Juan Carlos Cal y Mayor
No voy a hablar en esta ocasión de lo que seguramente todos hablarán en estos días, la susodicha marcha o la derrota de la selección nacional. Eso es parte de la parafernalia que tanto nos ocupa y nos distrae mientras que la realidad nos rebasa y los grandes retos que tiene el país -y nuestro estado- siguen sin atenderse.
Las cifras no mienten, por el contrario, desmienten el optimismo retórico del gobierno. No hemos logrado atender los problemas de raíz. La cantidad de recursos públicos que se han invertido a lo largo de treinta años en nuestro estado no han logrado abatir las condiciones de pobreza que no solo persisten, sino que se han incrementado. Chiapas es hoy 10% más pobre que los estados más pobres del país. ¿Qué ha fallado entonces? ¿Nos lo hemos preguntado? ¿O seguiremos por la misma ruta y por ende con los mismos resultados? ¿Qué ofrecen nuestros políticos aspirantes a gobernarnos? ¿Tienen idea de lo que se trata o solo piensan en administrar nuestros conflictos?
EL NORTE Y EL SUR
El levantamiento zapatista simultáneo a la entrada en vigor del TLC en 1995 dejo en evidencia al México desigual que en estos años se profundizó. Mientras el norte se integra a la economía de nuestros socios en el T-Mec, el abandono del sur se quiere resarcir con programas asistenciales. La consecuencia ha sido la multiplicación de los pobres. Las familias crecen más del doble de la media nacional para poder acceder a más apoyos, hay una relación estrecha entre ambos factores. Esto sin considerar que a falta de oportunidades somos exportadores de mano de obra y talentos que aquí no tienen acceso a la movilidad social. No logran acceder a salarios bien remunerados y tienen que migrar para lograrlo.
A DURAS PENAS
A duras penas se han hecho obras de infraestructura necesarias para estimular el desarrollo. Tenemos un aeropuerto funcional, pero antes se construyó otro que no sirvió para sustituir al más viejo y pasaron los años. Tardamos décadas en tener una carretera a Cosoleacaque que nos acercará al centro del país. Se construyó un puerto de altura en Tapachula que hoy es subutilizado. La zona económica especial se borró de un manotazo. Dejó tirado un esfuerzo incipiente que pretendía desarrollar una zona industrial bajo un régimen fiscal especial.
En Palenque, se construyó un aeropuerto internacional que literalmente nunca despegó, solo voló a la CDMX con poca afluencia de pasajeros y ahora no tiene una sola aerolínea funcionando. Ah, pero eso sí, ¡va llegar el tren Maya! Otra añeja demanda fue la carretera San Cristóbal-Palenque. Anunciada con pombo y platillos por dos sexenios se canceló por desacuerdos en la ruta, por no ser rentable económicamente y sobre todo por no tener asegurado el derecho de vía.
No hemos podido integrarnos económicamente ni unirnos a nuestras regiones. El norte está vinculado a Tabasco, el Soconusco tiene su propia dinámica económica y lo mismo sucede con la meseta de Comitán, las zonas fronterizas. Como estado nos vincula fundamentalmente lo político, pero no lo económico ni lo social.
POTENCIAL PRODUCTIVO
Paradójicamente Chiapas es el principal productor de plátano con exactamente 696 mil 867 toneladas. Ocupamos el cuarto lugar en la producción de azúcar con 338.480 toneladas (Cuba produce 441 mil). La industria azucarera, en la región cañera genera cerca de 10 mil empleos directos e indirectos, con una derrama económica de más de 1,000 millones de pesos cada año.
Chiapas es el principal productor de café orgánico, aporta 41.0% del volumen nacional que alcanza una producción total de 1.8 millones de sacos, lo que da trabajo a 175 mil 757 productores de café. Somos el 2do estado productor de Cacao detrás Tabasco (68.59 %), y nosotros (30.97 %). Cada año en Chiapas se producen 360 millones de kilos de carne de pollo que se comercializa en 28 estados del país. Somos el 3er lugar nacional por el valor de la producción de ganado bovino. Tenemos el 30% de agua dulce de todo el país, el 60% de la biodiversidad de todo el país. Ciudades coloniales, sitios arqueológicos, bellezas naturales, 278 kilómetros de esteros y litoral desaprovechados y una superficie de 7.48 millones de hectáreas, de las cuales poco más de la mitad están aún hoy, a pesar de la destrucción, cubiertas de árboles.
EL REZAGO
En contraste tenemos el primer lugar en analfabetismo. Uno de cada cinco chiapanecos no sabe leer ni escribir. Ocupamos el último lugar en las evaluaciones de Coneval a pesar de que 30 de cada 100 pesos del presupuesto se destinan a la educación. Tenemos en primer lugar en desnutrición y la diabetes junto a los problemas gastrointestinales son la principal causa de muerte y el primer lugar mundial en consumo de refrescos. Toda una tragedia ya que no habrá nunca presupuesto suficiente para atender a una población cada vez más creciente y demandante de servicios de salud y educación y esto sin considerar otras necesidades como el acceso al agua potable contaminada en su mayoría por la actividad humana.
En estos temas deberíamos de estar ocupados, pero a casi nadie parece interesarle, comenzando por nuestra clase política y una sociedad civil apática y complaciente. Pobre Chiapas…