Rodrigo Ramón Aquino
El éxito de una administración no depende solo del líder, sino, también, de quienes lo acompañan en el camino.
A los 100 días, los orquestadores de la nueva era ya saben qué funciona y qué no. El aprecio, la recomendación y la solicitud de oportunidades tienen fecha de caducidad. A todos les llega el momento de rendir cuentas, al jefe y al pueblo.
Algunos se tendrán que ir, ni modo. Así es esto. Pero otros asumirán aún más responsabilidades. Luis Ignacio Avendaño, Mario Guillén y Juan Carlos Moreno Guillén han demostrado que no solo cumplen, sino que alinean cada esfuerzo a la visión del Ejecutivo.
Los generales al frente del Legislativo y el Judicial no se estorban, no se distraen, no juegan para otro equipo. Y eso, en política, no es menor.
Los demás bien, gracias. Pero después de este primer corte de caja, toca hacer lo que dice la canción: una sacudida y puro pa’delante.
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