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La Sheinbaum, un diálogo desde el corazón

La Sheinbaum, un diálogo desde el corazón
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José Luis Castillejos

Tapachula, Chis.- Claudia Sheinbaum, rodeada de una multitud en el parque Central Miguel Hidalgo de Tapachula, irradiaba energía y compromiso mientras estrechaba manos y compartía sonrisas. “Mi corazón se queda en Chiapas, con Ustedes”, confesó.

Vestía una blusa con motivos romboides que evocaba la rica herencia textil de Chiapas, y su presencia destacaba en un evento que simbolizaba más que una simple visita política; era un encuentro de corazones y esperanzas.

“Estoy muy emocionada. Lo que he vivido estos dos días en Chiapas es único y excepcional”, expresó Sheinbaum con un brillo especial en los ojos. Habló de su travesía por el estado, describiendo cada experiencia como un reflejo de la belleza, la cultura y el espíritu indomable de sus pueblos originarios.

Claudia destacó la figura de Eduardo Ramírez Aguilar y eligió su liderazgo y anticipando una colaboración fructífera entre los gobiernos estatal y federal para impulsar el desarrollo integral de la región. El cariño que los chiapanecos mostraban hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo, era un testimonio del impacto positivo de sus políticas, especialmente del programa ‘Sembrando Vida’, el cual calificó de excepcional.

Su visión para Chiapas y, más ampliamente, para México, era expansiva y ambiciosa. Prometió un enfoque dedicado al bienestar y a la sostenibilidad ambiental, proponiendo iniciativas para hacer de Tapachula un epicentro económico no solo para Chiapas sino para toda Centroamérica. “Vamos a ayudar a Chiapas a crecer con bienestar y respeto por su rica historia y cultura”, aseguró.

Con la promesa de mejorar la infraestructura regional, mencionó específicamente la conexión del corredor interoceánico y el desarrollo de Puerto Chiapas, subrayando su compromiso con proyectos que respalden tanto el desarrollo económico como la conservación ambiental. Además, hizo un llamado especial a apoyar a los más necesitados, anunciando planes para ampliar programas sociales y educativos, incluyendo becas para estudiantes y nuevas universidades.

En un giro inclusivo, Sheinbaum también se comprometió a abordar temas de equidad y justicia social, proponiendo una vida digna y oportunidades para todos, desde la juventud hasta las mujeres mayores, quienes recibirían un apoyo mensual especial bajo su administración. “Por primera vez habrá una presidenta en México, y será una presidenta que sigue la transformación del país con humanismo y justicia social”, declaró.

La tarde avanzaba bajo el calor sofocante, pero la pasión y el calor humano de los asistentes solo se intensificaban. Entre las históricas palmeras de Tapachula, Claudia Sheinbaum no solo delineó un plan de gobierno, sino que tejió esperanzas y promesas en el tejido social de Chiapas, dejando una impresión duradera de compromiso y esperanza en el corazón de la frontera sur.

Su mensaje era claro: un futuro próspero y justo para Chiapas y para México, guiado por principios de bienestar, inclusión y respeto mutuo.

Las dos manos le fueron insuficientes a Claudia Sheinbaum para estrechar abrazos. Vestida con una blusa adornada con motivos romboides de Chiapas, la tierra irredenta del sur, la candidata a la presidencia de México regaló sonrisas y abrazos. Entre empujones y apretones, la multitud la recibió con un fervor que sólo se reserva para los líderes más queridos.

Cruzamos el estado en diagonal y me llevo su corazón, esperanza, cariño y amor. Chiapas es un estado extraordinario, con una belleza, paisaje y riqueza cultural únicos.” Sheinbaum, con la emoción reflejada en su voz, reconoció a Eduardo Ramírez Aguilar como un “dirigente extraordinario” y prometió una estrecha coordinación entre el gobierno de Chiapas y el Federal.

Prometió un esfuerzo considerable para el desarrollo de Chiapas, incluyendo el apoyo a los pueblos indígenas y el reconocimiento de su riqueza cultural. Habló de hacer de Tapachula la capital económica de Chiapas y de Centroamérica, promoviendo inversiones que sean sustentables y respetuosas con el medio ambiente. “No se va a pasar por encima de la historia; vamos a generar desarrollo con bienestar”, afirmó, detallando planes para mejorar la conectividad y el desarrollo del Puerto Chiapas.

“Por primera vez habrá una mujer presidenta en México, y esa mujer va a continuar la Cuarta Transformación”, declaró, prometiendo gobernar bajo el principio de que “el poder solo es virtud cuando se pone al servicio de los demás”.

Sheinbaum propuso aumentar los programas sociales de AMLO, consolidar el Tren Maya y el corredor interoceánico con Centroamérica. Prometió apoyo mensual a mujeres de 60 a 64 años y becas para niños en escuelas públicas, además de mejorar el sistema de salud y la infraestructura educativa con nuevas universidades y preparatorias.

Eduardo Ramírez Aguilar, por su parte, se refirió a Tapachula como su “segunda patria”, elogiando a Sheinbaum como una “mujer excepcional, incansable en el trabajo”. Detalló sus planes de asegurar que la conectividad a internet llegue a todos y de crear una frontera industrial con estímulos fiscales para generar empleo y atender la migración con una visión humanista.

Mientras la tarde-noche avanzaba, la candidata, junto a Ramírez Aguilar y los candidatos Rosy Urbina (candidata a diputada Federal del Distrito XII); los senadores Ricardo Monreal y Sasil de León y el aspirante al Senado Pepe Cruz estrecharon saludos e intercambiaron impresiones

Todos coinciden en mas necesidades de México mostrando un compromiso tangible con el progreso de la región. El evento, bajo las palmas del parque Central Miguel Hidalgo, se convirtió en un testimonio del calor humano y el espíritu apasionado de los chiapanecos, marcando un día más en la vida política de México, un día de promesas bajo la sombra generosa de la historia y la naturaleza de Tapachula.

Las Miles de personas que llegaron al parque desde diversos puntos de la frontera sur gritaron vivas a la próxima presidenta de México. Hicieron tronar matracas y silbatos y en potente exclamaron: Claudia…Claudia… Ella sonreía y miraba la multitud.

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