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Martha Alvarado Vidaña

…Mirada de mujer…
Porque soy valiosa, valiente, inteligente, capaz… Porque soy mujer…

Nuestros derechos son intrínsecos como seres humanos, aún cuando la ley no reconociera nuestros derechos allí están, como el agua y el sol a la vida.

Soy mujer y desde antes de mi nacimiento estuve equipada con derechos como el derecho a la vida, en cuanto mi primer inspiración, se activaron mis derechos humanos, sí esos derechos que aún cuando no estuvieran reconocidos por las leyes yo tengo, por el solo hecho de ser humano, de ser mujer, de ser yo.

Los Derechos Humanos son aquellos intrínsecos del ser humano, aquellos que son parte de nuestra DIGNIDAD HUMANA, esos derechos que nos hacen únicos e irrepetibles: El derecho a la vida, al libre pensamiento, derecho alimento, a expresarnos, a la propiedad, a vestir, a ser felices, a ser votado, a sufragar, al respeto, a una vida libre de violencia… Ni siquiera necesito el Estado reconociéndolos para poseerlos y seguir disfrutando de ellos…

No tenemos que exigir al Estado el reconocimiento de nuestros derechos como mujeres, debemos exigir la aplicación de la justicia y de las normas jurídicas en la sociedad. Porque “Justicia y Derecho” son conceptos diferentes pero con dirección similar, decía el jurisconsulto Ulpiano: “Justicia es la perpetua y constante voluntad de dar a cada uno su derecho”, y derecho es lo que es recto y lo que no se desvía.

El artículo 1o de la Constitución General de La República reconoce a los Derechos Humanos, incluidos los Derechos Humanos plasmados en todas las Convenciones, Pactos y Tratados Internacionales signados por el Estado Mexicano entre ellos la Dignidad de la Mujer, es decir a nuestros derechos humanos y la Garantía del goce y disfrute de estos derechos, además en el mismo artículo primero constitucional enuncia tres principios: El Principio Pro Personae, el Principio de Interpretación Conforme, el Principio de Convencionalidad Ex Oficio, mismos que GARANTIZAN NUESTRO USO, GOCE Y DISFRUTE DE DERECHOS, y esa GARANTÍA LA DEBE PROPORCIONAR EL ESTADO EN TODOS SUS ORDENES Y NIVELES DE GOBIERNO.

Las mujeres no tenemos porqué pedir un reconocimiento a nuestros derechos humanos, tenemos que cambiar la forma en cómo nos miramos y como nos observa la sociedad y el Estado, tenemos que asumirnos y el Estado está OBLIGADO A GARANTIZAR que podamos disfrutar estos derechos. El Estado debe cumplir con esta GARANTIA INDIVIDUAL de goce pleno de nuestros derechos.

El cambio de mirada comienza en la educación desde el seno familiar, en los colegios y escuelas, los centros de trabajo, la forma en cómo nos asumimos como mujeres.

No es un reconocimiento a nuestros derechos es una GARANTÍA al goce de nuestros derechos a lo que el Estado está obligado.

Hoy debemos cambiar nuestra mirada, lograr que la sociedad cambie su forma de mirarnos…

Soy mujer, soy fuerte, soy amor, soy transformadora de vidas, …Soy mujer…

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