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Código Nucú / Los pactos secretos de Fabiola Ricci

Código Nucú / Los pactos secretos de Fabiola Ricci
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César Trujillo

 

Quienes auguraban una fractura y un conflicto político entre el bufonesco Marco Antonio Cancino González, alcalde de San Cristóbal de Las Casas, y la diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Fabiola Ricci Diestel, se equivocaron rotundamente. Entre ambos se erigió la figura de pacto y unidad enarbolada en el presidente de la Mesa Directiva del Congreso local y presidente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Eduardo Ramírez Aguilar, quien sabe que el PAN será su aliado —o su esbirro—, y le dará votos en las siguientes elecciones; por ende, ya anda fraguando sus alianzas para los sucesores de las alcaldías y la legisladora coleta no quiere perderse esa oportunidad.

Por eso no extraña que Ricci Diestel ande ya trepada en la misma sintonía del reparto de juguetes a los niños del Valle de Jovel, en las fotografías con la multitud, en las selfies con niñas y mujeres, arrastrando a su esposo que funge como asesor —impuesto, por cierto— de la regidora María Mandiola Totoricagüena. No extraña verla aplaudiendo al luchador Jaguar Negro que se lanzaba acrobáticamente sobre las cuerdas en el cuadrilátero para cooptar aplausos y conciencias de algunos coletos. Tampoco extraña verla en las reuniones secretas con verdeecologistas a los que “coquetea”, porque es un secreto a voces que anhela ser la futura presidenta municipal de San Cristóbal: la sucesora del neófito Marco Cancino que ha hecho de tan bella ciudad, una zona hostil.

Fabiola Ricci será el alfil de Eduardo Ramírez, quien, por cierto, dicen que armará una coalición de partidos donde, muy probablemente, no habrá un PVEM en ese engranaje que se sobrepone con dos fundaciones. Fabiola ya jugó sus cartas. Perder la dirigencia estatal del PAN le dará otro puesto de consuelo para que siga enquistada en el poder tres años más por cualquiera de las dos vías. La primera puede ser la alcaldía coleta, el botín que ahora está juego, aunque algunos de sus allegados dicen que tiene en mente —como segunda mano armada— una diputación federal por la zona Altos u otra zona afín. Todo depende de las negociaciones que se generen entre Ramírez Aguilar, Marco Cancino y el legislador de humo, espectro de la zona, Hugo Pérez Moreno, otro verdeecologista que pertenece a la corriente de Lalo Ramírez y que hará lo que éste le diga con tal de también seguir guindado del presupuesto otro tiempo.

Así, la legisladora que se ha mantenido “callada” en sus declaraciones, y cuyos panfletos sólo hablan de sus apoyos a bomberos y su trabajo en pro de la protección civil, parece tener una estrategia trazada que se acomoda a su puesto de diputada local para poder recorrer las zonas y promocionarse como una mujer comprometida con las causas sociales, aunque esto sólo sea en el discurso y la práctica muestre otro rostro totalmente diferente.

Ya en repetidas ocasiones hemos señalado ese rostro de intolerancia que la persigue cuando se ha mostrado opositora a los matrimonios igualitarios y a la adopción homoparental sin fundamentos legales, más que basada en sus prejuicios que no deberían anteponerse a su trabajo como legisladora; la hemos visto cerrada a las discusiones en temas como el aborto y en silencio ante la ola de feminicidios que aplasta a la entidad donde la supuesta Alerta de Género emitida es inservible.

Si desde el Legislativo la diputada ha evadido temas torales como el de la equidad, el de las juanitas en las elecciones —renuncias involuntarias de regidoras y alcaldesas—, y la defensa de las mujeres, desde donde podría pugnar por más y mejores espacios, donde podría presentar iniciativas que fueran favorables, ¿qué se supone que hará como alcaldesa o como diputada federal?

Es lamentable que teniendo la oportunidad de estar en puestos que pueden servir como punta de lanza para hacer cambios significativos, la legisladora se cuadre y acomode a lo que ordenen los legisladores y sólo termine siendo figura decorativa que cambia de puesto sin criterio propio.

 

Manjar

Más de 70 trabajadores de San Juan Chamula en huelga de hambre frente al Congreso del Estado para exigir les paguen las quincenas devengadas desde el 23 de julio del 2016. Cinco enfermeras, también en huelga de hambre, por el incumplimiento a los acuerdos pactados en materia de salud. La declaración de los constructores que señalan el adeudo de más de dos mil millones de pesos del gobierno. Bloqueos carreteros en diferentes zonas. Esto es Chiapas, estado donde el gobierno no oye ni escucha ni cumple. #Estamosjodidos // La recomendación de hoy es “Obra literaria reunida” del maestro Jesús Morales Bermúdez y el disco “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” de David Bowie. // Recuerde: No compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

 

@C_T1

 

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