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Darle por su lado / La Feria

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Sr. López

Carmelo se llamaba un tío bisabuelo de este menda del que decían en Autlán, había sido un macho de salón de exposiciones, sí, pero su destino casarse con tía Elvira, hembra de pelo en pecho que se bastaba sola para domarlo pero encima, nada más tuvieron hijas, cuatro, y el tío en franca minoría, acabó siendo más manso que los cabestros que echan en la plaza para aquietar las reses bravas… con una condición: si había visitas, le daban su lugar y todo parecía estar bajo su mando, aunque la familia entera sabía que el buen hombre estaba pintado en la pared.

Primero que sí; luego que no. Antier por la noche la Secretaria de Relaciones Exteriores (Cancillería), informó que no, que siempre no iría ningún representante de México a la toma de protesta de Daniel Ortega Saavedra como presidente de Nicaragua.

Ortega fue uno de los comandantes de la revolución sandinista que derrocó la dictadura de Anastasio Somoza Debayle en julio de 1979. Con esta vez, Ortega ha sido Presidente cinco veces, cuatro consecutivas gracias a la modificación constitucional que desde 2014 legalizó la reelección indefinida. Ortega ya es el presidente con más tiempo al frente del poder en Nicaragua (20 años más los cinco de este otro periodo), superando al dictador Anastasio Somoza García que se amarró al cargo 16 años (de 1937 a 1947 y de 1950 a 1956).

La bufonada de esta nueva reelección de Ortega fueen noviembre de 2021. No ha de ser tan difícil mangonear las cosas en ese país que tiene el 60% de pobladores que la CdMx; pero las elecciones bajo la mirada vigilante del Ortega escandalizarían y matarían de envidia a cualquier dictador: Daniel el traviesoencarceló e inhabilitó a 10 precandidatos opositores; siete aspirantes a candidatos presidenciales, están en la cárcel acusados de “traición a la patria” y otros dos se exiliaron (mejor); y a algunos partidos de oposición les quitaron su personalidad jurídica, así que ni pudieron participar. Los que logran salir de Nicaragua dicen que es una cárcel.

Dirá usted que es muy asunto de los nicaragüenses y sí, pero entonces Nicaragua tendría que funcionar por su lado, sin relación con organismos internacionales ni regionales y sin mendigar inversiones extranjeras (como hace, con poco éxito, ni China se ha atrevido a construir el Canal Interoceánico que firmó con Ortega en 2013).

Nos guste o no, hoy (y desde hace rato), los países del mundo se han comprometido a respetar el Derecho Internacional, los Derechos Humanos y los acuerdos derivados de pertenecer entre otras organizaciones, a la ONU o el Fondo Monetario Internacional que en agosto del año pasado, por cierto, le asignó a Nicaragua 353.5 millones de dólares para fortalecersus reservas y hacer frente al impacto económico de la pandemia del COVID-19.

Nicaragua es muy dueña de su destino y si la población acepta, tolera o soporta una violenta dictadura, es cosa de ellos… mientras puedan mantenerse al margen del concierto de las naciones; lo demás es querer silbar y tragar pinole. Don Ortega lleva a su país a la calidad de Estado paria. Allá ellos.

De regreso a la decisión de nuestra Cancillería de no mandar representante a la toma de cargo del Danielito, en la madrugadora de ayer alguien le preguntó sobre el asunto a nuestro Presidente, la persona mejor informada de México (se supone), y contestó: “Todavía no se decide (…) ¿Cuándo es la toma de posesión?(varias voces le dijeron “hoy” y añadió), aaah es hoy, no sabía, vamos a ver si da tiempo de que llegue, porque nosotros tenemos buenas relaciones con todos y no queremos ser imprudentes”.

El mismo alguien de la primera pregunta, le planteó: “¿Sería imprudencia no mandar a nadie?” y entonces aprovechó el Presidente para aclarar paradas: “Sí porque no podemos hacer a un lado nuestra política de autodeterminación de los pueblos y de independencia, o sea, no es el gobierno pasado que por quedar bien con otros gobiernos expulsó alEmbajador de Corea del Norte”. ¡Chispas!

No le han informado al Presidente que precisamente la autodeterminación de los pueblos es lo que está en duda en Nicaragua. El régimen instalado en ese país es una dictadura o una autocracia ya en plan de echarle la mano. No tienen el gobierno que el pueblo se quiera dar, sino el que la pandilla de Ortega impone, solo recuerde que en las protestas estudiantiles masivas de 2018 contra su gobierno, murieron no se sabe si 80 ó 300 personas. Bonito concepto de la democracia.

No han reconocido como legítima esta quinta reelección del autócrata nicaragüense, 40 países y la Unión Europea. Sí la reconocen, entre otros, Cuba, Venezuela, Bolivia, Perú, China, Corea del Norte, Irán y Rusia, países casi todos ellos con elecciones de fantasía y democracia-ficción. ¿En esas compañías quiere nuestro Presidente que México ande?

Pero, igual, algo anda mal. Pareciera que el Presidente no está al tanto de lo que hace su gobierno: el 21 de junio del año pasado se emitió un comunicado conjunto de Argentina y México, en que se informó que retiraban a sus embajadores para consultarles “las preocupantes acciones políticas-legales realizadas por el Gobierno nicaragüense”, y que “(…) se mantendrán atentos a la evolución de los acontecimientos relacionados con la hermana República de Nicaragua, y seguirán promoviendo inequívocamente el pleno respeto y promoción de los derechos humanos, las libertades civiles, políticas y de expresión de toda persona (…)”. Comunicado oficial.

Por sus respuestas de ayer, pareciera que el Presidente no estaba enterado de nada y anunció que un empleado de la embajada de México en Nicaragua iría a la ceremonia de imposición de Ortega y aprovechó para informar que va a ser embajador en Nicaragua un señor Zamora, periodista, dijo él.

Mucha gente anda con la preocupación de que nuestro Presidente pudiera volverse un autócrata, cuando hay cada vez más evidencias de que atiende solo lo político electoral y su gobierno va por su cuenta, a su aire y cuando haga falta, con darle por su lado.

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