Raúl Vera
La violencia no comenzó ayer, es producto de la violencia verbal de AMLO, que se la pasó insultando a medio mundo, hasta a sus amados chairos, cuando dijo que les daba croquetas… y lo peor: la violencia física. El sexenio de AMLO es el más violento de nuestra historia, con cerca de 200 mil asesinatos.
Alito Moreno y Noroña nos dieron el termómetro del nivel de la realpolitik mexicana. Noroña, que representa a una mayoría que se comporta como si fuera la minoría, carga con la violencia verbal heredada del mitin callejero.
Noroña, misógino consumado, acusó a Azucena Uresti de tener un departamento de trece millones de pesos, con la intención de disimular el costo de su residencia, que asegura es un crédito hipotecario. Lo raro es que los bancos no otorgan créditos para propiedades ejidales, y Tepoztlán conserva la figura de ejido. Azucena le contestó y lo exhibió; Noroña simplemente se escondió.
Alito, que es un símil de MORENA —mitómano, corrupto y bueno para el trompo—, no sé por qué no está en ese partido; cumple con todo el perfil de militante de esa secta. Pasó de ser el malo de la película a héroe nacional: en redes todo mundo celebraba los empujones que le dio a Noroña. ¡Increíble!
Espectáculos como estos seguiremos viendo: un escándalo tapa otro escándalo. Los zapes de Alito taparon el escándalo de la mansión de Noroña… Lo mejor de todo fueron los memes en las redes sociales.
