César Trujillo
Luego del terremoto de 8.2 grados en la escala de Richter que sacudiera a nuestro estado quedó al descubierta la inoperancia de los funcionarios en el gabinete de Manuel Velasco Coello ante una tragedia como la acontecida. En plena Sesión Extraordinaria del Consejo Estatal de Protección Civil, mismo que encabezara el Ejecutivo estatal el día viernes 8 de septiembre, quedó de manifiesto el cinismo del secretario de Salud, Francisco Ortega Farrera, y la estulticia y frivolidad del titular del Fondo de Fomento Económico (Fofoe), Óscar Ochoa Gallegos.
No es sorprendente el actuar del secretario Francisco Ortega Farrera en esa conferencia. Desde su arribo a la Secretaría de Salud estatal se ha encargado de mentir a la ciudadanía, así como abusando de su poder ha pasado por encima de los derechos de los trabajadores. Asimismo, ha simulado descaradamente a los medios de comunicación (Loret de Mola sabe de esto) en donde saca cifras y cifras de la manga que distan mucho de la realidad que vive nuestro estado, y ahora, apareció fingiendo demencia ante el propio mandatario de Chiapas, quien, por cierto, le reclamó porque el centro de salud en Tonalá no estaba en operaciones y mostró el rostro incómodo del góber (puro egocentrismo).
Tampoco sorprende, aclaro, que el hermanito del diputado priista Willy Ochoa, el encargado de Fofoe, Óscar Ochoa Gallegos, se tropezara al tomar el micrófono e hilara una serie de palabras que no sólo son groseras al ser pronunciadas, sino que demuestran una apatía total y una frivolidad al hablar de las víctimas cuyo dolor no se reduce por darles café, pan, carpas o los apoyos económicos: mucho menos con el mensaje del mandatario que se quedará como discurso hueco y sin efecto real (pero bueno, es Óscar Ochoa, no se le pueden pedir peras al olmo, es luchón pero el intelecto está peleado con él).
Dos videos cortados, en circunstancias precisas, muestran al secretario de Salud siendo evidenciado por su inoperancia. Mientras hace uso de una retórica demagoga, la misma que implementan en sus panfletos oficiales, Ortega fue interrumpido por el mandatario que le increpó el hecho de haberse sentido ofendido porque los ciudadanos de Tonalá le recriminaron que el centro de salud, de ese municipio, no está en operaciones. Ortega aludió a olvido y en un uso fino del sarcasmo Maveco le recordó que si dijo Tonalá no se refería a Tuxtla (¿fanfarrias para el góber?).
Y la verdad no es que el gobernador se encuentre muy preocupado por las desgracias ajenas y que el pecho se le esté desgarrando (me atrevo a pensar). Sin embargo, siempre le ha incomodado quedar en ridículo o ser abordado por la crítica social que exhibe un mediocre desempeño de sus funcionarios (recordemos la cachetada al Bala o los despidos de algunos funcionarios) y que lo pone como un mandatario que desconoce lo que éstos hacen y, peor aún, muestra su impericia de la situación real en Chiapas en todos los rubros.
Porque no se trata solamente de Tonalá, en cuanto al nulo funcionamiento del centro de salud. Se trata de toda la geografía chiapaneca que padece los problemas de desabasto de medicamentos, de falta de personal y de equipo médico. No es este un asunto nuevo, pero sí es un asunto que ahora brotó con más fuerza y que, incluso, no reventó como tal por lo benévola de la naturaleza que nos dio un terremoto con baja intensidad, pese a la magnitud (entre tres y cinco veces menos intenso que el del 19 de septiembre de 1985).
Lo cierto es que estos dos ejemplares (el de Fofoe y el de Salud) son la muestra de la capacidad de respuesta que tiene el equipo del gobernador. Un gabinete con funcionarios mediocres unos e insensibles otros. ¿Qué el gobernador salió de inmediato a informar al pueblo de Chiapas? Era lo menos que se esperaba. Un terremoto considerado el más fuerte de la historia en nuestro país no podía tomarse de otro modo y debía mostrar a un mandatario ocupado y preocupado por lo que acababa de suceder.
Sin embargo, una cosa es la respuesta mediática y otra la ayuda que van a recibir las víctimas del terremoto. No olvidemos que desde el huracán Stan (en el pabliato) que devastó la zona Costa aún siguen los damnificados exigiendo ayuda. Lo mismo con los del sismo de hace unos años en Ciudad Hidalgo, donde el mismo gobernador Manuel Velasco y la entonces secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, prometieron ayuda y no pasó nada.
Quizá por ello uno deja de creer en los discursos y en las buenas intenciones. De la promesa verbal al hecho en concreto, los trámites burocráticos y la rapiña institucional terminan siendo factor preponderantes. Mientras eso pasa, seguirán apareciendo los funcionarios con esa torpeza característica en ellos, mostrándose tal cual son. Ojalá y esta ocasión yo me equivoque.
Manjar
Tras el terremoto que sacudió a Chiapas, la Secretaría de Educación suspendió las labores del día de hoy hasta que Protección Civil dictamine que las instalaciones no representan un riesgo para los alumnos. Ojalá y las escuelas prioricen el bienestar del alumnado. #EraLoJusto // Si tiene ropa en buen estado que ya no se ponga, dónela. Ahora es tiempo de sumarnos a quienes perdieron todo. La vida es una rueda y uno nunca sabe cuándo va a necesitar de los demás. #PorChiapas // La recomendación de hoy es Poesía vertical de Roberto Juarroz y el disco Aftermath de The Rolling Stones. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
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César Trujillo
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