César Trujillo
Jorge Alberto Betancourt Esponda, secretario de Obra Pública y Comunicaciones del estado de Chiapas, topó con pared y fue exhibido luego de que emitiera un comunicado oficial buscando desmentir al diputado federal del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Guillermo Santiago, que había acusado un acto de corrupción en el tramo carretero de la pesquería “La Línea”, en el municipio de Arriaga.
El extitular del Instituto de Infraestructura Física Educativa del Estado de Chiapas (Inifech) había señalado que eran infundadas las acusaciones sobre el avance de la carretera que lleva (según los propios pobladores) un año de retraso, afirmando que ésta se encontraba ya en un “75% de su construcción” y que, por ende, quedaría entregada a más tardar el 5 de agosto.
Al parecer a Betancourt Esponda, o a su grupo de “asesores” (si es que tiene), no se les ocurrió que el diputado de Morena acudiría a corroborar lo dicho y que tendría el respaldo de los habitantes en esta gira a la que ha nombrado “Contra la corrupción” y que se encuentra ligada al hashtag #LaGranRobadera, donde ha tocado intereses de varios grupos en varias partes de la geografía chiapaneca.
El proyecto carretero (que consta de 5 kilómetros y representa una inversión de 18 millones de pesos) apenas cuenta con un risible avance de menos del 50 por ciento con 2 mil 310 metros, que el diputado midió junto a pobladores y el comisariado ejidal, marcando la primer farsa en el comunicado.
En el recorrido que hace el legislador, constatado en un video de 17 minutos, se puede confirmar que, aunado al poco avance que tiene este tramo carretero, —mismo que obviamente no terminarán en la fecha estipulada en el comunicado— aún faltan los señalamientos, los canales y, por su puesto, equipo y maquinaria que puedan ayudar a aligerar esta obra que luce desangelada.
De nada le valió a Betancourt mandar a sus esbirros a intimidar al agente municipal “para que les firmara de recibido cuando la obra estaba inconclusa”, pues a fin de cuentas elevaron la voz y han señalado ya que ésta no sólo se ha retrasado por la inoperancia del Gobierno de Chiapas, sino que al ver la calidad y los avances, dista mucho del monto que aseguran será invertido en ella.
Pero este actuar del Secretario de Obra Pública y Comunicaciones del estado de Chiapas no es nuevo. Siempre se ha caracterizado por su soberbia y su manera déspota de buscar arreglar las cosas. Recordemos cuando se encontraba al frente del Inifech y desconoció los acuerdos pactados entre la CMIC y el gobierno de Manuel Velasco Coello, a través del secretario General de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda.
Ya desde ese puesto, la CMIC había advertido que Betancourt era “el responsable de confrontar a los constructores chiapanecos con órganos de planeación y la propia Secretaría de Infraestructura y Comunicaciones (Sinfrac) del Gobierno del estado, con intención de posicionarse de un cargo de mayor jerarquía en gabinete estatal o de la propia titularidad de Sinfrac”.
La lectura no fue fallida y pese a que les desconoció los adeudos, los retó poniendo en la mesa su poder de elegir a quien le daba o no obra pública en Chiapas y dejó mal parada la palabra del gobernador, nada pasó. Por el contrario, fue premiado como titular de la SOPyC llegó con el machete desenvainado a desenmascarar a Bayardo Robles Riqué y a evidenciar a su camarilla de aviadores (¿será el tan limpio en eso?).
Aunado a ello es imposible mencionar a Betancourt y no recordar que en la antesala de las elecciones intermedias, en el 2015, su entonces jefa de la Unidad Jurídica en el Inifech, Ana Laura Romero Basurto, hizo “usó los programas sociales estatales y federales” con los que llegó a ser la presidenta municipal de Jiquipilas, bajo el respaldo del funcionario estatal.
Lo mismo intentó hacer en la catástrofe del barrio San Francisco, en la capital coneja, cuando colapsaron los arroyos. Llegó de inmediato a guindar una lona con las siglas de la secretaría que representa y ni siquiera había un acercamiento del gobierno con los damnificados.
Con ese historial, ya veremos si el 5 de agosto, tal y como lo prometió la SOPyC, se termina entregando el tramo carretero en Arriaga y si esos 18 millones de pesos que, dicen, se están invirtiendo en él son comprobables.
Recordemos que Chiapas está lleno de anuncios con montos estratosféricos que anuncian excelsos trabajos de los gobiernos pasados y el actual, y la realidad, con las fallidas obras, nos muestran espacios dignos del realismo mágico.
Manjar
A José Narro, secretario de Salud federal, le está ganando el hambre del poder por el poder. Aquel hombre que al frente de la UNAM emitiera discursos “críticos” al sistema, parece hoy una copia mal elaborada y gris. Ayer llegó por segunda ocasión a Chiapas para recibir otro “premio”: esta vez otorgado por el Instituto de Administración Pública de Chiapas quien lo ungió con la presea “Jorge de la Vega Domínguez” al mérito en administración pública 2017. No cabe duda que el poder trastorna, y cambia hasta los moldes. #Recibiendomigajas // La recomendación de hoy es El gusto literario de Levin L. Schücking y el disco Time Out de The Dave Brubeck Quartet. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
@C_T1
César Trujillo
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