Home Columnas Están sintiendo 8.1 / 8.2 / 7.1 ¡y no se hincan! / Comentando la noticia

Están sintiendo 8.1 / 8.2 / 7.1 ¡y no se hincan! / Comentando la noticia

Están sintiendo 8.1 / 8.2 / 7.1 ¡y no se hincan! / Comentando la noticia
0
0

Alfonso Carbonell Chávez.

 

A 32 años de la tragedia provocada por un terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter que sacudió buena parte del país, cuando siendo las 07:19 horas del 19 de septiembre de 1985, bastaron  poco más de 2 minutos para que la llamada, Ciudad de los Palacios entonces Distrito Federal, cientos de edificios públicos, hospitales, escuelas, hoteles y viviendas en general, colapsaran y cuyo saldo de pérdida de vidas, aún hoy no hay plena credibilidad de las cifras oficiales dadas a conocer entonces por el gobierno federal. Así un primer momento de aquellos aciagos días de septiembre, se dijo de una cifra aproximada de 3 mil 500 fallecidos, para posterior a la réplica ocurrida al día siguiente viernes 20, el jefe del departamento del distrito federal Ramón Aguirre Velázquez, dio a conocer una cifra cercana a las 10 mil muertes siendo casi el 50 por ciento mujeres. Días-semanas después, el embajador de los EEUU en México John Gavin, se refirió a un número de casi 20 mil fallecidos y finalmente el último dato que hasta hoy se tiene registrado sin ser oficial, es el que el Servicio Sismológico Nacional refirió y que alcanzaban los 40 mil muertos por causa del terremoto de septiembre 19 de 1985 que sacudió la conciencia del país al punto de las 07 horas con 19 minutos, hundiéndonos en el dolor a la nación entera. Los estados más afectados y sobre todo en los que se registraron fallecimientos fueron; Jalisco 37, Edomex 15, 10 Michoacán, 5 en Guerrero y, Colima y Morelos uno en  cada estado. El costo de la reconstrucción en ese entonces, se calculó alcanzaría un monto cercano a los 8 mil millones de dólares; pero si me pregunta a cuánto ascendió realmente, solo dios lo sabe. Las cifras ciertas de fallecimientos en 1985, se insiste, aún hoy resulta un acertijo.

 

Apenas el pasado 7 de septiembre de 2017 el reloj marcaba las 23:49 horas, cuando la tierra con una fuerza inusitada, sacudió –literal- los estados de Chiapas y Oaxaca principalmente, al registrarse un movimiento telúrico que alcanzó un record histórico de 8.2 grados Richter, escala jamás registrada en el país y por supuesto en Chiapas en por lo menos un siglo, según el propio Servicio Sismológico Nacional (SSM). Las cifras de fallecidos dados a conocer, arrojan un total de 98 siendo el estado de Oaxaca dónde mayor número de estos alcanzó, en tanto en Chiapas, insisto con información extraoficial, hubo un saldo de 15 fallecimientos y dos en Tabasco. La población afectada por este cataclismo se dijo en un primer momento, alcanzó una población de 2.3 millones de habitantes aunque la cifra se ha venido ajustando a la baja conforme se ha ido avanzando en los censos comunidad por comunidad y ya veremos cuáles, las cifras finales. La estimación de daños aún está pendiente y la situación se dificulta porque la mayoría de las viviendas afectadas eran muy antiguas y su valor catastral quizás sea mínimo. Aquí lo realmente importante es, cuánto va a costar dotarlos de una nueva vivienda aunque sea modesta. Aunque ciertamente los apoyos para los más afectados han llegado con prontitud en materia de alimentos, medicinas, ropa y la habilitación de albergues, aún faltan muchos lugares quizá los más apartados que aún claman por ayuda.

 

Cuando el sosiega al alma y cuerpo parecía empezar a encontrar y reencontrar la “normalidad”, bueno hasta donde las miles de réplicas en Chiapas nos lo habían permitido, ahí nomás el pasado 19 de septiembre a las 13:14 horas, fatídico 19 de septiembre remarcaría, un nuevo terremoto de 7.1 grados en la escala Richter pero ahora con epicentro en los límites de Puebla y Morelos (el de 8.2 los tuvimos a 160 kilómetros de la costa entre Chiapas y Oaxaca), y como hace exactamente 32 años, volvió a sacudir al país concentrándose los daños materiales y humanos nuevamente en la ahora CDMX y que a diferencia del 85, ha sido replicado, incluso pienso con exceso y no pocas veces con alto grado de irresponsabilidad, a través de las redes sociales. Y ¡claro! que resulta finalmente mucho mejor contar con esta herramienta tecnológica porque al hacerlo visible, permite actuar con mayor prontitud y eficacia sobre todo para identificar los lugares con mayor afectación y requerimientos de apoyos. Lo que sí no cambió en estos 32 años, fue la voluntad y espíritu solidario de los capitalinos quienes como en aquel temblor de septiembre 19 de 1985, nuevamente salieron a las calles a sumarse como uno solo para auxiliar a las víctimas del siniestro. Así y creo abundar sería hasta ocioso, digo, habida cuenta que estoy cierto han seguido como la mayoría de los mexicanos casi minuto a minuto lo ocurrido, donde destaca, insisto, la gran solidaridad del pueblo mexicano volcado a las calles y acciones de auxilio que rayan muchas, en verdaderos actos de heroísmo pues, lo trágico dentro de lo catastrófico que ha resultado este evento sísmico, es la pérdida de vidas humanas entre de esas la de muchos niños y niñas como es el caso de la escuela Enrique Rébsamen en la CDMEX, quien hasta el último reporte conocido, 21 niños fallecieron y al menos tres, según los expertos de la Marina y Ejército Mexicano, podrían encontrarse con vida; lo que sí era seguro, es que una pequeña de nombre Frida Sofía de 12 años, habían evidencias ciertas de que estaba viva y con la que ya se había tenido contacto. Es más, escuchando la radio mientras esto escribo, el dato último de fallecidos por este temblor ya alcanzaban los 260. En tanto al rescate de Frida Sofía, estaban, se decía, a metros y minutos de poder rescatarla. Con vida primero Dios. Así y del dato oficial que cito al inicio de 230 muertes, 94 se registraban en la CDMX, 71 en Morelos y 43 en Puebla (estados en donde se registró el epicentro), 12 en Edomex, 4 en Guerrero y uno más en Oaxaca. ¡Toda una tragedia! De la cuantificación de daños, aún nada se tiene ni siquiera preliminar y creo que eso, finalmente, es lo que en momentos como estos lo que menos importa. El rescate, era y hasta el último rayo de esperanza será, el encontrar algún sobreviviente donde se tenían también, evidencia de haberlo. Esa pues, la tarea primordial y vital. Me queda claro.

 

Ya de salida (a modo de reflexión)

 

Hasta antes del 7 de septiembre, para la mayoría de los mexicanos su mayor preocupación era el tema de la inseguridad, la falta de empleos pero sobre todo de la corrupción que cometen nuestros gobernantes y clase política en general  en el país. Después de estos eventos, amén de seguir con las mismas preocupaciones, ahora se suma  la de empezar su propia reconstrucción. Ah y vigilar que no se roben los recursos de la misma. Para los políticos, hasta antes este 7 de septiembre y del 19 de septiembre… como después de estos dos terremotos, su preocupación real sigue siendo la de alcanzar candidaturas que les posibilite, a partir del 2018, hacerse de un cargo público para no seguir viviendo en el error, es decir, fuera del presupuesto. En tanto los más, repetir en algún encargo popular para seguir acrecentando sus abultadas cuentas bancarias, digo, sabedores que al cometer actos de corrupción gozarán de cabal impunidad. Perverso círculo. Y cierro el comentario diciendo; jamás pensé que viviría y sobreviviría a tantas catástrofes naturales y políticas, como las experimentadas a lo largo de mi ya larga vida. Empezando al sismo de 1985 en el que por razones de trabajo me encontraba viviendo en un edificio de la colonia San Pedro de los Pinos en el séptimo piso de un edificio en el D.F., y cuyos saldos mortales fueron de miles. Ahora 32 años después, me ha tocado presenciar y sentir, el terremoto más intenso registrado en el país y cuyo epicentro fue Chiapas con 8.2 grados, con afectaciones de dimensiones incalculables y que también cobró su cuota de vidas. Ahora aunque de menor  intensidad digo si así lo podemos consentir, como con menores efectos en la entidad, me toca presenciar otra muestra descarnada de la naturaleza con este sismo que azotó al país e igual y  más lamentable, con un recuento de víctimas mortales que ya llegan, según reporte de prensa radiofónica, a los 260 fallecidos. Y por eso el título de esta entrega: 8.1 / 8.2 / 7.1: están sintiendo el temblor nuestros corruptos gobernantes ¡y no se hincan! …// ¡Me queda claro! Salu2

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *