* La Reserva de la Biosfera La Encrucijada y las zonas de humedales, en los municipios de Tonalá y Pijijiapan, han sido focos de atención
Redacción / Alfaro Noticias
Las actividades de cultivo de palma de aceite han provocado la destrucción de más de 5 mil hectáreas de tierras forestales, una situación que ha generado preocupación tanto en las autoridades ambientales como en las comunidades cercanas. La deforestación ilegal en áreas como la Reserva de la Biosfera La Encrucijada y las zonas de humedales en los municipios de Tonalá y Pijijiapan ha sido uno de los principales focos de atención.
Ante las sanciones impuestas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), los productores de palma en la región han reconocido el daño y se han comprometido a restaurar una parte significativa de las hectáreas afectadas. De acuerdo con los representantes del sector, se han planteado planes de reforestación y recuperación de los suelos para mitigar el impacto ambiental y cumplir con las regulaciones.
Sin embargo, las organizaciones medioambientales advierten que la restauración de los ecosistemas dañados será un proceso largo y complejo, que podría tomar varios años para ser efectivo. Mientras tanto, los palmicultores aseguran que este esfuerzo de restauración es esencial para continuar con sus operaciones y garantizar que el negocio de la palma de aceite siga siendo viable en la región.
Profepa ha indicado que continuará vigilando los avances de los compromisos asumidos por los productores, para asegurar que las acciones de restauración sean reales y eficaces. La restauración no solo está dirigida a la recuperación de los bosques talados, sino también al mantenimiento de la biodiversidad y la calidad de los suelos, fundamentales para el futuro de la actividad agrícola en la región.
