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Melgar: hipocresía y servilismo / Código Nucú

Melgar: hipocresía y servilismo / Código Nucú
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César Trujillo

Ayer el senador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Luis Armando Melgar Bravo, rindió su quinto informe de actividades legislativas bajo un espectáculo donde la hipocresía y el servilismo fueron los protagonistas y se llevaron el oro. A la par, cabalgó la pobreza de los siempre eternos acarreados: esos que llegaron en camiones desde diferentes partes, bajo promesas de mejores condiciones para el futuro (o previo pago pactado, ellos saben). Esas mismas ofertas que les prometieron años atrás y que nunca les cumplieron, y que, cabe afirmar, tampoco esta vez les cumplirán.

Para el senador han sido cinco años de ardua labor legislativa (aplausos). Cinco años de un trabajo desmesurado en pro del desarrollo de Chiapas (aplausos). Cinco años de recorrer el estado por amor a la gente (más aplausos). Cinco años de meterse a la bolsa, según el Manual de Percepciones de los Senadores y Servidores Públicos de Mando, publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), 236 mil 67 pesos mensuales, o lo que es lo mismo: cinco años que le han representado 14 millones 164 mil 20 pesos. ¡Uf, qué difícil es ser senador! ¡Qué difícil no amar al pueblo así!

Ahora me pregunto, ¿qué es lo que ha hecho Luis Armando Melgar Bravo en pro del medio ambiente durante estos cinco años como para informar?, ¿qué es lo que ha hecho en pro de los desplazados y de las invasiones que han sufrido los pequeños propietarios en Chiapas?, ¿qué ha hecho para que la Alerta de Género se dé en todos los municipios que dice recorrer?, ¿qué pronunciamiento ha hecho contra de la ola de feminicidios que aplasta a nuestro estado?, ¿qué ha hecho en pro del agro chiapaneco, en favor de los maestros, constructores y proveedores a los que el gobierno de Chiapas no les paga, o con el desabasto de medicamentos, etcétera, etcétera?

Las preguntas podrían ser interminables y, sin afán de presunción, puedo responderlas yo con toda honestidad y sin ayuda de ningún panfleto ególatra como el que leyó el legislador. Empecemos. Por el medo ambiente ha regalado (lo repito nuevamente) botes de basura tatuados con su apellido, el mismo que es el estandarte para su egoteca en una fundación electorera que lo pondera como un ser amoroso y todo ayuda (la Madre Teresa de Calcuta debe sentir harta envidia).

Fuera de ahí, no ha hecho nada más que plantar arbolitos, mojarse y juntar lodo en sus puños en los manglares, y aparecer en las fotos y videos caminando por los basureros a cielo abierto (cosa que cualquiera hace). ¡Ah! Sí, lo olvidaba. Ya recuerdo. Intentó, también, hacer un exhorto y ponerse “súper rudo” al darle un ultimátum a Proactiva (ahora Veolia), pero lo mandaron por un tubo y su papel terminó siendo un contaminante más en el tiradero que trae la empresa franco-española. ¡Ups!

Digo, porque pagar para que le elaboren un libelo donde se recopilan una sarta de mentiras no es tan complicado. Decir que ha recorrido todos los municipios tampoco lo es, aunque el asunto de fondo es que sólo lo hace para la foto y sin ningún efecto positivo para la entidad. Porque la verdad es que más bien anda en una intentona de campaña, como lo hizo Velasco Coello, pero sin ese efecto que el ahora gobernador logró tener.

Desde el comienzo de su informe Melgar se desvivió en lisonjas al presentar al diputado local y presidente de la Mesa directiva del Congreso del Estado y presidente estatal del Partido Verde Ecologista de México, Eduardo Ramírez Aguilar. Cosa por demás hipócrita. Lo mismo que con el presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, Fernando Castellanos Cal y Mayor. Aunque quizá obedezca a esa risible reunión donde el góber sentó a sus muchachos a limar asperezas y fingir amor, y ahora en su (des)informe el senador decidió hacer uso de la verdadera diplomacia política: la del saludo fraterno y el puñal en la espalda. Quizá, también, por eso el diputado local lo abrazó y con toda la ironía del mundo (¿o es amor del bueno?) lo llamó “mi candidato”. ¡Vaya destape!

Lo cierto es que el senador Melgar Bravo no puede informar cosas que no existen. Su trabajo legislativo ha sido nimio y burdo, y su desempeño bastante fútil. Su desesperación por figurar en las boletas del 2018 es ya muy alta, pues al igual que el buen ERA, sabe que no se encuentran entre los escenarios más favorables y que por más intentos que hagan nomás no levantan. ¡Ah! Y si a eso le sumamos que al senador ya le expulsaron a su coordinador que tenía incrustado en el PRD, ni cómo ayudarle. Ahora sí que, perdón por contradecirlo, pero no tenemos con qué.

 

Manjar

Nuevamente la diputada local Sandra Luz Cruz Espinosa, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se encuentra en el ojo del huracán al ser sindicada por un grupo de comuneros de actos anticipados de campaña en los que anda promoviendo los programas de Prospera, Maíz Solidario y Sesenta y Más, siempre y cuando la apoyen en sus desesperada búsqueda por la alcaldía en Tila (segunda ocasión ya, más dos de su esposo), todo esto cuando aún no son tiempos electorales. Increíble que se decidan a usar los programas federales y estatales como bandera electorera sin importarles nada. La pregunta de rigor acá es qué pasa con el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) que debería estar ya sobre este tipo de funcionarios. La legisladora, a base de chantajes y amenazas, ha advertido que llegará de nuevo a la Presidencia Municipal con o sin ayuda de algún partido, como si todo ya estuviera arreglado. #Ojomuchoojo // La recomendación de hoy es el libro Viaje a Portugal de José Saramago y el disco A Toda Cuba le Gusta de The Afro-Cuban All Stars. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

@C_T1

palabrasdeotro@gmail.com

 

César Trujillo

9611678707

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