A la prima Tencha todo Toluca y la familia, le decíanasí no por llamarse Hortensia sino porque odiaba la llamaran de esa manera. La razón de ese colectivo deseo de purgarla, era que desde bebita fue muy chocante, llorona, caprichuda y de grandecita, igualada, irrespetuosa, irreverente, alzada, muy chocante, llorona y caprichuda, que eso no se le quitó.Sus papás la consentían hasta el asco y parecían nodarse cuenta que todo Toluca y toda la familia, la detestaban. Con esas prendas, cuando se supo que Tencha se casaba, la sorpresa fue mayor que en Pompeya cuando estalló el Vesubio, pero era cierto y sus papás prepararon una boda para 600… pero a la iglesia a mediodía, llegaron menos de 50 y al salón de fiestas dos docenas y unos gorrones. En la familia fue chacota un buen tiempo, oír a Tencha platicar lo feliz que estaba con su boda y su fiesta “tan bonita”…sí, por eso se acabó a las cinco de la tarde. Tan bonita.
El domingo fue la consulta sobre si estábamos de acuerdo en “emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos”. Eso nos preguntaron, bueno, no, eso les preguntaron a los ociosos que acudieron. Los 93.6 millones de electores del país podían dar su voto por el “sí” o por el “no”, y para que el resultado fuera de cumplimiento obligatorio(“vinculante”) se necesitaba que participara al menos el 40% del electorado: 36 millones 14 mil 546 votantes.
El INE cumplió con todo lo que para la consulta ordenóel Congreso General, que así se llama a las cámarasde senadores y la de diputados, juntas. No dejó de acatar nada de lo que le mandaron los legisladores. Por cierto, la Ley Federal de Consulta Popular, fueemitida por Peña Nieto el 14 de marzo de 2014, porque ahora parece se quiere dar la impresión de que esto de la “democracia directa”, es un logro inmenso de la 4T y no, con la pena pero no. Lo que sí hizo este gobierno fue modificarla a su gusto el 19 de mayo de este año (aunque se dignaron publicarla en el Diario Oficial de la Federación hasta el 17 de junio).
Se dieron vuelo los morenistas promoviendo laconsulta diciendo mentiras, tratando de convencernos a los gallardos integrantes del peladaje con credencial de elector, que era para quemar en leña verde a cinco expresidentes y no, no fue para eso. También se soltaron el pelo acusando al INE de estar poniéndole obstáculos a la cosa. No. Eso no sucedió. Ya veían venir resultados no muy halagüeños y se quisieron curar en salud.
Lo que sí sucedió fue que el Presidente machacó de un hilo en que la gente fuera a votar, tanto, que a lo mejor violó la ley (qué risa), pero se le pasó la mano y transformó la consulta en un ejercicio de medición de su capacidad de convocatoria.
Escribe este menda antes de que el INE informe oficialmente los resultados finales de la Consulta, pero sí se sabe que votaron alrededor de 6.4 millones de personas que equivalen a poco menos del 7%; esto es: 33% abajo del porcentaje mínimo, 30.4 millones menos de los votos necesarios para que no fuera una vacilada este ejercicio de “democracia directa”.
Mire usted: en 2018 el hoy Presidente, con su coalición, consiguió arriba de 30 millones 100 mil votos, el 53.15% (agüita pa’l calor); en las elecciones del 6 de junio pasado, se tuvo que conformar con poco menos de 16 millones 800 mil, el 34.1%, que fue una terrible pérdida de votos; y este domingo, sin competidores, solo buscado que el tenochca simplex le hiciera caso y fuera a dar su opinión, votaron 6.4 millones, por ahí del 7%. Esto es una brutal pérdida de clientes seguros, una estampida de tenochcas simplex, que parecen haber despertado del sueño hipnótico del encantador de Palacio. Pidió en todos los tonos que la raza fuera a votar. No fueron. Punto.
El “voto duro” de Morena (del Presidente), según los duros del “movimiento”, ronda los 17 millones de votos… ¿qué compromiso tenían 10 millones de ellos que este domingo no fueron a las urnas?… en las cuentas alegres (y misteriosas), de los programas “sociales” de la 4T, tienen 28 millones de beneficiarios… ¿no se suponía que esos eran votos cautivos?… pues no, nunca han sido, si lo fueran jamás hubiera perdido el PRI.
El Presidente hace cálculos con un ábaco de mapache tricolor y supone que por cada gente a la que le regala dinero, asegura dos votos, mínimo. Da por un hecho una base de 56 millones de votos. Lo del 6 de junio y lo de este domingo, son dos buches de algo que le es muy indigesto: realidad, cruda. Sus entusiastas arengas para que la gente tomara “en sus manos” al gobierno y lo obligara a “gobernar obedeciendo” (ese que se está riendo ¡se me sale!), toparon con una incomodísima verdad: su cotidiano e incontenible torrente de palabras no se traduce en una fe de esas que mueven montañas en su sacra persona: no va ganando, va perdiendo.
Cuando los escuálidos números de junio pasado, dijo que estaba “feliz, feliz, feliz” por los resultados del proceso. Ayer salió a decir: “(…) estoy contento por los resultados de la consulta del día de ayer, además nunca había participado tanta gente en una consulta de las que se han registrado históricamente”. Bueno, vamos mejorando, ya nomás está contento… y de eso de que “nunca había participado tanta gente en una consulta”, pues es rigurosamente cierto: nunca había habido una consulta, las que él hizo antes no cuentan porque previo a que se hicieran él ya sabía el resultado, después de consultarse a sí mismo. Y por cierto, han de andar tristones los de la delincuencia organizada, ayer no les agradeció nada, no como en junio, pobres.
Pero que no decaiga ese ánimo: el Presidente dio prueba clara de que está en todo y retomando declaraciones suyas del 27 de enero de 2020 y del 19 de octubre de 2020, ayer aseguró que el problema más grande que tienen los mexicanos son los bachesy en segundo lugar está la inseguridad.
Y por fifí, Cuco Sánchez está prohibido en Palacio Nacional hasta el 2024… ¡qué manera de perder!
