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Marino, la galería de arte / Al Sur

Marino, la galería de arte / Al Sur
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Guillermo Ochoa-Montalvo

Querida Ana Karen, la exposición de Marijó, “Habitando el Cuerpo Femenino” provocó diversas reacciones. Nos encontramos con la mirada artística de los desnudos; con la reflexión profunda, la crítica de arte como la crítica mordaz y prejuiciosa; pero en especial, con ese debate de siempre presente, entre  definir un desnudo como arte, pornografía, exhibicionismo, moda o recurso publicitario. Al final, cada espectador encuentra su respuesta.

—¿Te avergüenza que la gente te vea desnuda?, le pregunto a Marijo esperando su reacción.

—Nadie del público, me ve desnuda. Ven imágenes de mi persona, eso es todo. Desde ahí, trato de provocar la reflexión de las personas y despertar la conciencia de su propio cuerpo que en muchos casos, no logran aceptar.

—Me respondiste por qué pintas, ahora te pregunto, para qué pintas.

Al principio, pintaba para mí, cada artista conserva obras muy personales. Ahora, pinto para compartir, para expresar, para que otros perciban y sientan a través de mi trabajo. Pinto sobre esos temas o cosas que suelen pasar desapercibidas. Detalles con los cuales se desatan emociones, reflexiones e incluso el despertar de conciencias absortas en las preocupaciones del día sin darnos cuenta de las bellezas que nos rodean, porque la vida no es tan oscura; a nuestro alrededor, hay una inmensa belleza. Desde ahí, busco rescatar esa hermosura de las cosas cotidianas.

¿El desnudo forma parte de las cosas cotidianas?

Por supuesto,  el cuerpo es inalienable a nuestro ser, lo llevamos puesto en todo momento. Y a través de la pintura, busco rescatar la belleza en las cosas simples para que las personas recuerden que somos seres sensibles y reconecten con sus emociones que muchas veces permanecen ocultas y reservadas. El arte detona recuerdos, sentimientos y emociones, cualquiera que sean, salen a flote, emergen a la luz y para ello, pinto.

—Hay artista que pintan para expresarse; otros, para “cambiar el mundo”, para denunciar problemas sociales o hechos históricos. Algunos pintan para vivir comercializando sus obras. También suelen pintar por entretenimiento o terapia ocupacional, por vanidad o en busca de prestigio… ¿cuál es tu motivación al pintar?

—Como ya dije, primero para expresar, encontrarme a mí misma, y al mismo tiempo, sacudir emociones en otros; pero para sostener mi carrera en la artes plásticas, también busco quien adquiera mis pinturas, porque su contribución económica es mi sostén para seguir creando.

—Durante tu exposición en Giraluna, comentaste que para pintar no se requiere vocación sino técnica. No estoy de acuerdo con eso, porque veo la vocación que surgió en ti desde los 6 años sin técnica ni orientación hasta que acudiste a la academia de arte. Esa declaración me pareció de falsa modestia.

—Mi declaración fue para no endiosar a los artistas, sino para darle dimensión humana al creador. Pero por supuesto, aunque el arte te busca, uno practica para encontrase a sí mismo y la técnica, contribuye a tu perfeccionamiento. Insisto, se nace con vocación, pero se perfecciona con el dominio de la técnica sin llegara a ese perfeccionismo de Velázquez quien destruyó sus primeras obras hasta encontrar “su perfección”.

—Las técnicas incluyen a cualquier arte…

—Por supuesto, todos tenemos necesidad de expresarnos y cada uno busca sus propia manera de hacerlo. Algunos lo encuentras en expresiones artísticas sin la pretensión de ser artistas; otros descubren su vocación en alguna área y la desarrollan de forma genuina, con pasión. 

Marijo habló de las corrientes y artistas quienes han influido en su carrera; de los colores que la subyugan; del tiempo necesario para crear combinándolo con la docencia. Hablamos del empleo de las nuevas tecnologías y el futuro de la Inteligencia Artificial que amenaza con sustituir a los artistas verdaderos con quienes dominan tales tecnologías. Al final, llegamos a su interés por exponer públicamente “para no dejarla en obra muerta”, por lo cual ha expuesto en diversos especio culturales; pero ahora busca hacerlo desde su propia Galería de Arte.

—Dime cómo visualizas tu Galería de Arte.

—La visualizo como un espacio amplio donde todos los elementos sean simétricos y en armonía para hacer resaltar las obras expuestas; la visualizó como una pecera por mi fascinación hacia los peces creando un atmósfera donde el espectador descubra la sensación de apreciar las obras en su tamaño, color y forma real, porque no es lo mismo admirarlas en una fotografía que en su dimensión verdadera.

—¿Por qué crear esa atmósfera de pecera?

—No es literal lo de la pecera sino algo ideal. Cuando veo a los peces, me parece como si volaran, como si flotaran sin preocupación girando de un lado a otro; como si habitarán un mundo extraordinario donde las burbujas fuesen su forma de expresarse. Esa sensación de placidez y libertad deseo crear.

—Háblame de tu concepción de los espacios en la Galería.

—La imagino con diversas salas donde la gente pueda sentarse a contemplar las obras sin prisas; un sitio especial para exposiciones permanente, temporales y un área para niños y jóvenes; una Galería donde existan espacios al aire libre donde se pueda leer o escribir, conversar o simplemente apreciar los detalles del alrededor. Se trata también de propiciar la convivencia humana donde el intercambio de ideas y percepciones nos enriquezca. Es decir, aspiro a crear un espacio inclusivo en todo sentido.

—Habrá talleres, supongo…

—Para mí, la Galería será un punto de encuentro entre artistas, espectadores, talleristas y personas deseosas de aprender a pintar o de practicar. Un espacio donde aprendamos, enseñemos, platiquemos y expongamos nuestras obras de una forma más humana, más cercana al arte; menos fría que una simple sala de exposición.

Un proyecto así, requiere de una gran inversión… 

—La crearemos con los apoyos de inversionistas, financiamientos y aportaciones; como sea, tengo la firme determinación de concretar esa idea porque es una necesidad en nuestra ciudad. Como docente de Artes Visuales, he descubierto el poder del arte en niños y jóvenes, no sólo para expresarse, sino también nos ha servido como diagnóstico para descubrir situaciones emocionales complicadas. El arte como terapia cuenta con importantes logros en la actualidad que debemos aprovechar. La Galería, aunque no es su función primordial, cumplirá también con esta tarea.

La charla con Marijo podría prolongarse más allá de las tres horas. A su talento de pintora, se suma su inteligencia y amplia cultura. De seguro, alentada por su pareja, pronto veremos una Galería de Arte suigeneris en Comitán donde la pintura sea punto de partida para una visión más humana del mundo como una cuestión de amor.

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