* Especialistas advierten que la centralización de recursos y la falta de criterios claros en la asignación presupuestaria dificultan avances en políticas públicas esenciales.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2025 proyecta una reducción del 12.2 por ciento en términos reales en el gasto funcional destinado a salud, según análisis de expertos. Esta cifra contrasta con las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quienes afirmaron que el presupuesto en salud aumentaría el próximo año.
Aunque los recursos para instituciones como IMSS-Bienestar e ISSSTE presentan incrementos de hasta 23.3 por ciento, otras áreas clave muestran recortes significativos. El Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) disminuirá un 42.5 por ciento, mientras que la Secretaría de Salud enfrentará una reducción del 34 por ciento. Programas prioritarios como vacunación, prevención del VIH/SIDA y salud materna también registran ajustes negativos que podrían impactar la cobertura y calidad de los servicios.
En el ámbito de cuidados, el presupuesto previsto para 2025 muestra una disminución del 1.9 por ciento en términos reales, alcanzando apenas el 0.1 por ciento del PIB. La mayoría de los recursos se destinan a guarderías y estancias del IMSS e ISSSTE, dejando fuera a personas sin seguridad social. Esta situación ocurre pese al compromiso gubernamental de crear un Sistema Nacional de Cuidados, enfocado en grupos vulnerables como mujeres jornaleras y trabajadoras de maquila.
Especialistas como Judith Senyacen, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), han señalado que la reconfiguración del gasto refleja una centralización de recursos que prioriza transferencias directas en lugar de fortalecer servicios específicos. Además, organizaciones como México Evalúa y Fundar han advertido sobre la falta de criterios claros en la asignación presupuestaria, lo que limita avances en políticas públicas prometidas.
Alexandra Haas, directora de Oxfam México, indicó que el contexto fiscal actual, enfocado en reducir el déficit público, condiciona la asignación de recursos. Según Haas, este enfoque dificulta la consolidación de sistemas integrales como el de cuidados, al no destinarse partidas suficientes para su implementación ni para la creación de infraestructura que permita redistribuir las labores de cuidado.
