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Los más grandes son los más humildes

Los más grandes son los más humildes
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José Antonio Molina Farro

Raymon Pannikar, uno de los más grandes y originales pensadores en el ámbito de los encuentros entre las culturas y las religiones. Es uno de los grandes críticos de la civilización de nuestro tiempo. Ha dado clases en las mejores universidades del mundo y es autor de más de cuarenta libros traducidos a diferentes idiomas. Hoy vive retirado en las montañas de Cataluña, y dirige sobre el mundo contemporáneo una mirada que se nutre de la meditación y el silencio. Veamos.

La historia del mundo no es únicamente el curso de las ideas, es el destino del ser humano. La mentalidad tecnológica impregna todos los ámbitos de la vida. La tecnocracia es un estado de ánimo y un modo de pensamiento. En lo personal, me recordó inevitablemente a Q’Tab, filósofo del terror islámico, pues aunque diametralmente opuestos, ambos coinciden en el dominio de la tecnología sobre la vida. “El espíritu tecnocrático quiere ser Dios, quiere conquistar el cielo y llegar a la Torre de Babel”. Al final, la presión de la tecnocracia actúa negativamente sobre la dignidad del hombre y sobre la historia de la humanidad. La tecnocracia ha provocado una deshumanización, se sitúa en el ámbito de la cantidad. La libertad como la concebimos no es tal. ¿Libertad para elegir en un supermercado entre diez marcas diferentes?  Buda dijo <<Cuanto más deseas, menos libre eres>>. El mundo presencia  una < algebrización>, una abstracción creciente de la vida y una pérdida de la identidad humana. La invención genial de Sócrates es el concepto. El mundo conceptual se convierte en el mundo real. El hombre es un microcosmos, pero también un microethos, si no creemos eso, hemos perdido totalmente la dignidad humana. Y es la conciencia moral lo que constituye la dignidad humana por encima del homo economicus.

Hay que distinguir lo divino, lo humano, lo material, pero no separarlos. La Trinidad no es un atributo religioso, sino una cualidad fundamental del der humano. ¿ Qué es lo que define el espíritu de una época? ¿ Es el individuo, o es por el contrario el espíritu de la época el que confiere su capacidad al individuo? Ni lo uno ni lo otro. La vida es la vida porque se desplaza desde el interior, sin eso no es la vida, sino un movimiento automático de las leyes físicas. Es la vida la que anima al individuo. De la modernidad dice, es un concepto colonialista que se presenta como modelo para el progreso de otras culturas. El tiempo, el espacio y la materia son geniales invenciones de la cultura occidental, ” Soy contrario a los sistemas monolíticos, monistas, que quieren un solo modelo, un solo universo conceptual, una sola ideología, una sola modernidad para el mundo entero. “La paciencia de la historia es mucho mayor que la paciencia de los hombres”. El premio Nobel de Literatura Kenzaburo Oé dice que, en el Japón, el derrumbamiento del progreso y de la fe en el crecimiento ha producido un vacío semántico tal que los japoneses empiezan a dudar. La naturaleza humana es una paradoja que no se puede entender racionalmente. “Es precisamente eso lo que me lleva a afirmar que la mayor epidemia del mundo moderno es la superficialidad. Habla de la política, ” Si la política real tiene que ser algo que se opone a los ideales porque la realidad, como dice Maquiavelo, no es moral, no es una política real”.

Un día le preguntaron a Gandhi: <<¿Cómo es posible que un gurú, un santo, haga política?>>. Contestó: <No, yo no soy un santo que hace política. Soy un hombre político que quiere ser santo, que trata de alcanzar la santidad>. Ésa era su fuerza. Lo que tiene sentido es la vida de la humanidad, no la vida personal, individual. Cuando uno descubre que la vida es un regalo, que ha sido invitado al banquete de la vida, comprende que las cosas más elementales de la existencia son las fundamentales. <<Los héroes anónimos son los más grandes. Los más grandes son los humildes, los desconocidos>>. Y por esa razón pueden vivir con una alegría tan manifiesta. No necesitan ese podio sobre el que se lleva el peso del sufrimiento del mundo; sin embargo, lo llevan con toda naturalidad.

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