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Mujeres que resisten y defienden la vida

Mujeres que resisten y defienden la vida
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Selene Domínguez

Hace algunos días un reconocido periodista acudió al campamento fuera del Hospital de la Mujer en donde se encuentran instaladas las siete enfermeras en #HuelgaDeHambre. La presencia del periodista causó un zafarrancho con uno de los líderes sociales que ha estado acompañando la lucha; lamentablemente, este incidente está siendo capitalizado para desdibujar la batalla que las compañeras están librando, haciéndolas parecer como parte de un “pequeño grupo con oscuros fines” manipulado por un hombre. Este suceso me parece sumamente grave por diversas razones, por ese motivo, es importante precisar las siguientes observaciones:

Primera: las y los actores sociales no informados han acusado a las enfermeras en huelga de luchar “solamente” por sus derechos laborales, y dentro de éste, su reinstalación. 
FALSO, esta no es la única demanda hacia las autoridades responsables en el sector salud.
No obstante, aunque esta fuera la única exigencia, las enfermeras son merecedoras de empatía y ostentan legitimidad en la lucha de sus derechos laborales, debemos de apoyarlas. 

Segunda: ante el acto de represión por parte de las autoridades de salud y del gobierno del Estado, las enfermeras y compañeras (os) afectadas, no sólo están exigiendo la reinstalación inmediata de las quince personas cesadas (once mujeres y cuatro hombres) que denunciaron el desvío millonario de recursos cometido al sector salud en Chiapas; también demandan el pago total de los recursos (más intereses) del SAR, FOVISSTE, ISR, seguros de vida personal e institucional, pago a terceros, pago de jubilación y pensiones alimenticias; además, se solicita con urgencia que se de abasto suficiente y oportuno de medicamentos, material, equipo a los hospitales y a los programas prioritarios de primer nivel y vacunas.

Tercera: el lenguaje tendencioso y descalificador de los medios de comunicación y de las autoridades ante las demandas de las compañeras busca fragmentar y contrariar a la opinión pública, pues de manera insidiosa y maniquea se ha dicho que las personas fueron cesadas debido a “faltas injustificadas” y por “la realización de acciones que están fuera de lo que marcan las condiciones laborales y que son en detrimento de los servicios de salud de la población”. Lo primero es FALSO, lo segundo es un eufemismo para ocultar que el personal en realidad fue cesado por haber denunciado el robo de más de 746 millones de pesos que está afectando a nuestro estado.

Cuarta: de las siete compañeras que están en huelga de hambre, solamente DOS fueron cesadas, las CINCO restantes se unieron a la huelga para manifestar su repudio a los actos de corrupción e impunidad que ocurren al interior del sector salud. A esto se le llama solidaridad, empatía, amor a la vida y a la salud de la ciudadanía chiapaneca. 

Quinta: Maria Isidra Orozco Sánchez, María Cielo Gramajo Cundapí, María de Jesús Espinosa de Los Santos, Verónica Zenteno Pérez, Nelly Ivón Castillo Escobar, Tania Asunción Ventura Paredes y Sandra Lidia Arellano Zenteno; son mujeres profesionistas con hasta TREINTA años de servicio como Enfermeras, son hijas, hermanas, madres, abuelas, que han dedicado la mitad de su vida al cuidado de la salud y la vida de la ciudadanía. 

Sexta y última: desconozco la veracidad de las descalificaciones intercambiadas entre el periodista y el líder social; lo que sí sé, porque estuve presente cuando se trató el tema, es que las Enfermeras no querían ser entrevistadas por este sujeto, incluso le pidieron en varias ocasiones que se retirara del núcleo de concentración de la protesta. Es importante hacer el señalamiento de que dicho líder social no forma parte de las reuniones, determinaciones y toma de decisiones que se llevan al interior del grupo en huelga, su actividad es exclusivamente el acompañamiento; inclusive, no es el único que está realizado la labor de acuerpamiento. Asimismo, se busca invisibilizar las acciones de las compañeras haciéndolas ver mediadas por agentes externos que no forman parte de la organización, ya que ellas, como sujetas autónomas y políticas, han decidido exponer su salud física como forma de protesta ante el empecinamiento ilegal e ilegítimo de las autoridades de salud y del gobierno del Estado. Es desafortunado que por un hecho aislado, las huelguistas sean mostradas como mujeres tuteladas, volubles, manipulables y alienadas al grado tal que arriesgarían su salud y su propia vida por intereses “oscuros”. En este sentido, los hechos acontecidos como consecuencia de la negativa de las compañeras enfermeras a ser entrevistadas –como es el caso de la discusión entre un periodista y un líder social que acompaña la causa- es irrelevante para el trasfondo de la lucha y las demandas que se exigen a las autoridades responsables.
Como chiapanecas y chiapanecos, ¿qué responderían ante las siguientes preguntas? 
¿Ustedes creen que estas siete mujeres que han abrazado la vida y la muerte de miles de personas pueden ser manipuladas para orillarlas a una huelga de hambre, a sabiendas del mortal riesgo que corren? 
¿Qué decisiones las han empujado a utilizar sus cuerpos como último reducto de espacio de resistencia y lucha contra el poder gubernamental? 
¿Creen que nuestras autoridades gubernamentales han actuado conforme a derecho?
¿Creen que las autoridades responsables de la salud no han desviado fondos del erario público que eran destinados para cumplir objetivos que impulsen el desarrollo de nuestra entidad?
Esto sólo lo puede responder una ciudadanía organizada y consciente.

Esta lucha es justa y estoy convencida de que sus actos honran sus vidas.
Y si hay alguien que las obligó a tomar esta acción, ese es el gobierno corrupto que nos arrebata la salud.

¡No podemos dejarlas solas!

(Fotos de Issa Maldonado y Ricky Cruz).

 

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