Por Daniela Alfaro
Luego de firmar varios acuerdos a lo largo de casi dos años y medio, las 249 personas de origen indígena desplazadas del ejido Puebla, municipio de Chenalhó, que en mayo de 2016 fueron desalojados de sus hogares, exigen voz y justicia.
Ante la llegada del presidente electo, Andrés Manuel López Obrado el pasado domingo a Tuxtla, los desplazados fueron obligados a abandonar el campamento que mantenían en la plaza central para ser reubicados en la escuela normal Mactumatzá.
Tras instalar plantones en varias ocasiones en el parque central de Tuxtla Gutiérrez, no han tenido resolución favorable por lo que exigen el desmantelamiento de grupos civiles armados y el retorno a sus viviendas.
En rueda de prensa frente al Congreso del Estado, representantes del movimiento aseguran que dentro del conflicto, algunos integrantes de la comunidad fueron desplazados desde hace nueve años, reubicándose en Cintalapa, mientras que los de hace tres años se encuentran temporalmente refugiados en la cabecera municipal de Ocosingo.
“Para nosotros, es demasiado el sufrimiento que estamos viviendo en diferentes cabeceras municipales”, agregaron.
De la misma forma, exigen el cumplimiento a los acuerdos pactados durante el Consejo Estatal de Atención Integral al Desplazamiento Interno en Chiapas, celebrado el 20 de marzo de este año, que tienen que ver con alimentación y su reubicación provisional a un lugar seguro.
