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Apretón de zapato / La Feria

Apretón de zapato / La Feria
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Sr. López

El primo Neto (Ernesto, del lado toluqueño), tenía prohibidísimo juntarse con Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, y por eso era su primo favorito; pero vivía castigado porque como se parecía mucho a Danielito en la falta de seso, vivía echándose de cabeza. Por ejemplo, decía al regresar a su casa,“no estuve con Pepe”, o “no he visto a Pepe”. Satisfacción no pedida… tontito.

¿Qué delito comete el abogado que asume la defensa de un delincuente? (aquí, lo de “presunto”, no cabe): ninguno.

Uno de los mejores despachos de abogados de este país, sino el mejor, tiene más de cien años de fundado (107 por si usted es el preciso). Este menda trató y tuvo algo de amistad con el entonces cabeza del bufete, el abogado Enrique Ostos Luzuriaga, un señorote de esos que da gusto conocer.

Una vez en que la prensa hizo un escandalete porque don Enrique defendía a un conocido delincuente (se repite lo del “presunto”), enredado en asuntos de narcóticos de aquellos tiempos -un bebé de brazos comparado con los de ogaño-, este menda le preguntó si no le daba escrúpulo defender a un criminal y quitándose el puro de la boca, miró a este junta palabras como Dios mira a los conejos, y dijo que no, que toda la gente debe tener defensor ante la ley y que él a sus clientes delincuentes nunca les decía que los iba a sacar inocentes, que solo se comprometía a hacer su mejor defensa para que no se cometiera ningún abuso en su contra. Hace por ahí de 40 años de esa conversación, no es cita textual, como usted comprenderá.

Y sí, cualquier delincuente debe tener defensa legal, por más repugnante que sea lo que hizo. Los narcos también. Además, eso está dispuesto en la legislación de todos los países civilizados.

Países civilizados no aplica a los EEUU que en su lucha contra el terrorismo, tiene cárceles secretas, como admitió públicamente el 6 de septiembre de 2006, el entonces presidente George Bush (de ellas, al menos una en su territorio, en Homan Square, Chicago, aunque eso no lo aceptó el Bush), aparte de barcos-prisión. Son lugares en los que retienen años a personas sin acusación ni defensa legal; lugares en los que se tortura como prueba que el 20 de julio de 2007, el mismo Bush firmó una orden ejecutiva prohibiendo ya la tortura de cautivos. Guantánamo no es la única.

Si lo duda, ahí está el informe del 13 de diciembre de 2012, de por ahí de 6,600 páginas, elaborado por el Comité Selecto de Inteligencia del Senado de los EEUU, en el que se revela que muchos milespersonas pasaron por estas prisiones secretas y que “muy altos funcionarios de Washington estuvieron implicados en el uso de la tortura”. Solo han “desclasificado” 525 páginas (censuradas, con muchos renglones en negro), pero bastan para erizar los pelos.

Bueno, ya establecido que los EEUU no están para darle lecciones a nadie (nunca han estado), regresemos a nuestro asunto.

La reciente y muy conocida carta del Mayo Zambada al consulado de México en Nueva York, levantó ámpula en la prensa nacional porque sin mucho estirar el sentido común, contiene una amenaza implícita donde dice que van a colapsar las relaciones de México con los EEUU, si nuestro gobierno no hace todo lo posible para que lo regresen acá o si no le garantiza que allá no le van a recetar la pena de muerte.

En esa carta, el Mayo señala que su único abogado defensor es Frank Pérez, pero añade que sus asesores jurídicos en México, son los licenciados Juan Pablo Penilla Rodríguez y Juan Manuel Delgado González. Y ahí torció la puerca el rabo porque desde la oposición (panista), papalotearon de inmediato fotos del tal Penilla con el expresidente que NO vive en Palenque y con la entonces candidata, Claudia Sheinbaum Pardo, que sí vive en Palacio; y también antecedentes del otro abogado, el tal Delgado Gonzáles, diciendo que es defensor de narcos. ¡Vaya!

Como no está el horno para bollos, al mismo tiempo aparecieron en las redes, afirmaciones, digamos, un poquito toscas, como eso de que al Mayo lo defiende Morena, lo defiende el gobierno, que esos personeros del narco más gordo del país, son amiguitos de la 4T… y no, viera usted, no.

Lo malo es que en automático, la Presidenta negó conocer al tal Penilla: “(…) no conozco a la persona,creo que es importante aclarar porque sale una fotografía ahí en donde ni sé exactamente qué lugar es, pero en la campaña, en los recorridos que hace uno por el país se saca fotos con muchísima gente”.

No era así, señora, no. En primer lugar, porque no es una sola fotografía y porque al menos en una, el tal Penilla aparece con el brazo (de él), en los hombros (de usted), para no mencionar otras cosas como que es (era) asesor honorífico del gobernador deTamaulipas, Américo Villarreal, y los “reconocimientos” que han hecho al Penilla en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, promovidos por quien hayan sido promovidos.

Negar tan enfáticamente como hizo ayer la Presidenta, que conoce al menos de vista a ese “asesor jurídico” del Mayo, es tanto como aceptar que la sola defensa de un criminal hace criminal al abogado. Y no es el caso. Bien pudo decir la Presidenta que lo conoce de vista (cuando menos, que son varias fotos), y que no tiene la menor idea de quiénes sean sus clientes.

Para acabarla de amolar, la Presidenta agregó: “Lo importante aquí es decir, subrayar, garantizarle al pueblo de México que nosotros no establecemos relaciones de complicidad ni de contubernio con nadie. Con nadie”. ¡Ay, señora!, satisfacción no pedida…

Esos abogados del Mayo Zambada no cometen ningún delito por defenderlo. Punto. Tampoco la Presidenta por las fotos que le tomaron con uno de ellos. Faltaba más. Lo que está de pensarse es que le cale tan hondo a la doña de México que se publiquen las fotos. ¡Ah!, y las prisas de la dirigencia de Morena para desmentir que el Penilla está afiliado a su partido, es otro error.

Hacen todo para parecer culpables… a menos que el Mayo haya mencionado a esos abogados para darle al gobierno un apretón de zapato.

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