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Batalla por la democracia / A Estribor

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Juan Carlos Cal y Mayor

 

Con el hashtag #FueraLorenzoCordovaDelINE las huestes obradoristas junto a su multitudinario ejército de bots, iniciaron su campaña para desprestigiar y apoderarse del INE. Saben que la popularidad del presidente se ha reducido un 20% en menos de 2 años y las preferencias electorales por Morena se derrumbaron entre un 18% y 30% en diversos estudios de opinión y se pondrá peor.

Ese mazacote que se formó en torno a López Obrador esperanzado por un cambio está haciendo agua. El súbito poder que adquirieron los echó a perder prematuramente al grado de que todas sus asambleas para renovar a su dirigencia nacional derivaron en violencia. Es la hora en que no logran ponerse de acuerdo pero además ya demandaron penalmente a su dirigente nacional Yeidckol Polevnsky por lavado de dinero y daño patrimonial ante la Fiscalía anticorrupción.

Están apostando todo a los programas asistenciales que operan los más de 17 mil Siervos de la Nación desplegados por todo el país, con sueldos de 9 mil pesos. Con absoluta opacidad parten y reparten apoyos económicos directos que serán cobrados puntualmente con tarjetas de débito y por ahora a través de Banco Azteca, propiedad de ese señor al que antes llamaban miembro de la Mafia del Poder y es su nuevo aliado. El gobierno planea invertir 10 mil millones de pesos en 2020 y 2021 para construir unas 100 sucursales del Banco de Bienestar al mes hasta llegar a las 2 mil 700 unidades. Votantes a sueldo a costa de los contribuyentes.

Por eso la pandemia las cayó como anillo al dedo. Con más de 12 millones de nuevos desempleados aumentará la clientela electoral urgida de subsistencia por la dramática caída de la economía. Las proyecciones de expertos apuntan hasta el 2025 para recuperar el ritmo de crecimiento superior al 2% que heredó López Obrador. La promesa de crecer al 6% quedará en los anales de la historia. Será un sexenio perdido. Tampoco el ofrecimiento de reducir la violencia que se ha multiplicado en comparación con sexenios anteriores. El narcotráfico sigue haciendo de las suyas ante la mirada indiferente del gobierno.

Por eso ahora van por el INE. Van a llenar el estadio con puros porristas a cambio de sus dádivas. Se la van a pasar mentando madres contra el equipo contrario, pero eso no basta. También quieren imponer al árbitro. El asedio viene desde la cámara de diputados donde se creó un Comité Técnico de Evaluación para entrevistar a los aspirantes a suceder a los cuatro consejeros que habrán de sustituir a una parte de los actuales. Ahí se entrometió el activista radical John Ackerman que a parte de ser un aplaudidor de tiempo completo de la 4t forma parte de Morena. Ellos elegirán a las quintetas que habrá de aprobar el pleno de la cámara donde Morena es mayoría.

La ciudadanía y diversos organismos se han manifestado por la autonomía del INE ante la postura del Presidente que los ha descalificado reiteradamente. Es difícil creer que actuarán con independencia si son impuestos por la mayoría morenista. Ackerman se encargará de descalificar a todo aquel que no simpatice con la 4t. Por eso la ciudadanÍa debe organizarse para dar la batalla e impedir a toda costa que el gobierno cierre el cÍrculo de su proyecto autoritario y antidemocrático cooptando al INE.

En los estados gobernados por Morena, incluyendo a Chiapas, ya modificaron quirúrgicamente las leyes para entrometerse en los procesos electorales venideros. Establecieron los candados y controles necesarios. En Chiapas dejaron a los partidos de nueva creación con una miseria de financiamiento. Serán menos de 25 mil pesos mensuales de una bolsa de 200 millones que ejercerán en su mayoría Morena y sus aliados. Habrá al menos 18 partidos entre locales y nacionales la gran mayoría paleros o cooptados por el gobierno. Un retroceso en toda la extensión de la palabra a los tiempos desvergonzantes de cuando el gobierno organizaba elecciones de Estado…

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