamente en contra del periodista. ‘No sé por qué tanta violencia en la entrevista. Está muy violenta la entrevista’, le reprochó. ‘Son los temas del día’, dijo el entrevistador. ‘Estamos acostumbrados a tener una conversación normal, tranquila, entonces, así empezó, entonces, así le seguimos’, respondió la exjefa del gobierno. Se vio intolerante, de piel delgada. Metódicamente, no volvió a cometer un error similar”.
El también comentarista de Televisa trata de establecer que la muy probable próxima presidenta de México tiene un carácter irascible.
En realidad, Sheinbaum se molestó con el reportero tabasqueño porque le pidió de entrada y a quemarropa que opinara sobre una encuesta aparecida ese día y que ponía en primer lugar al competidor de casa.
Como anécdota, dicha “encuesta” resultó ser fake news.
¿El nerviosismo de Adán López tiene que ver con las señales de que el lopezobradorismo, empezando por el Presidente y lo mismo por Claudia, lo considera traidor? La pregunta hecha por un supuesto reportero, bajo el control del vocero Jesús Ramírez, en la que acusa a Adán de la campaña de la XEVT, es apenas la apunta que asoma en lo que se le viene encima al gobernador con licencia de ganar Claudia.
También el capítulo de los ataques de Alfredo Jalife contra Claudia desde esa estación tabasqueña se le endosa a López Hernández.
Con todo eso, es normal que el tabasqueño se muestre colérico y prepotente con los medios, una actitud –sin embargo– que mantiene desde el arranque de su reinado.
Lo importante aquí es que esa descripción con un dejo de reclamo se le hizo ni más ni menos que desde la misma frecuencia amiga.
