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Esos matan / La Feria

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Sr. López

 

No va uno a hacer como que no supo. Hay cosas imposibles de disimular: ayer el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), acusó públicamente a un futbolista de iniciales Rafael Márquez Álvarez y a un cantante vernáculo que el muy pillín, ejerce su profesión con seudónimo (Julión), pero se llama Julio César Álvarez Montelongo, de ser testaferros de un narcotraficante de nombre Raúl Flores Hernández, que dicen es el “gran capo que menos conocemos” (ellos) y que se supone es el mejor lavandero de dinero ilícito en México (… mmm, qué ingenuo el tío Sam: ¡si supiera lo que es capaz de hacer un “autsorcero” tenochca!… mejor que Maestro Limpio, envidia de la Fab).

 

(Nota urgente.- En apego a lo dispuesto en el nuevo sistema penal acusatorio, se dan los nombre de los señalados, implicados -o calumniados, vaya usted a saber-, hasta en tanto no sean detenidos y presentados ante la autoridad judicial, momento en el que para respetar sus derechos humanos, pasarán a ser: Rafael N, Julión N y Raúl N, y sus fotos saldrán con la nariz y los ojos “pixeleados”; mientras, ¡a darle vuelo a la hilacha!… la ley ha sido servida: continuamos).

 

Al del teclado, como podrá usted suponer, le interesa más el clima en Hawaii que saber si es cierto lo que dice la OFAC de un futbolista y un cantante (y también le parece que la prensa que ayer machacó con las fotos de ellos acompañando políticos y famosos, le quiere sacar punta al Paricutín… y no, no es por ahí, que si así fuera, para poder acercarse a un gobernante, participar en una boda o piñata, tendría uno que exhibir a la entrada su Constancia de No Antecedentes Penales -expedida el día anterior al evento-, y declarar bajo protesta de decir verdad que se dedica a actividades lícitas, que sus ingresos y bienes tienen origen legal, que están declarados ante el fisco, y que no tiene relación ni piensa tenerla con delincuentes organizados o desorganizados, grandes o chiquitos… y, oiga usted,  francamente).

 

También sostiene López, que algún día alguien acabará por darse cuenta que el gobierno yanqui atropella a quien le viene en gana y no solo suelta nombres y acusaciones, sino que decreta el bloqueo de dineros y bienes, sin necesitar que antes un Juez diga que sí, que el chancludo del caso es culpable. Ellos actúan al grito de ¡palo dado ni Dios lo quita! (y después, ya con el cliente de veras atorado, cuando sí es culpable, hacen “tratos” que allá son legales, cosa que una vez descubierta por los capos colombianos, les arregló la vida y hacían fila para entregarse, previa negociación, para ya dejar de vivir jugando a las escondidillas).

 

Si es cierto o no lo del señor que vive de cantar y lo del señor que vive de patear pelotas, es asunto ajeno a su texto servidor y ya se verá qué hace nuestra Procuraduría General con esa papa hirviendo que le metió el tío Sam en los calzones, pues hasta las horas en que se tecleó lo que está usted leyendo, ninguno de los acusados tiene acusación ni denuncia de nada en México, lo que hace risible la noticia también de ayer, sobre la presentación voluntaria del futbolista en la PGR, para “declarar voluntariamente”… ¿declarar qué, de qué asunto?… ¿declarar sin denuncia, declarar sin tener carpeta de investigación?… prudencia, señores de la autoridad: si son panboleros o de la porra del Atlas, si lo quieren ayudar a que haga “bending” como boxeador que con pura cintura se quita los golpes, no es por ahí (tuitazo de la PGR: “#PGRInforma que hoy se presentó de manera voluntaria, el Sr. Rafael Márquez Álvarez para rendir su declaración. 16:19 – 9 ago. 2017”)… haga usted la prueba, vaya a la PGR (Reforma No. 211) y diga a la señorita de la Recepción que va a declarar, que no está acusado pero anda como con ganas de declarar: a empujones lo echan por payaso, que tienen mucho qué hacer como para tomar declaraciones sobre expedientes inexistentes. ¡Dioses!

 

Igual hay que recomendarle a la fracción del PVEM de la Cámara de Diputados, que se serenen: ayer, a las 16:21 horas -dos minutos después del tuitazo de la PGR sobre el futbolista-, El Universal puso en su portal digital una nota de Suzzete Alcántara, que reza:    

 

“El grupo parlamentario del Partido Verde (PVEM) en la Cámara de Diputados, se pronunció porque el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, haga una rápida aclaración sobre la información que se ha difundido en contra del futbolista Rafael Márquez Álvarez, quién es hijo de la diputada (Verde) Rosa Alicia Álvarez Piñones.

 

(…) añadió que hasta ahora se le ha señalado al futbolista mexicano de “mantener presuntos vínculos con el crimen organizado, sin darse a conocer los antecedentes o proporcionar fundamentos sólidos que respalden la acusación, generando un daño moral irreversible en su persona y a los miembros de su familia” (…)

 

La fracción parlamentaria sostuvo que la trayectoria del futbolista ha puesto en alto el nombre de México (…) vincularlo a actividades ilegales sin ser escuchado, no solo se le “desprestigia” sin razón alguna, sino que además se “viola” sus derechos de audiencia y de presunción de inocencia”.

 

Los verdes tribunos se olvidaron del Julión. Mal. Si van a defender gallardamente los “derechos audiencia y de presunción de inocencia”, que no sea selectivamente, ¡carambas! (por no escribir una que termina en “gao” y empieza en “chin”… ¡chingao!).

 

Claro, el patea-pelotas tiene mamá diputada (Verde), y el cantante de “El baleado” y “La bazzoka” (esa que termina con el sentido verso de “y entre esa lluvia de balas, aquéllos hombres pasaron”… ¡que se luzca el acordeón!), no, él no tiene; por lo que tuvo que conformarse con sincero “feisbucazo”: “Gracias a Dios no tengo la necesidad de muchas de las cosas que me están acusando (…) A lo mejor son cuestiones de envidia, de celos (…)”.

 

No se preocupe Julión, el Tesoro de los EUA, se lo aseguro, no le tiene envidia. Han de ser celos, ya ve que esos matan.

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