- El obispo ha sido una figura clave en la mediación de conflictos en Guerrero y fue encontrado con vida en Morelos tras casi dos días de desaparición.
La desaparición del obispo Salvador Rangel Mendoza ha generado preocupación en Guerrero y Morelos. Sin embargo, las autoridades confirman su localización con vida, lo que ha aliviado la incertidumbre en torno a su paradero. La Fiscalía de Morelos investiga el caso como un posible secuestro exprés, mientras que la Conferencia del Episcopado Mexicano agradece a quienes colaboraron en su búsqueda y pide oraciones por su pronta recuperación.
Rangel Mendoza, conocido por su labor de mediación en conflictos entre grupos del crimen organizado y comunidades locales, ha sido una figura clave en la búsqueda de soluciones pacíficas en Guerrero. Su desaparición suscitó preocupación debido a sus anteriores amenazas de muerte y su papel en la negociación de pactos de paz con grupos criminales.
El obispo ha sido reconocido por su disposición para dialogar directamente con miembros del crimen organizado en busca de soluciones pacíficas a la violencia. Esta postura, aunque controvertida, ha sido parte de su esfuerzo por proteger a la población civil y promover alternativas de vida para jóvenes involucrados en actividades delictivas.
A pesar de las amenazas y los riesgos, Rangel Mendoza aseguró que continua comprometido con su misión de mediación y promoción de la paz en la región. La intervención de Rangel Mendoza ha sido fundamental en la firma de acuerdos entre facciones del crimen organizado, como Los Tlacos, La Nueva Familia Michoacana y Los Ardillos, para reducir la violencia en áreas como Chilpancingo.
Aunque estos pactos han sido objeto de controversia, se han atribuido a una disminución de los enfrentamientos entre bandas criminales en la región.