Luis Enrique García*
En 2006, el jurista alemán Peter Häberle a instancias del profesor Diego Valadés, escribió un texto con la debida exhaustividad sobre el problema de la verdad en los estados constitucionales y nos advierte de la necesidad de ocuparse del tema en los textos fundamentales de los países frente a su ausencia legislativa.
La pregunta por la verdad, sostiene Häberle, después de la caída del régimen estalinista “confiere a la pregunta por la verdad una dimensión profundamente constitucional así como de actualidad política”. Es de suponerse, que en el derecho internacional el tema de la verdad cobra una especial relevancia y ha desarrollado numerosos procedimientos de aproximación; sin embargo, en general se cuenta con pocos textos que hablen sobre la verdad, precisa el autor.
En efecto, en este importante ejercicio de derecho comparado (Verdad y Estado constitucional) realizado en 2006, el autor concluye que la doctrina aún tiene que desarrollar un método de la verdad e introducirlo en el texto legal, con mayor pertinencia a partir de la transiciones a la democracia plural que cobraron vida con la disolución de los regímenes totalitarios de Europa oriental en 1989 y las transiciones de los denominados países en vías de desarrollo:
“En ese sentido, el principio democrático aparece tanto más pertinente cuando las democracias plurales, muy citadas, representan la forma del Estado en donde la verdad es relativa. Esto las distingue de toto coelo del Estado totalitario.” (p. 17).
No obstante, la democracia plural del Estado constitucional, señala el autor, confronta el problema de la verdad en tres niveles de discusión: 1) verdad y mayoría; 2) en la formación social de la opinión pública y 3) en la limitación de la libertad de prensa para proteger otros valores.
En ese contexto, Häberle se pregunta: ¿Disponen los ciudadanos sobre un derecho a la verdad? Existe dentro de los derechos humanos uno que atañe propiamente a la verdad?.
*Maestro en Derecho Constitucional y Amparo por la UNACH.
