Víctor Manuel Cruz Roque: el hijo pródigo vuelve a casa y Arriaga lo abraza como se merece
Juan Carlos Toledo
Arriaga, Chis.— El pasado viernes 26 de septiembre será un día de un gesto inolvidable. Hay momentos que no se planean, pero se sienten con fuerza. Así fue el homenaje que el Ayuntamiento de Arriaga, encabezado por el presidente Alejandro Patrinos Fernández, le hizo al querido periodista, poeta y locutor Manuel Cruz Roque, un arriaguense que ha llevado el nombre de su tierra mucho más allá de nuestras fronteras.
Manuel Cruz Roque volvió a su tierra no solo con palabras, sino con historia viva en el pecho. Y esta vez, Arriaga le devolvió un pedacito de todo lo que él ha dado.
“Me han dado muchos reconocimientos en mi carrera, pero recibir este aquí, en mi tierra, no tiene comparación”, dijo emocionado. Y es que cuando la raíz llama, no hay premio más grande que el aplauso de casa.
El evento fue sencillo, pero lleno de corazón. Acompañado por la presidenta del DIF, Janet Arguello, y los regidores del ayuntamiento, el presidente municipal entregó el reconocimiento a Cruz Roque en nombre del pueblo, con ese gesto que va más allá de lo institucional: fue un abrazo sincero de su gente.
Entre los asistentes, también destacó la presencia del Mtro. Balbino Castillejos Toledo, rector de la Universidad del Pacífico de Chiapas. Siempre cercano, siempre firme en su compromiso con la educación, Balbino es uno de esos referentes que no solo suman con palabras, sino con acciones concretas en favor del municipio y el estado.
También se contó con n la distinguida asistencia de la Lic. María Cruz Chrino, amiga entrañable del homenajeado, cuya cercanía y afecto fueron parte esencial del ambiente cálido y fraterno que se vivió durante la ceremonia.
Y no podía faltar la presencia del Maestro Enrique Alfaro, destacado periodista y caricaturista, cuya pluma crítica y arte visual han enriquecido el panorama informativo regional y nacional. Su presencia fue un recordatorio de que el periodismo se ejerce desde muchas trincheras, ya sea con la palabra o con la imagen.
Y claro, Manuel no se fue sin dejar algo para reflexionar:
“Humanicemos la palabra para tener una mejor comunicación, y nos permita vivir en libertad, en una comunidad en comunión… en Arriaga.”
Así, sin poses, con la voz pausada pero firme, nos recordó que no hay que olvidar de dónde venimos, ni hacia dónde queremos ir.
Y en días como este, uno se siente orgulloso de ser arriaguense.
