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Economía morral / A Estribor

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Juan Carlos Cal y Mayor

Como bien señala el ex secretario de hacienda del gobierno lopezobradorista Carlos Urzúa el recién publicado libro del Presidente, Hacia una Economía Moral, dista mucho de ser un ensayo sobre economía. Se trata de otro manifiesto político al igual que sucedió con el plan nacional de desarrollo. “De economía no tiene casi nada, excepto por datos sobre todo sociodemográficos antes que económicos, regados por aquí y por allá” nos dice Urzúa, un prestigiado académico del que presumió mucho la 4t y fue visto con buenos ojos por los sectores financieros del país hasta su dimisión. Se omite decir lo que fue una promesa de campaña respecto de que la economía crecería a un 6% al final del sexenio y un ritmo del 4% anual. También desmiente el hecho de que no se gastará más dinero del que ingrese a la hacienda pública. “La deuda contratada será de 500,000 millones de pesos y esa cifra crecerá más en 2020”. En síntesis, no habrá el crecimiento económico ofrecido y si más deuda.

A más de ello el libro parte de una falacia. El presunto ahorro prometido por el combate a la corrupción y la austeridad republicana. No es cierto como sostiene Amlo desde su campaña, que eliminar la corrupción representaría un ahorro de 500,000 millones (los mismos que se contrajeron de deuda).  Por el contrario, en la batalla contra la corrupción se tomaron decisiones que representaron un boquete para las finanzas públicas. Ejemplos abundan. Desde los más significativos como el de cancelar el NAIM Texcoco tirando a la basura 100 mil mdp o comprar por asignación directa 671 pipas con un costo de 92 mdd y qué decir del avión presidencial que pudiendo ocupar el hangar del AIM nos esta costando más de un millón de pesos mensuales en Los Ángeles y del que se siguen pagando 34 millones de pesos al mes por concepto del adeudo que se tiene con Banobras.

En el primer capítulo se hace un recuento histórico de la corrupción con algunos datos interpretados a conveniencia del argumento. Dice que Cortés cometió un fraude al autonombrarse Alcalde de la Villa Rica de la Veracruz, además de “jefe del ejercito invasor”. Omite decir que Diego Velázquez el gobernador de Cuba lo había nombrado jefe de esa expedición. De última hora, producto de las insidias, decidió abortar el plan pensando que Cortés ganaría la fama a lo que el Capitán decidió hacerse a la mar y concretar esa hazaña que tenía meses preparando. Partió para no volver y lograr la conquista de lo que a la postre sería el enorme territorio de la Nueva España. Fue una época de intrépidos hombres que llevados por la ambición de conquistar la gloria enfrentaron todos los riesgos a su paso. Muchos de ellos perdieron la vida. Cortés sobrevivió y fundó la nacionalidad mexicana cuya independencia se gestó tres siglos después.

En la secuela del texto ejemplifica otros casos de corrupción utilizando como fuente a escritores, se podría decir conservadores en la lógica de la 4t, como Francisco Bulnes, Fernando Benítez, Jesús Silva Herzog y Don Daniel Cosío Villegas. Juzga al porfiriato pero no reconoce que Don Porfirio se exilió en París llevando una vida ascética hasta que le llegó la muerte. No hay herederos con grandes fortunas o propiedades. Ebrard vivió más tiempo por allá.  Da un raspón al general Cárdenas al advertir que la negociación para indemnizar a las empresas petroleras por la expropiación, como El Águila, se hizo en términos muy onerosos para el país. Omite decir que los presidentes civiles no se caracterizaron por su deshonestidad. No dice que Don Adolfo Ruiz Cortines que enarboló la honradez como forma de gobierno y se retiró a vivir a su única casa en Veracruz. Ese si que fue honesto. Con él no hubo asignaciones directas como ahora ni obras megalómanas.

Lo más evidente y por ello cómplice es saltarse a los gobiernos de Echeverría y López Portillo. De este último cuando Amlo era priísta no dice ni pio. Como olvidar al tristemente celebre negro Durazo y su Partenón que hoy luce en ruinas como símbolo de la corrupción. De ahí analiza a los gobiernos neoliberales como los grandes villanos de la historia moderna. Pero de eso ya hablaremos en una siguiente colaboración…

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