José Antonio Molina Farro
“…en un país dividido, es necesario un gobierno eficiente y con visión de futuro para superar los obstáculos sin precedentes en magnitud y alcance global. Mantener la confianza pública es crucial para la solidaridad social, para la relación de las sociedades entre sí y para la paz y la estabilidad internacionales… El desafío para los líderes es manejar la crisis mientras se construye el futuro… Henry Kissinger, The Wall Street Journal. Abundan columnas especializadas y propuestas muy concretas de la sociedad civil, sobre la ruta a seguir para mitigar los efectos devastadores de la pandemia en la economía mundial y nacional. Cada país, cada región, abordan y asumen responsabilidades en función de lo que, a juicio de los gobernantes, son las políticas más efectivas para enfrentar una crisis de profundas repercusiones económicas. México no es la excepción. Incluso algunas entidades del norte del país cuestionan con vehemencia el pacto federal en materia fiscal, para reactivar sus economías. Son contados los estados que, por disciplina de partido, léase al presidente, asumen íntegramente lo que dice y hace la federación, sin reparar en sus dinámicas internas. Ésta es, ha sido, una práctica común de los partidos en México. Por interés personal o grupal los lineamientos presidenciales se acatan sin cuestionamientos ni debates internos.
Ya mucho se ha dicho y escrito sobre la crisis económica y de salud. Y quién en sus cinco sentidos puede negar que ante la magnitud y profundidad del desastre por venir se requiere de líderes, de auténticos estadistas capaces de enfrentar con propuestas creativas, imaginación y voluntad política esta circunstancia excepcional y trágica que enfrenta la humanidad. Los presagios para México nos presentan un escenario pavoroso – la mayor caída de los grandes países de América-. Ello demanda movilizar todos nuestros recursos como una economía de guerra, pero sin guerra. Encender los motores de la inteligencia, la razón y las emociones colectivas, en torno a políticas públicas novedosas, incluyentes y contracíclicas, al margen de ideologías preexistentes y dogmatismos por definición excluyentes. El viernes pasado asomó el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien nos dice que el gobierno está inyectando 50 mil millones de pesos en créditos, un millón de créditos al sector informal y otro al formal. El Infonavit va a diferir o absorber tres meses de créditos en caso de que una persona pierda el empleo. A diferencia de lo que afirmó semanas atrás, Arturo Herrera insiste en mantener la disciplina fiscal, “no aumentar la deuda por los altos intereses adicionales a pagar y fortalecer la liquidez”, apoyándose en los recursos liberados por los fideicomisos en extinción. Por su parte, Marcelo Ebrard, sigue con funciones y opiniones variopintas, más allá de las responsabilidades de su propio encargo y es quien realmente asume el liderazgo por instrucciones de AMLO. Hoy la circunstancia exige un mayor protagonismo del Secretario de Hacienda, comparecer cotidianamente y utilizar un lenguaje claro, entendible para la mayoría de la población, como se hace en el sector salud, o, en su caso, designar a un vocero oficial que informe y aclare dudas a toda la nación. Einstein decía,“Si no lo entiende un niño de seis años es que no lo has entendido tú”.
Y no es para menos. De acuerdo al Fondo Monetario Internacional México sufrirá una “dentellada” de -6.6%, si así fuere, en Chiapas decreceríamos aproximadamente -8%, en el mejor de los escenarios. El número de empleos formales perdidos en tres semanas en el sector privado, fue de 130 mil, es de suponer que en su mayoría corresponde a empleados de las Pymes. A esto hay que agregar la cantidad de empleos informales que también se perdieron. La Concamin explica que “si la crisis sanitaria continúa hasta el 30 de abril, podrían perderse de 900 mil a un millón de empleos y con ello cerrar 200 mil empresas. También nos dice que de la industria textil dependen un millón 700 mil trabajadores, que de laborar estarían fabricando cubrebocas. En Nuevo león ya se puso en marcha un programa de empleo temporal para 200 amas de casa que quieran participar en la elaboración de cubrebocas. Todo lo anterior se agudiza porque la crisis nos llegó con una economía a la baja con 15 meses consecutivos de caídas en el sector industrial, además porque no tenemos un sistema de protección social consolidado, ni seguro de desempleo, ni de ingreso temporal, en caso de crisis como ésta. El número de pobres y las asimetrías regionales inexorablemente crecerán. Alfonso Romo y Graciela Márquez están desaparecidos. Hay corrientes de pensamiento económico, me incluyo entre ellas, que demandan soltar amarras, contracorriente a lo que sostiene el Secretario de Hacienda, hay que utilizar recursos del superávit primario y otorgar estímulos fiscales para enfrentar la emergencia (incluso así lo dijo Herrera en su momento, ya se retractó); Recojo la opinión del connotado especialista Adolfo Huerta: “trabajar con déficit fiscal para contrarrestar la caída de la inversión privada, del consumo, de las exportaciones y la entrada de capitales…gastar más, reestructurar la deuda interna, tasas de interés cero y postergar el pago de impuestos para aquéllas empresas que han cumplido, condicionadas a mantener el empleo…”Y sí, la política de austeridad fiscal ni debe ni puede continuar, más allá de lo que dicte la ortodoxia neoliberal. Ante los brutales retos de la pandemia y la crisis económica, en todos los países trabajan con déficit fiscal e incrementan su deuda. Muchos ya lo hacían antes de esta calamidad para reactivar a sus economías.
*Zoé Robledo, en el ojo del huracán*. Pagó el precio de su lealtad y eficiencia como Subsecretario de Gobernación. Lo mandaron a bailar con la más fea. Escasez de personal especializado, como lo reconoció en una de sus giras el presidente, y sin recursos financieros suficientes para atender una emergencia de esta magnitud; hay, por lo mismo roces muy fuertes con algunos gobernadores y brotes justificados de inconformidad de personal médico en varias clínicas del país.
Pocos dudan de su preparación y talento, su personalidad, sus giros idiomáticos y tono de voz lo presentan como un joven político de temple coriáceo. Su cercanía con el presidente y su eficiencia no agradan a muchos. Situación nada excepcional, es parte del quehacer político. Hoy es objeto de críticas y ataques inmisericordes, no le dan respiro. “el IMSS se le deshace de las manos” me dice un viejo político. Hay quienes lo ven como el “caballo negro” de AMLO para la sucesión presidencial o bien el precandidato natural para el gobierno de Chiapas. Me resulta difícil pensar en que los problemas de diversa índole por los que atraviesa el Seguro Social se deban a rasgos de incompetencia, deshonestidad o falta de previsión de Zoé. Tengo para mí que el problema toral del Seguro Social es la falta de recursos financieros y decisiones que se toman fuera de su ámbito. Es una prueba de fuego, la más difícil de su fructífera carrera. La solución de fondo está en el presidente. Si éste en verdad aprecia su eficiencia y goza de toda su confianza, debe apoyarlo en sus decisiones y con recursos financieros suficientes para mantener al Instituto a flote, de lo contrario su eficiente y leal amigo entrará a una espiral de desgaste que puede ser de irreversibles consecuencias para su futuro político y el futuro de una noble institución que, de no actuar a tiempo, tardará muchos años en recuperarse. Seguro AMLO ya advirtió este proceso de desgaste y sabrá hacer las rectificaciones necesarias para fortalecerlo.
Hace unos días Zoé presentó un programa de beneficio a los trabajadores. No es la solución de fondo al problema estructural, pero significa un importante avance en la política social. Anunció un programa de crédito a la palabra de 25 mil pesos con tasas de interés diferenciadas, en función del número de trabajadores empleados y a pagarse en tres años. Va dirigido a negocios formales que mantuvieron su planta laboral. El financiamiento será una bolsa de 25 mil millones y un total de un millón de créditos, que, entiendo se ampliará a dos millones. Zoé informó que 923 mil pequeñas empresas mantuvieron su plantilla laboral en los últimos tres meses sin reducir el salario a los trabajadores. Hay que subrayar que este tipo de créditos son muy favorables con tasas de interés y facilidades de pago que no existen en la banca comercial. Los incentivos son la fuente de la fortaleza de una economía de mercado. Es de esperar que los mecanismos de distribución de los créditos estén alejados de cualquier pretensión electorera.
*Chiapas* No hay mejor antídoto contra la incertidumbre que la información. Fortalecer el vínculo entre pueblo y gobierno, para que las políticas públicas se conviertan en ánimo social. Una insuficiente información oficial, puede producir preocupación, incertidumbre y nerviosismo en los actores económicos y sociales de la entidad. Me comentan que, más allá de los dislates y sandeces del peripatético Secretario de Salud, quien a regañadientes ofreció disculpas públicas por el trato despectivo al personal médico, en la entidad se está trabajando, desde el gobierno del estado, en un paquete de propuestas para reactivar la economía; lo mismo, me dicen, se hace en el Congreso local, aunque aquí, según destacado columnista con información privilegiada, están congeladas. La falta de información abre paso a la especulación, “se dice”, “me dicen” “se comenta”. Quiero pensar en que se van a detonar proyectos con un fuerte efecto multiplicador y encadenamientos hacia adelante y hacia atrás. Es deseable la generación de consensos entre el gabinete económico y el social, empresarios, legisladores, trabajadores, cámaras, universidades, sindicatos, y lo más representativo de la sociedad civil; se requiere, en términos llanos, un *Pacto de Estado* para diseñar estrategias muy claras y transitables, que permitan preservar la planta productiva y un menor impacto en los niveles de empleo formal e informal. A nivel nacional la sociedad civil empieza a movilizarse al margen del gobierno; el Consejo Coordinador Empresarial, en voz de su presidente Carlos Salazar, hizo un llamado a construir un Acuerdo Nacional dirigido a todos los actores sociales, políticos y económicos, empresariales y no empresariales, incluidos, por supuesto, los sindicatos, para hacer frente a la emergencia, y confía en que el gobierno se sume después.
Subrayo mi convicción de la importancia de dar a conocer a la ciudadanía chiapaneca qué proyectos, qué programas, qué acciones, qué fuentes de financiamiento, para enfrentar la emergencia económica. Hay interrogantes y también incertidumbre. Los responsables, por ministerio de ley, deben informar. Hace unos días la COPARMEX envió un mensaje: “Sin excusas. Las micro y pequeñas empresas chiapanecas requieren apoyo y un plan económico, *No Silencio*”. La respuesta la dio el gobernador del estado, con el anuncio de apoyo a microempresas, con préstamos hasta por 25 mil pesos, con 6.5% de tasa anual, tres meses de gracia y pagaderos a tres años. Bien. Se espera, en la semana, el anuncio de medidas complementarias, a la altura de las circunstancias. Los ciudadanos esperan un mensaje creíble de esperanza, y si el panorama es sombrío, como todo parece indicar, también decirlo sin tapujo, en voz de quien corresponda, con un llamado a la unidad y la solidaridad de los chiapanecos. Sabemos de las limitaciones financieras y de nuestra alta dependencia de los recursos federales, del recorte presupuestal a las Participaciones a Estados y Municipios, así como de los enormes adeudos que todavía arrastramos, por lo que sería un despropósito exigir lo imposible al gobierno del estado; por ello mismo, hay que informar y fortalecer la confianza. Lo he dicho varias veces, Rutilio es un político equilibrado, tiene empaque intelectual y una visión muy clara de gobierno, no es dogmático ni cae en la liturgia de recetarios preconcebidos para otras circunstancias. Hoy su equipo está en la mira. Me consta que tiene colaboradores de primer nivel, competentes y moralmente íntegros, y también los hay medianos, algunos vanidosos, otros, temerosos de comprometerse, dóciles y acomodaticios, charlatanes de la modestia, incapaces de disentir y de enfrentar lo inédito. No hay tiempo que perder. Estos son tiempos en que las filias y fobias ideológicas, así como las animadversiones personales deben postergarse y sumar filas en torno al gobernador de todos los chiapanecos, hacerlo sin mezquindades y con altura de miras por el bien de Chiapas. En la adversidad se mide a los gobernantes y también se calibra a las sociedades. Este es el momento. Es preferible ser cuestionados por lo que hacemos que por lo que dejamos de hacer. Lo digo sin hipérbole, lo que hoy se haga o deje de hacer marcará la gestión gubernamental y lo que somos como sociedad. Aciertos posteriores serán intrascendentes ante la magnitud de lo que hoy se enfrenta y está por ocurrir. Por añadidura, el destino de Morena en el 2024 puede definirse en esta trágica coyuntura y, con ello, descarrilar legítimas ambiciones de quienes aspiran a la sucesión.
Quiero concluir con Giovanni Sartori en La Democracia en 30 Lecciones. Él escribe sobre el “cálculo de los medios” para el buen éxito de cualquier reforma. Enumera cuatro: “1) si los medios son suficientes; 2) si los medios son adecuados (idóneos para el fin perseguido); 3) si con ello se perturban otros fines (efectos colaterales); 4) si los medios sobrepasan los fines y se vuelven contraproducentes”Una precisión del autor, cuando se refiere a medios, no sólo se refiere a medios materiales o financieros sino también a medios instrumentales, técnicos y de personal. “La competencia y la eficacia de una burocracia están en la base de los medios instrumentales”.
